HÉCTOR DOTEL MATOS: POETA, JURISTA, ENSAYISTA, SOCIÓLOGO, DOCENTE,
DOCTRINARIO Y ACADÉMICO
POR TEÓFILO LAPPOT ROBLES
El doctor Héctor Dotel Matos, con profundas raíces en
su tierra natal de San Juan de la Maguana, es una personalidad extraordinaria y
con un sitial bien ganado tanto en el parnaso dominicano como en otras esferas
de la vida nacional.
Su nombre es particularmente valorado en el foro de
los abogados que postulan en los estrados de los tribunales del país, por su
larga y limpia trayectoria como abogado litigante; consultor jurídico,
funcionario de alto nivel en instituciones estatales; así como por su probidad
y apego a la justicia cuando en el pasado le correspondió ser juez y ministerio
público.
Su consagración como profesor en diversos centros de
educación superior del país ha dado sus frutos en canteras de profesionales que
han libado en sus muchos saberes como catedrático de gran vigor y dominio de
los temas jurídicos.
Las enseñanzas del profesor Dotel Matos en academias
de Francia, especialmente en la universidad de Poitiers, quedaron registradas
como un timbre de orgullo para el pueblo dominicano.
Se formó desde muy joven para creer en las normas
legales, y en los alcances definitorios de las nociones jurídicas. Por ello no
pocas veces cuando penetraba a las aulas de las universidades donde brilló como
docente, por su sapiencia y facilidad didáctica, abordaba con holgura
conceptual todas las interioridades de la llamada ley de Hume, basada en la
eterna dicotomía del ser y del deber ser.
El profesor Dotel Matos retornó a la República
Dominicana después de haber profundizado en sus conocimientos académicos en
Francia. Egresó de la misma alma mater donde estudiaron el gran filósofo René
Descartes y otros personajes de fama
universal.
El transcurrir del tiempo, su alforja de conocimientos
teóricos y el cúmulo de experiencias obtenidas en la práctica del diario vivir,
lo transformaron en un doctrinario en diferentes ramas del Derecho.
Las reflexiones sobre temas de derecho, con su adobo
sociológico, del profesor Héctor Dotel Matos se han convertido en fuente de
constante consultas entre profesores, estudiantes, abogados en ejercicio y
escritores que incursionan en los áridos temas jurídicos.
Como académico, con profundos conocimientos sobre las
circunstancias sociales que han ido vertebrando al pueblo dominicano, y con el
dominio de su principal especialidad (dos veces doctor en Derecho y poseedor de
varios diplomados), hace con frecuencia grandes aportes colectivos en asuntos
variopinto, enriqueciendo así los tesoros de la cultura dominicana.
El doctor Héctor Dotel Matos es miembro distinguido de
la Academia de Ciencias de la República Dominicana, pero más allá de esa
respetable entidad, y no obstante su
gran valía intelectual, su integridad a toda prueba y su proverbial jovialidad,
nunca ha hecho presencia ostentosa en
conocidos cenáculos en los cuales algunos “sabios” criollos están anclados y
sujetados por potentes garfios. Son fabricantes y repartidores de premios y
también asignan a su mejor conveniencia sillones en algunas entidades
anquilosadas.
Oportuno es decir que en nuestro país es una archi
conocida y bochornosa práctica de camarillas de “los mismos de siempre”
(figurantes de cócteles sociales) que actúan con el comportamiento del uróboro,
ese ser mitológico que siempre vuelve a morderse la cola, en un constante
vaivén, retornando al mismo lugar.
Al escuchar de viva voz las opiniones del profesor
Dotel Matos y leer sus libros y ensayos se comprueba que él no ha convertido el
reposo hogareño en pasividad. La fragua familiar en su expansiva comodidad le sirve para exprimir de
su caletre las más variadas y sustantivas ideas con las cuales esclarece
conceptos y expone con sorprendente lucidez
una amplia gama de temas de interés colectivo.
En todas las facetas de su esplendente carácter se ha
mantenido activo, incluso ya en el otoño memorioso de su vida. Nunca ha sido
indiferente a lo que pasa en el país y fuera de las fronteras dominicanas.
El profesor Dotel Matos es inagotable extrayendo
nuevas producciones de la veta marmórea de su conciencia, ora burilando
filigranas de poemas, ora analizando leyes, interpretando fenómenos sociales,
explicando causas y efectos de hechos políticos, asesorando instituciones
públicas y privadas; lanzando a modo de bengala advertencias sobre diversos
tópicos de interés para el presente y el futuro de la nación dominicana, etc.
El poeta
Si se parte de la época de sus primeras publicaciones
poéticas se puede afirmar que Dotel Matos está clasificado, en el fértil
terreno de la poesía dominicana, dentro de la Generación de los años 60s del siglo pasado.
