viernes, 6 de julio de 2012

PALABRAS DE GRACIAS DE TEÓFILO LAPPOT ROBLES

Palabras de gracia de Teófilo Lappot Robles Considero oportuno comenzar estas breves palabras de agradecimiento a ustedes por su presencia en este espacio de cultura que es el forum Pedro Mir, coincidiendo con los juicios emitidos por el jurado del premio príncipe de Asturias de las Letras el cual se le otorgó en España, el miércoles pasado, al formidable escritor norteamericano Philip Roth, sobre las bases de que él resalta en sus obras la realidad debatiéndose entre la razón y los sentimientos. Ciertamente la razón y los sentimientos forman un duo perfecto para enfrentar los desafíos de esta etapa de la humanidad tan llena de dificultades. Utilizando la razón, con su cúmulo de objetividad, y los sentimientos, como arma misteriosa anidada en el interior del ser humano, podemos identificar el signo de los tiempos y al mismo tiempo reflejar una imagen fiel del desasosiego complejo y convulso que vive el mundo. La compilación, que es en realidad el libro que estamos poniendo en circulación esta noche, es una combinación simétrica de ideas pretendidamente bien razonadas, a través de las cuales fluyen mis sentimientos como ser pensante, dejando reflejado en cada ocasión mi parecer sobre los temas y acontecimientos abordados. En esta obra describo hechos que nos han empequeñecido como sociedad, pero resalto de manera más abundante, como nota de optimismo, los episodios nacionales que nos elevan como pueblo dispuesto a encarar sus dificultades con tesón y valentía. En todos los casos siempre he pensado en el pro común. Con la compañía de ustedes me siento más que honrado y satisfecho, y al darles las gracias a todos sólo me resta desearles buen provecho en la lectura de este libro, cuyo titulo, ASÍ PIENSO, contiene en sí una carga de gran simbolismo sobre una mínima parte de nuestro pasado, una pequeña dosis de nuestro presente y una ventana abierta hacia nuestro futuro, primero como dominicanos, y después como ciudadanos del mundo. Gracias, Teófilo Lappot Robles Santo Domingo, D.N.,Rep. ,Dom., 11-junio-2012

PRELIMINAR LIBRO ASI PIENSO

PRELIMINAR Esta recopilación de artículos, relatos de temas diversos y ensayos sobre asuntos culturales, publicados en periódicos y revistas nacionales desde que el autor era un adolescente, tiene como uno de sus objetivos evitar que las ideas contenidas en los mismos queden dispersas con el paso de los años. He tratado de ser esencialmente fiel al contenido de los trabajos seleccionados para esta obra. Dos cosas aflorarán de inmediato a la vista del lector: a) algunos temas parecerán tan rudimentarios como aquellas famosas Glosas Emilianenses, escritas en el monasterio de San Milán de la Cogolla, en la Rioja española, y que fueron en verdad las primeras manifestaciones escritas de nuestro idioma y b) un marcado énfasis en temas vinculados a Higüey y la provincia La Altagracia. Lo primero es normal en todo principiante y lo segundo brota de manera natural por la oriundez del autor. Es preciso señalar que desde hace varias décadas Higüey y sus contornos se han convertido en una especie de El Dorado turístico, pero no siempre fue así, y muchos de los artículos contenidos en este libro lo confirman. El pueblo dominicano, desde antes de tener su propio gentilicio, ha vivido una larga jornada de luchas, con el objetivo de que las libertades ciudadanas se afinquen en nuestro medio y que la justicia imponga su majestad. En las páginas siguientes están reflejados muchos episodios que demuestran el coraje, la valentía y la decisión que siempre han caracterizado nuestra nación. También encontrarán los lectores muchos de los por qué de las fallas que tenemos como pueblo caribeño, así como descripciones de nuestros contrastes sociales expresados de manera simultánea en noblezas y mezquindades; en amor y odio; en sacrificios y aprovechamientos, en luces y sombras. Así pienso, recordando al poeta portugués Guerra Junqueiro cuando le dijo al sabio español Miguel de Unamuno: “Los que lo ven todo claro son espíritus oscuros”. Santo Domingo,República Dominicana, 11-junio-2012

jueves, 5 de julio de 2012

Presentación libro ASÍ PIENSO

