BANÍ:
MANGOS, DUNAS, SALINAS Y PLAYAS
POR
TEÓFILO LAPPOT ROBLES
BREVE HISTORIA DE BANÍ
En
el lenguaje sin gramática de los taínos Baní significaba abundancia de agua. Tiene
una historia larga, desde el mismo siglo XV, cuando era un simple cruce de caminos,
hasta el presente.
Uno
de los personajes que ejerció el mando indígena en ese territorio fue el
cacique Baní.“Varón astuto” lo calificó el sacerdote y explorador sevillano
Juan de Castellanos, en la primera parte de su extensa obra publicada en 1589.
La
ciudad de Baní tiene ahora 254 años de existencia. Hay casi consenso en que fue
fundada formalmente el día 3 de marzo del año 1764, con el nombre de Villa de
María Santísima de Regla de Baní, bajo la gobernación colonial de Manuel de
Azlor Uríes.
Algunos
dicen que su origen fue cuatro años después de dicha fecha. Por ejemplo hay una
crónica que arranca así: “31 de mayo de 1768.Azlor, carta sobre instancias de
los vecinos del valle de Baní, en solicitud de licencia para formar una villa
en aquel paraje.”1
Pero
lo que no está en duda es que antes de su fundación ya en el valle de Peravia
se producían hechos que escalaron las páginas de la historia, particularmente
por los constantes contrabandos ocurridos tanto en tierra como en sus costas
del Mar Caribe.
Pruebas
al canto: “31 de octubre de 1723. Nombramiento de Cabo principal de la guardia
del Valle de Baní para d. Nicolás de Guridi Coronado, alférez reformado, para
que vigile las costas sobre trato ilícito…”2
“Don
Luis Ortiz, vecino de SD, sacó del valle de Baní cantidad de mulas y caballos
que cambió en la colonia francesa por ropa; otros contrabandistas también,
protegidos por el teniente coronel Ramírez y el maestre de campo Carvallo. El
fiscal Carrillo da cuenta de las quejas de los naturales por estas cosas, en
carta de SD, 30 de abril de 1725.”3
Ha
quedado registrado que muchos banilejos adversaban al latifundista de Cotuí
Juan Sánchez Ramírez, quien en realidad no era ningún patriota. Después del
triunfo de Palo Hincado, en un altozano seybano, llegó al palacio de gobierno
con “casaca azul cubierta con retratos de Fernando VII”. Su desastroso y
nepótico gobierno condujo a la llamada España Boba, entre otras cosas.
Como
consecuencia de la actitud hostil hacia el proyecto del referido hacendado
cotuisano, denominado La Reconquista, en Baní hubo muchos arrestos. Desde su
Cuartel General instalado en Hainamosa, Juan Sánchez Ramírez le informó a
Francisco Fernández de Castro, en carta del 11 de febrero de 1809, lo siguiente:
“Los señores Landestoy y Dumé, atendiendo a
los informes de don Francisco Pérez y don Fermín Sanquintín y otros españoles
honrados, les concedí la libertad, advertidos de no dar motivos a sospechas, y
en esa virtud deben gozarla, pero es menester que Ud. tenga siempre cuidado con
ellos y otros que se deba desconfiar.”4
En
el siglo 18 la comunidad de Baní estaba formada en su mayor parte por canarios
provenientes de las islas Tenerife, Gran Canaria, La Gomera, Lanzarote y La
Palma.
Su
legado se mantiene. Aún se observan en Baní algunas de sus costumbres religiosas,
culinarias, sociales, así como algunos rasgos raciales característicos de los
guanches y castellanos.
En
las montañas de Baní se construyeron manieles para refugio de muchos descendientes
de los africanos traídos como esclavos a América, quienes al rebelarse contra
la opresión colonial crearon lo que se ha denominado el cimarronaje; que fue
una actitud con proyecciones sociológicas y raíz antropológica (verbigracia
crearon el famoso baile del folklore dominicano llamado Sarandunga).
Sobre
el cimarronaje en Baní y otros territorios dominicanos han escrito cientistas
sociales y literatos como Dagoberto Tejeda, Carlos Esteban Deive y otros. Para
mejor entender tan importante hecho humano en otros lugares antillanos basta
leer la vida de Esteban Montejo, narrada magistralmente por el etnólogo cubano
Miguel Barnet Lanza, en su obra Biografía del Cimarrón.