Esa camada
(dicho en su quinta acepción) de escritores apareció en el escenario de las
letras nacionales luego de que desaparecieran las cortapisas dictatoriales,
cuando ya sólo quedaban reflejos de las mordazas de esos censores oficiales que,
como el graznido lúgubre de auras tiñosas, con sus picos cortos y ganchudos,
impedían cualquier manifestación de disidencia, aunque ésta fuera en forma de
versos.
Se puede afirmar, sin menoscabo de la verdad, que Héctor
Dotel Matos surgió a la luz pública como poeta de envergadura, con partos
literarios que sobrevivirán su presencia en la tierra, cuando en el país quedó
atrás “la inquisición literaria.”
Eran los tiempos (como bien lo escribió el crítico
literario Pedro Peix) en que “existía un gran regocijo, un gran clamor por
transformar una realidad que aún pervivía caldeada de impurezas…Era una
realidad que parecía renacer sin vértebras precisas….”1
Sus poemas no están encasillados en ninguna corriente
literaria en particular, sino que él los lanza en surcos con la precisión de un
experto en siembra al voleo. La lectura de su obra lleva al reconocimiento de que se
trata de un poeta de verdad, cuyo numen está en diapasón con una lira que siempre se
mueve en un nivel de excelencia.
Su estro recoge en clave de poesía un amplio abanico
de opciones que se desparraman desde su pensamiento social hasta sus emociones
más íntimas.
Sin embargo, al hacer un paneo en varias de las
antologías poéticas de facturas sectarias que se han publicado en el país en
las últimas décadas se observa que la gran obra lírica de Dotel Matos ha sido
ignorada, así como también muchos alumbramientos de otros excelentes poetas
dominicanos.
Aquello no es una exclusión inocente. Ni es fruto de
la ignorancia de algunos antólogos, sino más bien es el resultado de ese
sedimento fijo de la mediocridad y de la envidia que permea el mundillo
literario criollo.
Ya lo escribió Dotel Matos, tal vez sin proponérselo,
y sólo porque él está muy por encima de esas nimiedades en las que otros
regodean sus espíritus liliputienses: “No quiero tener relación con sobras ni
llantos. /Soy un deseo sin proporción, un turno, un reflejo, un pesar social,
una piedra huérfana.”2
Pero la verdad monda y lironda es que al analizar la
poesía social del profesor Héctor Dotel Matos se nota el “deseo de hacer llegar
su prédica a la conciencia de toda la nación”, para decirlo con palabras de
Pedro Henríquez Ureña al resaltar la preocupación patriótica de su madre Salomé
Ureña.3
Prueba de lo anterior quedó plasmado en su poema
titulado Fraterno a Jacques, que es en sí una elegía a su amigo el poeta haitiano
Jacques Viau Renaud, muerto el 21 de junio de 1965, cuando tenía 23 años de
edad, mientras defendía en las calles de la ciudad de Santo Domingo la
soberanía dominicana ante la soldadesca gringa que hoyaba nuestra tierra.
En 41 palabras y 1 fonema consonante palatal y sonoro
resumió el gran poeta sanjuanero un mogollón de sentimientos: “Se ha perdido
una luz./Quieta/Sincera/Inmensa/Se ha perdido algo tan grande como la palabra
tierra…/Jacques Viau/hace tiempo quiero agarrar la brisa/y mis extremidades no
me dejan/Hace tiempo gusta,/que mi palabra es apenas un murmullo./”4
De la lectura del conjunto de su impactante obra de
ficción se observa que su quehacer poético ha estado guiado por la zozobrante cotidianidad
del pueblo dominicano, como cuando dice: “En este país sin paréntesis/en este
país sin semanas/los hombres no deberán callar/ Cuando el trigo se rebele de
espigas.”5
En el hermoso poema titulado Vientos y Presagios, Dotel Matos
escribió en el más sublime estilo literario así:
“Murió la fruta de los sueños inveterados fruta del
dolor./ ¡Cuánto espanto y tristeza!/Solo el huracán de recuerdos arrecia esta
tempestad de recuerdos./Tu poder de aparición, enjabona mi dolor y ese acechar
mítico da pasos a nuestros corazones.”6
Docente
El catedrático Héctor Dotel Matos dejó su fama reconocida
de hombre versado en los temas de su especialización en las universidades
Autónoma de Santo Domingo, Iberoamericana, O & M, Eugenio María de Hostos,
Instituto Tecnológico de Santo Domingo y otros centros de altos estudios.
