GASPAR HERNÁNDEZ, CIUDAD DEL ATLÁNTICO DOMINICANO
POR TEÓFILO LAPPOT ROBLES
Municipio Gaspar Hernández
Gaspar
Hernández es un el hermoso municipio rodeado por las espumosas aguas del Océano
Atlántico y por estribaciones
cordilleranas. Está arropado de playas, mangles, cocoteros y amapolas.
Está
en una zona de vegetación exuberante de la Cordillera Septentrional. Su
territorio formaba parte del Cacicazgo de Maguá, en la época pre colombina.
Esa
zona del país también fue conocida en el pasado como Cantón La Ermita y Joba.
El
primer nombre, al decir de muchos gasparenses, surgió en el 1907, derivado de
una pequeña ermita o iglesia construida con productos vegetales, frente a la
playa Magante, donde se reunían en convocatoria cristiana los pocos moradores que
entonces existían allí.
Era
una simple capillita, sin altar de unción, sin techo abovedado, sin arcos
griegos ni teselas coloridas o imágenes con chapas de oro, sin nada que ver con
arqueología de arquitectura cristiana.
En
términos geográficos el lugar denominado Ermita fue descrito en el año 1915
como una Punta situada en medio del
desagüe de dos arroyos: Cigüita y Limón.1
Otros
sostienen (y hay anotaciones históricas de ello) que el caserío original fue
devastado por un ataque de plagas, lo cual hizo que en el año 1912 sus
habitantes se ubicaran cerca del principal río del lugar, en un sitio conocido
como Joba Arriba.
Para
ese traslado se promulgó la Ley 5083, en la cual se indican los motivos de
dicho cambio de lugar del poblado.2
Luego surgió con ese nombre una Sección que en
el presente adquirió por ley la condición de Distrito Municipal. Así se mueve
la toponimia criolla.
El
nombre actual le viene en honra a un sacerdote peruano que influyó mucho en
parte de los jóvenes que luego fueron los abanderados de la Independencia
Nacional, de cuya vida haré más adelante algunas puntualizaciones.
El
municipio también lo integran los distritos municipales Joba Arriba, Veragua y Villa
Magante, los cuales serán reseñados en otra crónica de esta serie.
De
conformidad con la tabla de proyecciones poblacionales de la Oficina Nacional
de Estadísticas, utilizando como base los datos arrojados por el IX Censo de
Población y Vivienda del 2010, el Municipio de Gaspar Hernández tenía para el
año 2012 la cantidad de 57,302
habitantes.
El
mapa que configura la estructura territorial del país coloca a ese municipio
entre el Océano Atlántico, en su vertiente Norte; mientras que al Este se
encuentra con los bordes de la provincia María Trinidad Sánchez; al Oeste
confraterniza con sus vecinos la provincia
de Puerto Plata y el Municipio
Jamao al Norte y en su lado Sur colinda con la provincia Hermanas Mirabal.
Tierra siempre productiva
La
demarcación de Gaspar Hernández siempre ha sido productiva, con independencia
de que en cada ocasión existan condiciones políticas, económica o
climatológicas adversas.
Las
estadísticas sobre la producción del agro nacional confirman lo anterior,
teniendo el cacao, el café, los plátanos y los cocos la primacía. Gaspar
Hernández también se destaca en el renglón pecuario, caracterizándose por un importante
abasto de carne y leche de vaca, con una gran calidad genética.
Lo
indicado en el párrafo anterior es una simple enunciación, pues sería demasiado
prolijo publicar aquí la productividad agrícola y pecuaria que cada año queda
registrada sobre ese municipio.
Pero
para que se tenga una idea al respecto es importante decir que hace más de 175
años había varias decenas de grandes haciendas produciendo víveres en lo que
hoy es Gaspar Hernández.
Prueba
al canto: En un informe del año 1839, rendido al presidente haitiano Jean
Pierre Boyer por el general Charrier, que era el jefe de los departamentos de
Santiago y La Vega, se le hace saber que la sección “de Joba, de que era
capitán Ramón Reynoso, contaba con 80 habitaciones sembradas de víveres.”3
Desde
hace décadas Gaspar Hernández también es un destino turístico, por lo que se ha
abierto un nuevo nicho en su renglón económico. Sin embargo, la falta de obras
de infraestructura ha impedido que sus atractivos naturales se desarrollen con la
debida intensidad.