Palabras de Paíno Abreu Collado en la Presentación del libro “ASI PIENSO” de la autoría del doctor Teófilo Lappot Robles Buenas noches a todos los presentes Doctor Teófilo Lappot Robles Señores de la mesa honor Distinguido público Amigas y amigos No quise saber qué motivó a Teófilo Lappot a invitarme a la presentación de su libro, de modo que no le pregunté, pero para ir aclarando sobre la espectativas que podrían todos ustedes tener, les advierto que yo podría ser un buen amigo, que creo es la razón por la cual he sido objeto de esta invitación, pero no un buen expositor y mucho menos en estas lides literarias. Después tendré que aclarar con él sus reales intenciones, pues en apariencia estaba ocurriendo una de dos cosas: sobreestimaba mi capacidad o lo hacía con la aviesa intención de hacerme quedar mal, en cuyo caso tendré que revisar el amistómetro, ese aparato que mide nuestra amistad. Lo digo porque hace apenas unas semanas fue a mi despacho y me dijo: “Lo he escogido a usted para que haga la presentación de un libro que voy a publicar, se llama “Así Pienso”. Y yo, siempre de ingenuo creyendo en la sanidad de la gente, le dije “como no, como no”, sin tener la más mínima idea de lo que se trataba. Cuando días después recibo el pesado fardo, quería creer que mis ojos me engañaban. Pero no, el título se correspondía y el autor del ejemplar era él. No hay dudas, “me llevó el chanfle”, pensé. ¡Y me llevó!!. Tirar seiscientas treinta páginas para la izquierda en pocos días no es paja de coco, y más para un lector lento y a veces ido como yo, que con frecuencia me devuelvo para enterarme de cuál es el tema o para retomar el hilo de la trama. Quienes chequeen el libro se darán cuenta inmediatamente de la trampa. El primer trabajo del autor fue publicado en el Meridiano Oriental y está datado en fecha nueve de febrero del 1974, es decir, hace más de 38 años, cuando el autor de “Así Pienso” aun no había cumplido los 17 años. El último de los escritos que aparece en este volumen data de hace poco más de un año, por lo que es fácil inferir que esta producción del autor duró 37 años en gestación o lo que es lo mismo 1924 semanas. Tenemos que felicitar al amigo Teófilo Lappot ya que una vez más se demuestra el valor del dicho aquel: “grano a grano se le llena a la gallina el buche”. ¡Y que buche doctor Lappot!! En cambio, a mi ténganme pena, porque es evidente que “jondiarse” semejante material escrito en pocos días no solo atraganta sino que puede provocar diarrea temática, que según tengo entendido deja a la persona escuálido de cuerpo, y deshidratado y turulato de mente. De otra manera, el atasco puede ser estreñimiento o constreñimiento cerebral, donde por mucho que uno trate no hay manera de parir, aun exprimiendo, alguna prosa digna de ser pronunciada ante un auditorio como este. Miren que ponerme frente a un micrófono en las condiciones en que les he contado. ¡Y es fácil!! Debería haber más equidad, ¿No cree usted? Señor autor de “Así Pienso”. Bueno, aparte los chistes para relajarnos un poco, la verdad es que la invitación a presentar este libro es un gran honor y un privilegio que solo puede venir de un sincero y gran amigo, como lo somos Teofilo y yo. Me imagino cuántos locuaces de este país no lo darían todo por tener de frente un auditorio como el que ha acudido aquí, atendiendo la convocatoria del hidalgo escudero de Higuey. No obstante, permítanme decirles, que mientras él “Así Piensa”, yo siento como si me hubieran lanzado a un precipicio y lo único que me mantiene aquí, es la confianza en que ustedes no permitirán que me dé muy duro al caer. ¿Qué puedo decir yo sobre el libro y el autor de “Así Pienso”? Estreñido, o con lo otro, a todo riesgo, intentaré evacuar lo que pienso. Sobre el autor. Saben una cosa, cuando apresurado volteaba páginas de “Así Pienso”, no dejaba de preguntarme ¿pero este no es el Teófilo Lappot que yo conozco?. De 150 trabajos o artículos que contiene el libro, 75 de ellos fueron escritos en la primera juventud del autor, casi en la mocedad, cuando apenas tenía entre 16 y 20 años de edad(1974 - 1978), una etapa en la cual la mayor parte de los jóvenes están en otra cosa. Obviamente ese no era el caso de Teófilo Lappot. Mientras otros haraganeaban o