Miles de jóvenes universitarios, con sus mentes
entonces en agraz, aprendieron con él a descubrir los secretos que guardan el
derecho penal en sus diferentes modalidades; el derecho civil en sus diversas
ramas, la criminología, el derecho internacional (público y privado); el
derecho comparado, con sus enriquecedoras fórmulas que permiten descubrir que
cada sociedad va creando con su cultura, sus creencias y sus vivencias
cotidianas un cuerpo de legalidad que le es propio.
Así también miles asimilaron en sus cátedras las
coordenadas del derecho administrativo con su riqueza jurisprudencial y
doctrinaria, y las vertientes del derecho comercial con su sólida base de
sustentación para el mejor desenvolvimiento de la economía a escala nacional e
internacional.
Doctrinario y ensayista
El Dr. Héctor Dotel Matos ha publicado una amplia gama
de ensayos jurídicos que lo convierten en uno de los más fecundos doctrinarios
dominicanos.
Antes de que en el país se promulgara la Ley 136-03,
que contiene el código para el sistema de protección y los derechos
fundamentales de los niños, niñas y adolescentes, ya él había escrito sus
ensayos sobre las infracciones legales en el ámbito de ese segmento de la
sociedad.
Con gran despliegue didáctico divulgó entre sus
alumnos y lectores en general sus opiniones con relación a los antecedentes
históricos de los organismos judiciales de prevención que tratan el tema
precedente, tanto en la República Dominicana como en muchos otros países.
Abordó con maestría la infracción juvenil y la
violencia, las pandillas juveniles y sus motivaciones. Al penetrar a la
etiología de esa problemática que afecta a todas las sociedades del mundo ha
escrito desde los trastornos orgánicos hasta las desuniones familiares como
causas generadoras de actos reñidos con las leyes que surgen de ese veleidoso
segmento de toda sociedad.
Dotel Matos fue uno de los doctrinarios pioneros en el
país en clarificar que el derecho administrativo va más allá del simple derecho
de la administración.
En su ensayo Evolución histórica del Derecho
Administrativo amén de analizar puntos sensitivos sobre la corrupción, la
responsabilidad administrativa y las infracciones penales de índole personal
cometidas por empleados gubernamentales, también desmenuza las raíces del
sistema contencioso administrativo, las cuales brotaron de los códigos
franceses.
Ha sido muy importante la participación doctrinaria
del profesor Dotel Matos en la Jurisdicción de lo contencioso-administrativo.
Es válido decir que esa rama del Derecho, tal y como lo explica la profesora Cosimina
Pellegrino Pacera, tiene tres ejes centrales de los cuales surgen ramas
periféricas: “a saber el órgano, la materia y el procedimiento.”
Como criminólogo de altos vuelos el profesor Dotel
Matos ha sabido penetrar el escalpelo de la investigación en la sociedad
dominicana, lo cual le ha permitido explicar extensamente los múltiples
factores que inciden en la delincuencia que desde hace mucho tiempo campea por
sus fueros a lo largo y ancho de la geografía nacional.
Pero él no se ha limitado a lo anterior, sino que
también ha expuesto sus opiniones para prevenir esa llaga social, y el
tratamiento multidisciplinario que es necesario aplicar para enfrentarla con
niveles satisfactorios de éxito.
De igual modo es pertinente decir que el profesor
Héctor Dotel Matos ha escrito ensayos enjundiosos sobre el crimen globalizado,
analizando más de 40 aspectos y variantes que convergen en el mismo.
Su doctrina criminológica le ha permitido exponer
sobre la sexopatía, el incendio criminal, los criminales suicidas, la
victimología, el sicariato, el nepotismo, el suicidio pasional, el incesto y la
marginalidad.
A su interés como exégeta jurídico no se ha escapado
la controversial eutanasia. La ha abordado con gran lucidez, a la luz de la
criminología.
Una de las más formidables demostraciones de la
laboriosidad intelectual del profesor Héctor Dotel Matos son sus libros
titulados Poesía Reunida, Paréntesis, Ensayos criminológicos, Introducción al
estudio de la criminología, Niños o menores infractores de la ley, Introducción
al Derecho Penal, La Justicia contenciosa administrativa dominicana, Manual de
Derecho Penal General y Procedimiento Penal, Panorama del Crimen, Las
infracciones penales ante el Tribunal de Tierras y otros.
Bibliografía:
1-La Narrativa Yugulada. Impresora Alfa y Omega, 1981.Pp16 y 21.Pedro Peix.
2-Frustración (poema).Héctor Dotel Matos.
3-Obras completas. Tomo II. Estudios
literarios.P111.Editora Universal, 2003. Pedro Henríquez Ureña.
4-Fraterno a Jacques (poema).Héctor Dotel Matos.
5-País sin paréntesis (poema).Héctor Dotel Matos.
6-Vientos y presagios (poema).Héctor Dotel Matos.
Publicado 7-noviembre-2020.Diario Dominicano.
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