Un
muelle que allí existió en el pasado, y que servía para entrada y salida de
productos, hace tiempo que quedó en simple recuerdo. Pero hay un bulevar o
mirador del pescado, donde los visitantes disfrutan las delicias de los
productos del mar.
Territorio de varias provincias
El
territorio que hoy es el Municipio Gaspar Hernández ha pertenecido, en el curso
de los años, a varias provincias: Santiago, La Vega, Pacificador, Puerto Plata
y Espaillat. No son decires, pues así figura en las subordinaciones geográficas
que han tenido dichas provincias.
En
el período comprendido entre el 27 de junio de 1938 hasta el 18 de junio de
1945, Gaspar Hernández fue una dependencia comunal de la provincia Puerto Plata.
El
texto legal que produjo dicha adjudicación territorial se explica por sí mismo,
tomando en consideración el lineamiento geográfico, así como el flujo de
comunicación y de comercio entre los
moradores de esa zona del país.4
Para
mayor abundamiento informativo de lo anterior puede consultarse una obra
clásica sobre la historia territorial dominicana, fruto de la ardua labor de
investigación de Vicente Tolentino Rojas, reeditada como segunda edición en el
1993, por la Sociedad Dominicana de Bibliófilos.5
Hace
más de 70 años que esa comarca fue incorporada a la provincia Espaillat, a cuya
demografía le aporta más de 40 mil habitantes.
En
los papeles documentales que recogen el ejercicio presidencial de Ramón Cáceres
figura una importante decisión tomada en el año 1907, convirtiendo lo que hoy
es el Municipio de Gaspar Hernández en un Puesto Cantonal, con todas las
prerrogativas atinentes a ese ascenso.
En
efecto, en el Decreto 4749, del referido año, el Presidente Cáceres subió de
categoría el lugar, y también le cambió el nombre que hasta entonces tenía.
El
principal dispositivo de dicha orden presidencial se expresa textualmente así:
“Desde la publicación del presente decreto queda erigida en Puesto Cantonal con
el nombre de Gaspar Hernández la sección
de Joba, de la común de San Francisco de Macorís, siendo su cabecera el poblado
llamado San Rafael.”6
El
14 de junio de 1907 se modificó la Constitución de la República (aunque la
publicación de ese hecho se hizo el 9 de septiembre del mismo año). En virtud
del artículo 4 del nuevo texto sustantivo se eliminó el término Puesto
Cantonal, motivo por el cual Gaspar Hernández pasó a ser una Común.
Así
se produjo dicho cambio en la calificación de los Puestos Cantonales que existían
para entonces en el país: “El territorio dominicano se divide en provincias y
éstas a su vez se subdividen en comunes.”7
De
conformidad con el artículo 79 de la referida Carta Magna, Gaspar Hernández pasó
a integrar el Colegio Electoral de Pacificador, conjuntamente con San Francisco
de Macorís, Villa Rivas, Matanzas, Pimentel, Cabrera y Castillo.
Gaspar
Hernández fue incorporado a la provincia Espaillat el 18 de junio de 1945,
fecha en que se promulgó la Ley 925, con la cual se hicieron cambios
territoriales en varias provincias y en
diversas comunes del país.
Mediante
la referida ley se dispuso que los terrenos que antes eran de la común Cabrera,
situados en paralelo al lateral izquierdo del río San Juan, así como el
territorio puertoplateño ubicado en la ribera derecha del río Yásica, quedaran
integrados a Gaspar Hernández.8
Una extensión del Panteón Nacional en Gaspar Hernández
Dos
sobresalientes gasparenses formaron parte de los patriotas exiliados que desde
el exterior decidieron venir a tierra dominicana a enfrentar a la satrapía
trujillista.
Silvio Augusto Domínguez López retornó al país
el 20 de junio de 1959, acompañado de decenas de compatriotas y de solidarios
extranjeros, para luchar con las armas en las manos contra el oprobioso régimen
de Trujillo. Ocho días después fue apresado, torturado y asesinado por los
criminales al servicio del tirano al cual vino a combatir para liberar de sus
garras al pueblo dominicano. La expedición de la cual formaba parte estaba
encabezada por José Horacio Rodríguez Vásquez.
Hugo
A. Domínguez López, decidido también a darle batalla al régimen que durante 30
años mantuvo en terror a los dominicanos, falleció en el mismo 1959, en una
explosión en el campamento del poblado Madruga, en Cuba, donde se entrenaba. Forma
parte también de la Raza Inmortal.