se divertían, ese muchacho estaba tirando páginas para la izquierda, leía y leía todo lo que encontraba, como si los libros y los autores se fueran acabar, hasta que preñado de conocimientos no quizo ahogarse en ellos y comenzó a dejarlos salir de a poco, hasta que la necesidad se tornó en torrente que no pudo detener. La voz de aquel escritor naciente se dejó sentir ya en periódicos locales como el Meridiano Oriental de San Pedro de Mácoris, donde se estrenó como articulista, en la Tribuna Oriental del Seybo o en los higueyanos El Cometa, El Eco, el Lucero, y El Planeta, asi como en la Revista Amigo del Hogar y en practicamente todos los diarios de circulación nacional de la época, con más profusión en el Periódico El Sol y en La Noticia, pero también en El Nacional, en el Listín Diario y en El Siglo. Desde todas esas tribunas combatió con firmeza el desgobierno existente, señalando con admirable certeza la escasa visión de las autoridades para resolver los problemas ancestrales del latifundio, la falta de una reforma agraria eficáz, el obsoleto sistema educativo, la miseria y la pobreza en que se debatía la mayor parte de la población, el robo, el peculado, la represión, y toda clase de crímenes y vejaciones que en especial contra la juventud se sucedían. Al autor de “Así Pienso” también le sobraron agallas para denunciar a la Gulg and Western, intocable transnacional que con toda permisibilidad se apropiaba no solo de gran parte de las mejores tierras del Este, sino también que enajenaba, emberjando para sí, las mejores playas del La Romana y Bayahibe, ejemplo que después siguieron las compañías hoteleras que echaron raices en la zona de Punta Cana, Bábaro y otras áreas de la costa Este, donde hoy en día las playas siguen ahí pero solo para el disfrute de extranjeros o dominicanos con “cuartos”. Y todo en la más rayana violación de la ley. Yo que poco más de 10 años antes había sido miembro coordinador de la primera célula del Movimiento Revolucionario 14 de Junio que se formó en mi pueblo y paralelamente en el liceo Ulises Fco. Espaillat de Santiago, siempre en el más absoluto secreto, no alcanzo a comprender como aquel jovencito salió vivo, enfrentando abiertamente y con tanta crudeza a uno de los regímenes más represivos y en uno de los tiempos más tenebroso de la historia reciente de la república dominicana, enmarcados precisamente en el período de los 12 años aquellos en que el doctor Balaguer condujo a sangre y fuego el escenario político nacional, desde el año 1966 hasta el 1978. La valentía que exhibió el Teófilo Lappot de aquellos años yo la desconocía hasta que me emburujé con “Así Pienso”, porque nuestra amistad no comenzó sino hasta el año 1990 cuando yo, desde una empresa familiar que funcionaba en el hogar y que recién instalaba en local propio, creciendo en los negocios, y coincidencialmente, el abogado Teófilo Lappot Robles también hacía nido en el mismo lugar, para iniciarse o continuar el ejercicio de su liberal profesión. Solicité sus servicios casi de inmediato, entravándose una excelente amistad que no se como perdura, porque este hombre no bebe, no canta, no baila, y ni siquiera una partida de dominó juega, la diversión hogareña más común entre los entrados en años como nosotros. Nunca pude enterarme, aunque lo supongo, qué hace este hombre en su tiempo libre, si es que realmente se permite alguno. Sí pude comprobar desde aquel tiempo que este ser humano no tenía vicios, (o sí los tenía), pero en este caso no eran tales, sino virtudes. ¿Paradoja, verdad? La primera, un amor intenso por sus tres hijas, visible en las fotos que siempre abundaban en su escritorio y en la repisa baja y media de los estantes de la biblioteca, así como en el constante alarde y orgullo que en todo momento mostraba por las notas y éxitos que en el colegio alcanzaban sus amadas niñas. La otra virtud, igual de intensa, era la pasión por la lectura. Siempre tenía en su escritorio los varios libros que al mismo tiempo leía (inesplicable ¿verdad?) y ni decir de su biblioteca, a la que nunca bastaban las cuatro paredes de su modesta oficina, ubicada igual que la mía de aquel tiempo, en la segunda planta del edificio Corymar II, en el Km. 91/2 de la