Hace
varias décadas un poeta banilejo, describiendo al Baní de su infancia, dijo:“…las
casas agobiadas por la carga de los años y la sequía, con sus puertas
desvencijadas pintadas con almagre rojo…El viento arrancaba trozos a las canas
de los techos y levantaba nubecillas de polvo, aquí y allá y más allá.”5
Ya
no es tan así, pero en la arquitectura urbana banileja quedan vestigios del
verismo de aquel relato.
La ciudad de
Baní está custodiada por onduladas montañas del costado sur de la Cordillera
Central. Las dos más famosas son Cerro Gordo y el Cucurucho.
El
Cucurucho fue declarado monumento natural Rafael Herrera Cabral, mediante el
Decreto 40-15 del 5 de marzo del año 2015.
De
esos cerros escribió Félix Servio Ducoudray hijo, en el periódico El Caribe, el
23 de junio de 1979, lo siguiente: “Nos salen al encuentro los cucuruchos del
Peravia, cerros aislados, de cúspide afilada y estampa triangular.”6
Francisco
Gregorio Billini, ilustre combatiente de la Restauración, escribió en su novela
titulada Baní o Engracia y Antoñita una radiografía social de la segunda mitad
del siglo diecinueve de esa comunidad.
A
través de los personajes Leopoldo, Felipe Ozán, Enrique Gómez y los demás se
descubre la culinaria, las creencias religiosas, las tradiciones más arraigadas
y en general la base cultural de una ciudad de la cual ese autor dijo que:
“semeja a una canasta de mimbre cubierta de chispas de oro y con bordes de
plata, llena de objetos multicolores...”7
El
arborizado parque central de Baní lleva el nombre del luchador restaurador banilejo Marcos Ezequiel
Antonio Cabral Figueredo. La plaza de la cultura está dedicada a la memoria del
distinguido educador e historiador local Joaquín S. Incháustegui.
La
banda Municipal de Música de Baní fue fundada en el 1912, es decir que tiene
más de cien años, y sigue activa.
En
el corazón de la ciudad está la catedral Nuestra Señora de Regla, patrona de
los católicos banilejos desde el siglo 18. Se construyó mediante colectas
públicas realizadas entre sus comunitarios.
La
iglesia original fue construída mediante colecta pública: “…como se ha
levantado el templo de Baní, sin lágrimas, sin duelos, sin sacrificios, sin
fraudes, sin mentiras; como obra de bien, como obra de buena voluntad, como
obra de buena fe, como obra de todos para todos…”8
En noviembre de
1986 el Papa Juan Pablo II, mediante Bula Papal, creó la Diócesis de Baní.
Desde entonces el referido templo tiene el rango de Catedral y sirve de Sede al
Obispo.
BANÍ
EN LA INDEPENDENCIA
Baní
figura como uno de los pueblos que más contribuyó con elementos bajo las armas
en la defensa de la Independencia Nacional, amén de que fue un escenario clave
para el sostenimiento de la misma, durante los 11 años en que el país recibía
las embestidas del ocupante desalojado.
El
General Manuel de Regla Mota y otros valerosos banilejos mostraron su coraje en
las diversas batallas (19 de Marzo, El Memiso, El Número, Cachimán, La
Estrelleta, Las Carreras, Arroyo de los Pericos, etc.) desarrolladas contra los
intrusos haitianos en la zona Sur del país.
En la costa de
Baní ocurrió un hecho de importancia en las luchas de consolidación de la
Independencia Nacional:“La goleta María Luisa, primer cosario que levó anclas
en Santo Domingo con rumbo a Azua, al mando del comandante Simón Corso, pero
que viéndose perseguido por fuerzas enemigas superiores, tuvo que embarrancar
en las costas de Baní, salvándose milagrosamente la tripulación…”9
DUARTE Y
SANTANA EN BANÍ
Juan
Pablo Duarte, que había retornado al país el 21 de mayo de 1844, se dirigió a
Baní acompañado del trinitario Pedro Alejandrino Pina y otros patriotas con el
claro propósito de hacerle saber a Santana las consecuencias negativas de su
extraña retirada a Sabana Buey y, además, tratar de coordinar con él acciones
efectivas para garantizar la recién adquirida Independencia Nacional.