Los
restos de ambos hermanos fueron enterrados, el 14 de junio del 2014, en el
cementerio municipal de la tierra que
los vio nacer, Gaspar Hernández.
Silvio y Hugo Domínguez López ofrendaron sus
valiosas vidas, en escenarios diferentes, pero dejaron un legado de dignidad,
valentía y patriotismo que se mantiene como una llama votiva iluminando a las
nuevas generaciones, para que jamás acepten en el país la implantación de un sistema
de gobierno despótico.
Para
honrar su memoria se creó el Monumento Nacional Plaza de los Hermanos Silvio y
Hugo Domínguez López, emplazada en la ciudad de Gaspar Hernández.
La
creación de Monumentos Públicos para honrar personas requiere la promulgación
de una ley en la cual se recojan los méritos que hagan factible tan importante
distinción. Así lo pauta la Ley 638, promulgada el 23 de junio de 1944.9
En
virtud de lo anterior, para revestir de la dignidad y la legalidad requeridas
el homenaje a los valientes gasparenses Silvio y Hugo Domínguez López, se creó
la Ley 50-18, la cual en su artículo 4 reza textualmente así:
“Declaratoria
Monumento Histórico Plaza de los Hermanos Silvio y Hugo Domínguez López. Se
declara como monumento nacional la Plaza de los Hermanos Silvio y Hugo Domínguez
López en el Municipio de Gaspar Hernández, Provincia Espaillat.
Párrafo:
El Monumento Nacional de los Hermanos Silvio y Hugo Domínguez López, es una
extensión del Panteón de la Patria.”10
Desde Boca de Orí hasta Playa Magante
Al
observar en un mapa plano el litoral marino de Gaspar Hernández se capta que su
riqueza playera comienza en el lugar conocido como Boca de Orí, que es la
tercera desembocadura que tiene el famoso río Yásica.
A
partir de dicho sitio todo el lado norte de ese Municipio tiene cocotales, miles
de árboles familiarizados con los vientos alisios de la Cordillera
Septentrional, pero de manera especial se ven allí mangles de diversas especies
que crecen acomodados a su área biótica tropical, sirviendo de guarida a
crustáceos, moluscos y peces, así como aves de múltiples especies.
Hay
que señalar que no toda la ribera de mar de Gaspar Hernández es de agua
apacible. Hay áreas caracterizadas por fuertes marejadas, lo que no resta valor
paisajístico y de ocio a la zona.
Playa
Las Canas, con su arena parda, es objeto permanente de la agresión de fuertes
olas, pero también es víctima de los que extraen de allí toneladas de materiales, incluyendo hasta la gravilla de
origen marino, para la implacable industria de la construcción.
La
Ermita es otra playa de Gaspar Hernández, con el añadido de que frente a ella
se formó la primera aldea de la cual surgió ese hoy activo municipio de la
costa norte del país.
El
dinámico y rápido oleaje del área, en conjunción con el líquido opaco que discurre
por sus líneas ondulantes, crean un ambiente más bien de contemplación sobre
las infinitas variantes de la naturaleza.
Playa
Arena Gorda, a pesar de abultados grados de turbidez de su agua, es frecuentada
por turistas nacionales y extranjeros.
De
playa Magante hasta se han compuesto pimentosos merengues (que forman parte del
repertorio musical dominicano) interpretados, entre otros, por artistas como
Ricardo Gutiérrez, nativo del Gurabo de Monción, en la Línea Noroeste y Bartolo
Alvarado, nacido en La Jagüita de Cabrera, mejor conocido como El Ciego de
Nagua.11
De
ella escribió un investigador de nuestras costas lo siguiente: “ Playa Magante,
conocida también como Rogelio, tiene varios kilómetros de largo y 50 metros de
ancho, de arena grisácea y mediana. El agua poco profunda y mansa favorece la
utilización del lugar también como balnearios.”12
Los
ríos y arroyos de Gaspar Hernández no tienen gran caudal de agua, ni se
caracterizan por ser extensos. El principal es el río Joba, nutrido por sus
afluentes los ríos Piedra y Venú.
Científico describió la costa de Gaspar Hernández
A
vista del común de la gente lo que se sabe de las costas del territorio de
Gaspar Hernández es que son de una belleza visual deslumbrante, que los zigzag
de sus olas espumosas invitan a la contemplación, que el salpique del agua con
la orilla convierten la zona en algo parecido a un paraíso y que sus playas
invitan a un chapuzón; pero lo cierto es que también se han realizado estudios
científicos en sus entornos.