Carretera Sanchez o Prolongación Independencia. Seguramente fue por ahí por donde se inició nuestro acercamiento, porque yo también siempre leí, pero nunca jamás con la fruición de Lappot y mucho menos con esa asombrosa y privilegiada capacidad de retener contenidos y hasta memorizar nombres, lugares y fechas que este originario de Higuey y ciudadano de la República Dominicana exhibe con la mayor naturalidad. Para serles sincero, cada vez que me junto con él y lo veo haciendo gala de esa privilegiada memoria que hasta invade con frecuencia el campo del interlocutor, para ayudar, cuando uno no es rápido en encontrar la palabra adecuada para lo que se quiere decir, pienso en mis adentros, y no será que ya me llegó el alzheimer. Ya sea el nombre del autor, el título de un libro, una fecha o un hecho histórico, literalmente cualquier cosa que el autor de “Así Pienso” haya visto, escuchado o leído, en su caso parecerían estar siempre a flor de labios cuando surge la necesidad o le es requerido el dato. Es la enciclopedia humana que yo más cerca he tenido, y a veces pienso que debe ser por esa carencia de “otros vicios”, que algunos no hayamos podido tenerlo y disfrutarlo por más tiempo como contertulio. Porque, ¡Caramba doctor, usted tan inteligente, debería saber que no solo de pan vive el hombre y mucho menos solo de libros! Con ese hombre especial, he tenido el privilegio de cultivar una incansable amistad que ha perdurado, creciendo, durante los últimos 22 años. ¿De qué escribe Teófilo Lappot Robles? Como ya se sabe, la vida y el mundo literario de nuestro amigo comienzan muy temprano en su vida. No había cumplido aún los 18 años cuando ganó el 1er Premio del concurso literario de navidad convocado por el Obispado de Nuestra Señora de la Altagracia, con un ensayo acerca de la vida y obra de Manuel de Jesús Galván. Obtuvo el diploma Pluma de Oro y RD$50.00. Una crónica del periódico El Caribe del 14 de enero de 1975 se titulaba “Estudiante de Higuey gana primer premio concurso”. Para ser sincero con ustedes, este hombre practicamente escribe de todo, pero más se concentra en las materias de filosofía, literatura, cultura y política. Así, en su producción encontramos abundante material sobre educación y cultura, y como buen hijo de su pueblo le dedica tiempo y espacio a la situación de la Región Este y específicamente a la transnacional Gulf and Western, a su provincia de origen, La Altagracia, y a su ciudad natal, Salvaleón de Higuey. Un tema que aborda recurrentemente en su obra es el de la juventud, tratado desde múltiples ángulos, pero siempre en defensa de la creación de oportunidades para los jóvenes de su tiempo, que por fuerza generacional serían los líderes del mañana, es decir, de hoy. Exhorta y clama por la participación de la juventud en la política, aunque en el camino encuentre más obstáculos, “que los que narra Dante en su Divina Comedia”, dice el autor de “Así Pienso”. En materia de política no solo atacó duramente el régimen de los 12 años de Balaguer, sino que al desaparecer las espectativas que pudieren haberse creado con Antonio Guzmán primero y Jorge Blanco después, a su debido tiempo retoma las iracundas críticas por la incapacidad que en ellos ve para solucionar los más elementales problemas de la sociedad. En la etapa analizada de sus escritos, el joven escritor se muestra inquieto, luchador, revelde y a ratos radical, se expone al peligro inminente como combatiente público del régimen de los 12 años del doctor Balaguer, pero aun así no se le ve haciendo recurrencia de ciertos términos y conceptos asociados a la izquierda radical, tales como: revolución, socialismo, clase obrera, burguesía, imperialismo, explotación, intervención etc., como tampoco defendiendo explícitamente a partido alguno. Sí le escribe a la raza inmortal del 14 de Junio y expresa sin vacilación alguna su profundo rechazo al intervencionismo norteamericano en nuestro país y en otros paises de América y del mundo, y en el campo de la solidaridad internacional protesta por el bloqueo de Estados Unidos a cuba, defiende abiertamente la lucha sandinista del pueblo nicaraguense, igual que a los pueblos salvadoreño y boliviano frente a los aprestos intervencionistas de