TIBURÓN, UN PRESIDENTE DE CUBA
POR TEÓFILO LAPPOT ROBLES
José
Miguel Gómez y Gómez fue un valiente líder militar. Muy joven llegó al alto
grado de mayor general en el Ejército Libertador de Cuba, bajo el mando supremo
del general en jefe Máximo Gómez Báez, ilustre dominicano.
El
28 de enero de 1909 tomó posesión como el segundo presidente de la mayor isla
antillana. Durante su mandato ocurrieron hechos que mancharon la dignidad
patriótica que había alcanzado el nativo de la provincia Sancti Spiritus.
Se
envileció personalmente con la corrupción, y también propició que sus más
cercanos colaboradores se enriquecieran a costa de los bienes públicos. Además,
su gobierno fue represivo.
Al
presidente Gómez se le apodó Tiburón, por su codicia expresada en una ambición
desmedida de acumular fortuna personal sustrayendo el dinero del Estado cubano.
Sus
más cercanos seguidores (la llamada “pandilla de Gómez”) lo defendían con un
pragmatismo carente de sentido ético. Decían: “-¡Tiburón se baña pero
salpica…!” Algo así como que él robaba, pero dejaba que los suyos también
robaran.
Habiendo
sido él un mambí sobresaliente olvidó la consigna enarbolada por José Martí,
como resumen de la lucha de hombres y mujeres que en la manigua cubana
sacrificaron la tranquilidad del hogar, sus medios de sustento y muchos hasta
perdieron la vida, enfrentando a poderosos ocupantes: “Una República con todos
y para el bien de todos.”
A
parte de la mega corrupción, uno de los hechos que marcaron su mandato
presidencial fue la masacre contra miles de negros y mestizos integrantes del
Partido Independiente de Color, quienes luchaban por sus derechos sociales y
políticos.
Dicho
lo anterior al margen de que el periodista cubano-colombiano José Pardo Llada
lo definiera, en un libro de memorias cubanas, como un guajiro generoso y
simpático. (Yo me acuerdo.P.227).
En
febrero de 1917 Tiburón dirigió un movimiento armado contra su sucesor, el
conservador Mario García Menocal.
Esa
acción armada fue llamada “el alzamiento de la chambelona”, pues los
combatientes fieles a Tiburón entraban a los pueblos al ritmo de esa conga
popular cubana.
Fracasó
en su intento de derrocar al presidente García Menocal, quien también fue mayor
general, llegando a ser jefe del quinto Cuerpo del Ejército Libertador de Cuba,
al final de la tercera guerra de independencia de ese país (1895-1898). Tenía
entonces 32 años de edad.
En
el referido conflicto de política
interna entre alias Tiburón y García Menocal este tuvo el apoyo del presidente
estadounidense Woodrow Wilson, el mismo personaje que en el 1916 ordenó invadir
la República Dominicana.
El
poeta cubano Nicolás Guillén revela en sus memorias que siendo niño en Camagüey,
su ciudad natal, aprovechó una visita del presidente Gómez para decirle: “¡Viva
Tiburón!”, recibiendo como respuesta de dicho gobernante lo siguiente: “Niño,
Tiburón me dicen mis enemigos, yo soy el general Gómez.”(Páginas Revueltas).
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