El
famoso geólogo y paleontólogo estadounidense William More Gabb estudió los
contornos donde está Gaspar Hernández y se expresó así:
“A
todo lo largo de la costa norte, la formación está representada exclusivamente
por calizas, usualmente horizontales, aunque teniendo ocasionalmente un
buzamiento muy bajo en dirección hacia el mar. Esta inclinación es más fuerte
al este de Puerto Plata, y especialmente cerca de Cabarete, donde los arrecifes
y bajíos se extienden por varios cientos de pies, con un rumbo paralelo al tren
general de la costa…”13
Sacerdote Gaspar Hernández
El
municipio objeto de esta crónica fue bautizado con el nombre de Gaspar
Hernández, en honor a un ilustre e ilustrado sacerdote peruano nacido en Lima
el día 6 de enero de 1798 y radicado desde el 1836 en la tierra que después de 1844
se llamaría República Dominicana, y de la cual luego adoptó la nacionalidad. Es
decir que él murió como dominicano.
Además
de ser un exégeta bíblico, teólogo y canonista el padre Hernández fue un educador
con un gran dominio de filosofía, matemática y cosmogonía, lo cual le permitió
auscultar en la sociedad dominicana (entonces en acelerado proceso de formación)
el germen que le ayudaría a zafarse del yugo de los ocupantes haitianos.
Por
feliz coincidencia fue maestro de varios de los jóvenes que luego integrarían
la matrícula original de la Sociedad Secreta La Trinitaria, cuna que fue del
proceso que culminó con la declaración de la Independencia Nacional.
En
gran medida Gaspar Hernández contribuyó a cincelar el pensamiento de los
trinitarios, comenzando por Juan Pablo Duarte, a quienes les inculcó la
necesidad de expulsar a los intrusos que llegaron en el 1822 del lado Oeste de
la isla de Santo Domingo. Sin olvidar que el ilustre peruano era españolista
por genética y visión personal.
El
vínculo de ese personaje (primero peruano y luego dominicano) con los
trinitarios lo describe Joaquín Balaguer, en su rol de biógrafo novelado de
Duarte, de este modo: “Con el sacerdote peruano Gaspar Hernández, activo
animador de la idea separatista, continuó en 1842 los estudios que inició en
Cataluña…El gran cura limeño funda una cátedra de filosofía, y a ella acude Duarte
con sus partidarios más fervorosos. Las clases se convierten desde el primer
día en una junta de conspiración contra las autoridades haitianas. El padre
Gaspar Hernández riega con el vigor de su palabra la semilla sembrada ya por
Duarte…”14
Su
asesoramiento a los patriotas dominicanos, y el consecuente laborantismo en que
estaba envuelto, provocó su primera expulsión del país, en julio del 1843, por orden del general haitiano Charles Hérard Ainé,
que al decir del padre de la historiografía dominicana lo hizo: “obedeciendo a
las insinuaciones de los que todavía a esas horas no concedían nada a los
separatistas, ni siquiera habilidad para revolucionar, dio orden de salir del
país al presbítero Gaspar Hernández…así como a fray Pedro Pamiés, que se había
captado generales simpatías con sus prédicas ardientes...”15
Los
hechos posteriores demostraron que ese exilio no disminuyó su interés por la
causa dominicana. Al contrario, potencializó su vocación de servicio a favor de
la tierra que le dio acogida.
Una
cumbre de la cultura dominicana, Mariano Lebrón Saviñón, se refirió al padre
Gaspar Hernández en términos elogiosos, resaltando su papel en la enseñanza de
varias ramas del saber humano y en el proceso de educar a una parte de la
juventud de la ciudad de Santo Domingo para romper las cadenas del yugo que
oprimía al pueblo dominicano.
Dicho lo anterior sin dejar de reconocer que
al principio las aspiraciones de Gaspar Hernández para los criollos se
limitaban a la separación de Haití, sin desdeñar el retorno a lo que él
entendía que era el abrigo de España, tal vez con un estatuto particular.