Estados Unidos, asi como también, más cerca, se conduele del destino de nuestro hermano pueblo haitiano, a quien llama “pueblo encadenado”. Ciertamente no se asocia ni se hace militante de esas ideas, pero en esa etapa de su vida el lenguaje que emplea en sus escritos está más cerca de la izquierda y por momentos a uno le parecería que, como en otros casos en nuestro país, aquel inteligente y destacado joven ha sido captado por uno de esos grupos que pululaban por ahí, para enquistarlo como cabeza de playa en clubes, organizaciones comunitarias, gremios, organizaciones sindicales, partidos, y hasta en sistemas de comunicación. Cuando leía en “Asi Pienso” el caudal de artículos bajo la autoría de Teófilo Lappot en los periódicos de la época, especialmente en los años 1975, 1976, 1977 y 1978, me llegué a creer que el jovencito aquel estaba cumpliendo una misión política en los medios. Pero nada más distante, lo que pasó con nuestro amigo escritor fue que además de la necesidad irresistible de decir lo que pensaba y sentía, estuvo tentado a ejercer la profesión u oficio de periodista. Con el paso de los años, ya avanzada la década de los 80’S, y terminados sus estudios de derecho, sus trabajos se notan más orientados a sacarle provecho a la riqueza del lenguaje, donde se vuelve un experto. A mi juicio, es en la crítica literatura donde la prosa del escritor Lappot Robles bate sus alas con más deleite y es cuando más se crece en su capacidad interpretativa el autor de “Así Pienso”, tanto si se trata de autores y títulos extranjeros, como de aquellos dominicanos de las letras más aventajados. Invito a todos los amantes de la lectura a no perderse la oportunidad de disfrutar los enriquecedores comentarios que el autor hace, por ejemplo, de Enriquillo, de cuyo autor Manuel de Jesús Galván nuestro Lappot Robles describe cosas que yo ni me imaginaba; o de Hamlet (Willian Shakespeare); o del poema épico La Araucana (Alonso de Ercilla); o sobre La vida es un sueño (Pedro Calderón de la Barca); y de las obras de García Márquez que para ese momento (1981) habían sido publicadas, como Hojarasca y El coronel no tiene quien le escriba; de Cien Años de Soledad, el comentario es bastante amplio y de La Mala Hora, y de la Crónica de una muerte anunciada, más breves, pero magistrales; de El Otoño del Patriarca debo destacar una de las citas que hace Teófilo Lappot para mostrar la forma en que García Márquez ridiculizaba el poder de que hacian galas los dictadores latinoamericanos: Uno de ellos preguntó: “¿Qué horas son?” y le contestaron “las que usted ordene mi general” Sobre los generales latinoamericanos existen muchas historias, y como se dice unas van de cal y otras de arena, porque cuando se trata de “mi general”, es decir, del general Felimón Lappot, tatarabuelo del autor, éste, según su tataranieto, “cruzó el pantano sin ensuciarse las plumas”. (Pág. 175, En defensa del general Lappot) Leer “Así Pienso” es como darse un largo paseo por la historia universal y recibir un refrescante baño de cultura, especialmente de cultura americana, disfrutando las citas que certeramente el autor coloca en cada espacio y momento en que el relato debe ser fortalecido con el pensamiento luminoso de uno de esos genios que parieron conocimiento en otras épocas o con aquellos más actuales, y aun vivos, que se han ganado dentro y fuera de nuestro país el aprecio y el respeto de todos cuantos nos sentimos felices cuando con un libro en las manos, imaginamos como si fuera en una película, el lugar y las condiciones en que ocurren los hechos que están siendo narrados. Para los que hemos intentado embadurnar cuartillas sin llegar a mucho, lo más dificil no es tanto el discurrir la prosa por una pendiente dulce y suave al paladar del entendimiento, sin caer ni en lo simple ni en lo complejo, sino además sustentar lo dicho con explicaciones lógicas, reales o ficticias, o con citas de autores creíbles o líderes reconocidos. En eso, hay que admitirlo, el autor de “Así Pienso” es un verdadero maestro, disponiendo a su antojo de una memoria secular sin paralelo, para traer al canto la palabra o la frase perfecta que define o reafirma su pensamiento. En casi todos sus capítulos “Así Pienso” está