viernes, 26 de agosto de 2011

CONFERENCIA SOBRE EL LIBRO Y LA IMPORTANCIA DE LA LECTURA, DICTADA POR TEOFILO LAPPOT ROBLES EN EL COLEGIO LA ROTONDA ,SANTO DOMINGO.


Hoy, 25 de abril del año 2002, nuestro país está de fiesta porque a las siete de esta noche se inagura la Quinta Feria Internacional del Libro, la cual tendrá una duración de diez días, es de decir, que termina el 5 de mayo. Este año ha sido bautizado ese acontecimiento cultural con el nombre del gran humanista de fama internacional don PEDRO HENRIQUEZ UREÑA y dedicada al hermano país de Venezuela.
PEDRO HENRIQUEZ UREÑA es un orgullo permanente para todos los dominicanos, pues su producción como intelectual de alto calibre mantiene permanentemente el nombre de nuestro país en la más alta cumbre de los círculos de intelectuales de toda América, tanto la latina como la sajona. Con Venezuela tenemos vínculos indestructibles, por múltiples razones, comenzando por que en ese hermoso país vivió durante muchos años y allí murió el padre fundador de la dominicanidad, JUAN PABLO DUARTE.
Es por ello que podemos decir sin temor a dudas que es doblemente merecido el hecho de que esta feria lleve el nombre del mayor de los hermanos HENRIQUEZ UREÑA y que se dedique a la patria de SIMON BOLIVAR.
Participaran 125 casas editoriales, que expondrán los libros que ellas editan. 25 países latinoamericanos estarán presentes a través de sus respectivos escritores, poniéndonos a tono con la literatura que se cultiva en cada uno de ellos.
20 bibliotecarios internacionales expondrán, también, su producción cultural.
125 librerías dominicanas estarán presentes desde hoy para que el pueblo dominicano, y muy especialmente los niños y los jóvenes puedan nutrirse con el bienhechor pan de la educación.
Pero el tema de este conservatorio no es la feria del libro, sino el libro y la lectura.
Debemos comenzar, pues, diciéndoles que el día 23 de cada abril se celebra a nivel mundial el DIA DEL LIBRO.
Esa decisión fue tomada por un organismo de la ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS llamado UNESCO, que se dedica a resaltar en todo el mundo las ciencias y la cultura.
Se escogió ese día porque el 23 de abril del año 1616 murieron de manera sorprendentemente coincidente los famosos escritos MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA, WILLIAMS SHEKESPEARE y GARCILASCO DE LA VEGA, mejor conocido como EL INCA.
El libro y la lectura son como dos hermanos que siempre andan juntos. El libro es el mejor medio que tienen los seres humanos para adquirir conocimientos.
A través de la historia de la humanidad el libro ha sido el mecanismo más efectivo para difundir los conocimientos que ha ido adquiriendo el hombre, pero al mismo tiempo todavía no se ha investado ningún otro medio que pueda sustituirlo para guardar esos conocimientos.
A través de los libros obtenemos no solo los conocimientos esenciales para llevar una vida digna, sino que también conseguimos información básica para el desenvolvimiento cotidiano del día a día y adquirimos la formación que nos permite desarrollar todo el potencial humano de que cada uno es poseedor como un don o regalo que nos da Dios desde el momento mismo de la concepción.
Por medio de los libros sabemos como se han desarrollado las diferentes sociedades que integran la humanidad desde los albores de la existencia del hombre sobre la tierra.
La historia de pueblos remotos, algunos ya desaparecidos sólo la sabemos gracias a los libros. Las grandes luchas bélicas entre naciones no pudo haber llegado hasta nosotros si no fuera por los libros. La cultura que caracteriza a cada país es de nuestro conocimiento merced a un puñado de hojas impresas que recibe el nombre de libro.
El ser humano siempre ha sentido el deseo manifestar sus sentimientos e inquietudes, tanto para las generaciones presentes como para las futuras, y el vehículo por excelencia para ello ha sido el libro.
En fin, sin el libro el mundo no fuera como es, pues desconociéramos casi el 100 por ciento de las cosas que ocurrieron antes de nosotros tanto en nuestra tierra como allende o más allá de los mares.
Los libros son, en consecuencia, una fuente permanente en la cual todos debemos beber para acrecentar nuestros conocimientos y domar los ímpetus que a veces son tan dominantes en los seres humanos.
Pero los libros no siempre han sido como lo conocemos nosotros.
El primer texto, categorizado como precursor del libro, correspondió a los sumerios, que habitaban la región de Mesopotamia, 3 mil años antes de Cristo. Se le llamó cuneiforme a dicha escritura por la forma de cuñas de sus símbolos. Luego llegaron los jeroglíficos egipcios, que desaparecieron cuando se creo un alfabeto de 22 signos creado por los fenicios.