Lebrón
Saviñón describió de esta guisa a tan combativo y brillante cura: “En esa
misión de enseñanza desempeñó un gran papel el sacerdote peruano Gaspar
Hernández(1798-1858), quien llegó al país en 1836 y, desde su llegada, combatió
al haitiano…Gaspar Hernández, a quien llamaban El Limeño, era el principal
educador de la época…congregó en su entorno a la juventud dominicana,
instruyéndola sobre todo en filosofía. Conocidas eran sus ideas liberales, por
lo cual los haitianos lo expulsaron del país…”16
Cuando
se proclamó la Independencia Nacional estaba sufriendo los rigores del exilio
político, como Duarte y otros patriotas. Luego ocupó diversos cargos, tanto
eclesiásticos como en la administración pública y en la docencia.
Gaspar
Hernández fue varias veces Presidente del Congreso Nacional. Era un congresista
de fuste. Los memoriales de ese Poder del Estado recogen sus intervenciones
allí, dignas de antología por la sabiduría y los mensajes de interés colectivo
que contenían.
El
primero de diciembre de 1852 fue co-fundador del prestigioso colegio San
Buenaventura, en compañía de figuras de la talla de Alejandro Angulo Guridi,
Manuel María Valencia y el presbítero Elías Rodríguez.17
De
él, en su papel como religioso, recopiló muchas informaciones el eminente
historiador higüeyano Vetilio Alfau Durán. Esta es una de sus notas:
“Canónigo
Gaspar Hernández y Morales.-En virtud de una carta post-mortem del arzobispo
Portes, se hizo cargo del gobierno eclesiástico el 9 de abril de 1858.Por
causas políticas se ausentó del país el 12 de junio del mismo año para
Curazao…” 18
Su
influencia en la sociedad dominicana dejó huellas tan marcadas que a más de 70
años de su muerte en Curazao, el sacerdote Armando Lamarche invocaba su nombre
ante el a la sazón Superintendente General de Enseñanza, Pedro Henríquez Ureña,
a fin de que la religión formara parte del currículum educativo de las escuelas
del país.
Luego
de hacer un recuento de la vinculación del catolicismo con la fundación de la
República Dominicana, y su presencia en varios símbolos nacionales, como la
bandera y el escudo, el cura Lamarche, en su carta motivacional de fecha 15 de
abril de 1932, puntualizaba que ello “parte de relevantes figuras de la Iglesia
Católica, como fueron los Gaspar Hernández, los Tomás de Portes e Infante, los
Fernando Arturo de Meriño, los Francisco Javier Billini…”19
Analizando
la parábola vital del sacerdote Gaspar Hernández la reflexión conlleva a creer
que él bebió en la fuente informativa constituida por las notas del Arzobispo
Fernando Carvajal Rivera, aquel tonsurado que regenteó la Iglesia Católica de
la Isla La Española a finales del siglo XVII, la misma que fue llamada “la
centuria olvidada” por los autores Juan Regla y Guillermo Céspedes del
Castillo.20
Lo
anterior descansa en el hecho incontrovertible de que el accionar del padre
Gaspar Hernández estaba en consonancia con una porción importante del
pensamiento que sostenía el referido Arzobispo Carvajal, el cual alentaba sobre
la necesidad de dar un impulso económico y social al denominado lado español de la isla.
Esos
dos personajes no coincidieron ni en el tiempo ni en las circunstancias de sus respectivas
actividades dentro de la población que daría origen al ser
dominicano, pero es revelador el hecho de que ninguno de los dos, por motivos
diferentes, pretendía desligar a España de esta tierra caribeña. Sin embargo,
ambos reconocían la potencial riqueza criolla, la belleza de que estaba dotada
esta tierra y la valía del pueblo que
habitaba lo que hoy es la República Dominicana.
Un
ejemplo es la relación que envió el referido Arzobispo Carvajal al rey de
España en la que le decía, entre otras cosas, que había “…abundancia de ríos y
tan buenos puertos que abundan de regalados, de tan ricas maderas, para todo
tan cercana a España, de tan y tan ricas minas diferentes, de frutos tan
nobles, que cría hombres tan valientes y que es mejor que las islas de
Inglaterra y Sicilia, es digna de todo aprecio…”21
Registro de gentes desde el Siglo XVI
Aunque
pudo ser desde mucho antes, hay crónicas de antaño que recogen (luego de la
llegada de los españoles) que desde el siglo XVI hubo presencia de personas en
el hoy Municipio Gaspar Hernández.
Introduzco
este tema porque esa centuria fue una etapa muy difícil en el Santo Domingo
colonial, especialmente para la masa poblacional negra que moraba en la llamada
ciudad de los Colones. El drama humano que ello comportaba se derramaba hacia
los demás rincones de la colonia bajo control de la corona de España.