cargado de citas y fraces célebres de los más diversos autores. Por ahí desfilan como si nada, sacando el autor provecho al ingenio, entre otros: Platón, Aristóteles, San Pablo, Miguel de Cervantes, Nicolás Maquiavelo, Cicerón, Lope de Vega, Pedro Calderón de la Barca, Estephan Sweig, Willian Shakespeare, Victor Hugo, Leon Tolstoi, Francois Rabelais, José Martí, Eugenio Maria de Hostos, Rubén Darío, Oscar Wilde, Pedro Henriquez Ureña, Miguel Angel Asturias, Ramón Emilio Jiménez, Alonso de Ercilla, Ernest Hemingway, Winston Churchill, Juan Ramón Jiménez, José Ingenieros, Ortega y Gasset, Sigmund Freud, José Saramago, Juan Luis Borges, Jorge Amado, Juan Marsé (aquel español que Lappot cita diciendo: “Leer es vivir muchas vidas”), Carlos Fuentes, Camilo José Cela, Hipólito Taine, Jorge Edwars, Laureano Ballenilla Lanz, Augusto Roa Bastos, Bernardo de Balbuena, Horacio Blanco Fombona, Maurice Duverger, Jacques Roumain, Joaquín Machado de Assis, Ricardo Girardes, Eduardo Galeano, Ramón Gómez de la Serna, Juan XXIII, Juan Pablo II, Baltazar Gracián, Michael Korda, incluso autores nuevos como Antonio Pérez Reverte (Sí, ese de la Reyna del Sur) y el archifamoso Dan Brown, el de “ Ángeles y Demonios” y “Código Davinci”, por mencionarles solo una pequeña parte de los autores internacionales de cuya fuente aparecen citas en “Así Pienso”. Dejo en quienes tengan la oportunidad de leer el libro, conocer el nombre de al menos otros cien autores que el doctor Lappot cita, muchos de los cuales, confieso mi ignorancia, ni siquiera los había oído mencionar, lo cual testimonia, sin ningún género de dudas, la gran cultura literaria que desde muy joven forma parte de los activos intelectuales de este hombre singular de Higuey. Entre los autores dominicanos comienza con Manuel de Jesús Galván, y sigue con Juan Pablo Duarte, Gregorio Luperón, Pedro Francisco Bonó, Juan Bosch, Juaquín Balaguer, Juan Isidro Jiménez Grullón, Américo Lugo, Juan Vicente Flores, Luis F. Mejía, Domingo Moreno Jiménez, Juan Antonio Alix, José Joaquín Pérez, Ramón Marrero Aristy, Ramón Benito de la Rosa y Carpio, Juan Feliz Pepén, Antonio Cedeño Cedano, Antonio Zaglul, Rufino Martinez, Freddy Gatón Arce, Dato Pagán, Víctor Villegas, Andrés L. Mateo, Aida Cartagena Portalatín, Francisco C. Alvarez, Julia Alvarez, Diógenes Valdez, Bruno Rosario Candelier, Juan José Ayuso, Freddy Ortiz, y tantos otros que no es posible enumerar. Como hemos dicho, la mayor parte de los trabajos del apreciado amigo Lappot que aparecen publicados en este libro, fueron escritos cuando él era muy joven. En 1983, hace ya 25 años, el 80% del contenido de “Así Pienso” estaba escrito, cuando el autor a lo sumo había alcanzado los 26 años. Es decir, son escritos de un hombre joven que desperadamente quiere devolverle a la sociedad parte de la riqueza que a través de la lectura recibía a raudales. Y como de lectura es de lo que se trata todo esto, quiero terminar mis palabras, ofreciendo los concejos que mi amigo, el ya encumbrado autor de “Así Pienso”, ofrecía a sus lectores de El Cometa un 19 de noviembre del año 1976. Decía él: “Es un deber perentorio de todo lector, desentrañar el mensaje que el escritor pule en su obra. No nos podemos dar el lujo de leer por el simple prurito de hacerlo, o por un mero deleite intelectual. Es menester comprender el mensaje que hay detrás del conjunto….de toda obra literaria. Para ello no hay que ser experto……. Solo hay que poner una buena dosis de interés y leer obras acorde a la capacidad interpretativa que se posea, la cual va… creciendo de acuerdo al volumen de lectura que se lleve”. Así hablaba ya aquel joven con apenas 19 años. Con toda honestidad, amigo Teófilo Lappot, después de leer “Asi Pienso”, yo pienso que su verdadera vocación debió ser entregarse por entero a la literatura. Si aquel muchachito que comenzó a escribir a los 16 años, hubiera seguido el derrotero que en sus escritos denota, no hay dudas que en Salvaleón de Higuey y en la República Dominicana hubiésemos tenido un formidable heredero del mas representativo padre de la literatura universal en español Don Miguel de Cervantes Saavedra. Muchas Gracias 11/06/2012 Forum Pedro Mir,Librería Cuesta Santo Domingo, D.N.,R.D.