Después de la hazaña de los fenicios surgió el papiro, en el delta del río Nilo, en el Egipto, de cuyo nombre surge la palabra papel.
Pero el gran salto que en materia de cultura dio la humanidad fue en el siglo 15 con el procesamiento del papel y el descubrimiento de la imprenta.
El inventor de la imprenta fue el alemán Gutenmberg, en el año 1452. El primer libro que se publicó fue la Biblia en el año 1456.
Con la imprenta se facilitó la publicación de libros y se masificó, como decimos ahora, el saber a través de los libros. Nada, hasta ahora ha podido quitar el papel de primer orden que juega el libro en el mundo de la cultura. Según historiadores de la cultura universal el primer libro escrito en nuestra lengua data del año 1471 y se dice que fue uno titulado SINODAL DE AGUILAFUERTE.
Pero de los que se tiene certeza es de que la primera gramática en lengua española fue la GRAMATICA CASTELLANA del filólogo ANTONIO DE NEBRIJA, impresa en el año 1492.
La primera imprenta que funcionó en América Latina fue establecida en México en el año 1540, lo que constituyó todo un acontecimiento cultural para nuestro continente.
El hábito de la lectura es imprescindible para tener una buena base cultural, pues la cultura no se transmite como se pasa un liquido de un recipiente a otro, o como se dice en física por ósmosis. No, la cultura es un proceso lento, que debe comenzar en los primeros años de la existencia. El pensamiento, la memoria y la creatividad tienen su principal fuente de inspiración en la lectura.
Por medio de la lectura desarrollamos, a su vez, la escritura. La primera es receptiva y la segunda productiva.
Hay como es natural opiniones diferente entre los estudiosos de la cultura con relación al momento en que deben comenzar los niños su labor de aprendizaje a través de la lectura. Unos plantean que debe ser después de ingresar en la edad escolar, y otros sostienen que antes, y alegan para ello que desde los primeros tres años de vida los niños comienzan a establecer relaciones entre la lengua oral y la escritura.
Pero se ha comprobado de manera científica que desde los tres hasta los diez años es la época más importante para iniciar el gusto por la lectura. De ahí que es de mucha importancia que los primeros libros que se lean caucen gran impacto, por su contenido, en el incipiente lector.
Un libro pesado, muy voluminoso, de párrafos de difícil interpretación y con un tema que no sea del particular interés del novel lector, puede producir un efecto contrario al buscado.
Esa poderosa razón obliga a que los padres, tutores y profesores conduzcan a los niños hacia un tipo de lectura suave, que permita ir afianzando en ellos el amor por la lectura. Luego ese inmenso placer se convierte en un hábito del cual no se podrán desprender, felizmente, jamás.
La capacidad espiritual de los seres humanos recibe como un chaparrón de agua lluvia sobre tierra fértil cuando se lee un libro. El libro es un nutriente de extraordinaria valía en la formación humana.
El libro, como herramienta de educación, es un puro dinamismo y fuente de liberación de las capacidades creadoras que todos tenemos.
A través del libro se aprende ciencia, geografía, biología, física, química, matemática y todo el saber acumulado por la humanidad a través de los siglos.
Pero la materia prima de los libros podemos decir que es, sin temor a equivocarnos, la literatura.
Es por ello que las primeras lecturas deben girar en torno a libros que traten temas literarios. Decía el escritor ruso LEON TOLSTOI que la literatura se propaga por contagio.
Si nos llevamos de ese pensamiento, debemos decir que la enseñanza de la literatura debe consistir en poner al alumno en contacto con las mejores creaciones.
Si hacemos eso podemos afirmar que el deseo de leer será permanente en el estudiante.
Todos los críticos literarios están de acuerdo en que el mejor nivel de desarrollo de la lectura para los alumnos de enseñanza primaria, intermedia y secundaria es la forma de narrativa y asuntos en que esté presente alguna manifestación de acción, características que están siempre presente en los poemas épicos, la novela y el cuento.
El libro y la lectura debe ser como un devociario que cada niño y cada joven y cada ser humano, no importa su edad, debe tener permanentemente consigo.
Sin el libro y sin la lectura no hay posibilidad de cultura y de educación. La cibernética, el mundo de la alta tecnología, no podrá eliminar el libro. De ese susto no moriremos.
MUCHAS GRACIAS.

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