Quizás
sus efectos se proyectaron también hacia la demarcación en que está emplazado
el hoy municipio Gaspar Hernández.
Una gota de agua en el océano de abusos
coloniales lo constituyó un bando emitido en el 1545, tal vez bajo la
inspiración de las ideas del terrible vallisoletano Tomás de Torquemada, el fraile dominico de las hogueras y los Autos de
Fe, que simbolizaban a la mentada Inquisición, la misma institución que en un
ejercicio de soberbia perversión el monje Macedo pregonaba que había nacido en
el Cielo, para justificar un mogollón de maltratos y crímenes en la España
sometida al terror de unos cuantos desalmados que utilizaban viles normativas
policíacas y por encima de eso pregonaban que lo hacían en nombre de Dios.
La
referida orden colonial, con carácter de ucase, decía, entre otras cosas, lo
siguiente:
“Que
las negras se recojan, al tañer el Ave María a sus casas y no salgan a vender
hasta la campana del alba y estén por plazas y calles hasta la dicha oración
del ave María, y no más, so pena de cincuenta azotes atada la aldabilla de la
picota.”22
Bibliografía:
1-Geografía Física, Política e Histórica de la isla de
Santo Domingo. Imprenta J.R. Vda. García, 1915. Cayetano Armando Rodríguez.
2- Ley No.5083, promulgada el 20 de mayo de
1912.Bloque de Leyes del 1912.
3-Informe del general P.A. Charrier al presidente haitiano
Jean Pierre Boyer, 1839.Inserto en Obras Completas de José Gabriel García. Impresora
Amigo del Hogar, 2016.Volumen I. Tomos I y II.P405.
4-Ley No.1526 del 27 junio de 1938.Bloque de Leyes de
1938.
5-Historia de la División Territorial
1492-1943.Sociedad Dominicana de Bibliófilos. Segunda edición, 1993. Vicente
Tolentino Rojas.
6-Decreto No. 4749 del Presidente Ramón Cáceres. Bloque
Leyes y Decretos del 1907.
7- Artículo 4. Constitución de la República. Reforma del
14 de junio de 1907.Libro La Constitución Dominicana y sus Reformas
(1844-2010).Tomo I. Impresora Búho, 2014.Pp573-608, auspiciado por el Tribunal
Constitucional.
8-Ley No.925, promulgada el 18 de junio de 1945.
9- Ley No.638, del 23 de junio de 1944. Bloque de Leyes
de 1944.
10-Ley No.50-18, promulgada en mayo del 2019.
11-Antes de que te vayas…Trayectoria del merengue
folklórico. Impresora Amigo del Hogar, 2002.Pp337-339 y 261-268. Rafael Chaljub
Mejía.
12-Ecos de la Costa. Travesía por el litoral marino
dominicano. Impresora Amigo del Hogar, 2016.P73. Domingo Marte.
13-Sobre la topografía y geología de Santo Domingo. Volumen
I. Impresora Amigo del Hogar, 2005.P91. William More Gabb.
14- El Cristo de la Libertad. Obras Selectas de
Joaquín Balaguer. Tomo VII. Pp79, 96 y 97.Editora Corripio, 2006.
15-Compendio de la historia de Santo Domingo. Editora
de Santo Domingo, 1979. Volumen I. Tomos I y II. P429.José Gabriel García.
16-Historia de la Cultura Dominicana. Impresora Amigo
del Hogar, 2016. Pp21, 309,310 y 808.Mariano Lebrón Saviñón.
17-Decreto del 20 de octubre de 1852.Buenaventura
Báez.
18-Vetilio Alfau en Anales. Editora Corripio,
1997.página 82.
19-La Sumisión bien pagada. La Iglesia Dominicana bajo
la Era de Trujillo (1930-1961).Impresora Búho. Tomo I.P123.AGN. José Luis Sáez
Ramo.
20-El Arzobispo Fernando Carvajal y Rivera: Un crítico
de la política colonial en Santo Domingo. Revista Clío-enero-diciembre-1983.No.140.
Pp80-99. Fernando Pérez Memén.
21-Relaciones históricas de Santo Domingo. Volumen III.1957.Pp
81 y 82. Emilio Rodríguez Demorizi.
22-Los negros, los mulatos y la Nación Dominicana.
Editora Nacional 1969.P23. Franklin J. Franco.
(21-junio-2019).
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