Fue
fallido el esfuerzo del Padre de la Patria. A Duarte le tomó tiempo descubrir
que Santana tenía en su mente ejecutorias ajenas al ideal trinitario.
Entre
ambos personajes había una diferencia de actitud abismal. El primero creía en
la viabilidad de la República Dominicana, mientras el segundo cavilaba y se
movía en el carromato del resentimiento y de los intereses económicos que
encarnaba.
Tal
vez por eso no pocas veces Santana, a quien el aguerrido patriota Félix Mota
apodó El Chacal del Guabatico, actuaba como un héroe de teatro, con cierto
parecido al Creonte de Sófocles, en la tragedia Antígona.
“…el General Santana no tuvo jamás la
conciencia de la nacionalidad puesto que peregrinó durante 17 años por las
Cancillerías francesa, española, inglesa y norteamericana ofreciendo la
Independencia de la República a cambio de ayuda exterior que solamente su falta
de fe en el patriotismo y en la capacidad de resistencia del pueblo dominicano
creía necesaria.”10
POETAS Y LITERATOS EN BANÍ
Baní
es uno de los pueblos dominicanos que más ha llamado la atención de literatos y
artistas criollos y extranjeros.
Uno
de los principales exponentes del barroquismo literario, dijo que “los maravillosos campos de Baní
son la sal y la alegría de la tierra... Oh como caminan las mujeres de Baní!
Son palas Athenea por senderos cuajados de rosas y gladiolos!”11
Eduardo
Brito, el más famoso barítono dominicano, cuyo arte trascendió las fronteras
nacionales, popularizó hace casi cien años el pregón “mangos de Baní.”
Mucho
después el gran compositor Rafael Solano, en su canción Dominicanita, puso este
sugerente estribillo: “carita de mango banilejo”.
Ambas
expresiones son como himnos populares en honor a esa jugosa y sabrosa fruta
tropical, que florea y domina los campos de Baní y toda Peravia.
El
escritor Joaquín Balaguer dijo de Baní que es “la flor de la República.”
Eugenio
María de Hostos, el insigne educador puertorriqueño, expresó que es “un
verdadero paréntesis etnológico” y dijo más el maestro antillano: “Ah! ¡Llegue
pronto la República entera a ser Baní!”.
Las anteriores
son simples muestras de una amplia cantera. Otros también se refirieron en
términos elogiosos a Baní.
LOS MANGOS BANILEJOS
Por
su sabor, olor, pulpa jugosa y la calidad de su textura, los mangos banilejos,
en sus diferentes variedades, son los más famosos del país. Miles de tareas de
tierra en loma y llano de la provincia Peravia están dedicadas al cultivo de
esa fruta.
Su
exportación es una importante fuente de divisas para la economía nacional.
Todos los años se celebra en el parque central de Baní la feria del mango, en
la cual participan productores y consumidores, nacionales y extranjeros.
LAS SALINAS DE BANÍ
Desde
los tiempos del gobernador colonial Nicolás de Ovando las salinas de Baní fueron
objeto de codicia y medio de múltiples
negocios casi siempre turbios.
En
un recodo de sus colindancias con el mar Caribe, en un extremo del pequeño
poblado de Las Salinas, hay una salinera formada por terrazas hacia las cuales
se conduce agua marina, provocando su evaporación. El proceso de transformación en sal se hace en
aproximadamente tres semanas.
En
realidad es un auténtico vallecito salado, con una amplia playa de agua tibia
al fondo. El nombre de ese lugar no podía ser más sugerente: Puerto Hermoso.
Cristóbal Colón
consigna en su libreta de apuntes que llegó a ese sitio el 30 de julio de 1502.Eso
lo salvó de un naufragio seguro, puesto que las aguas estaban encrespadas por
una tormenta que cruzaba el Mar Caribe.
Puerto
Hermoso fue atacado el primero de febrero de 1538 por consarios franceses que
mataron a la tripulación de tres barcos surtos allí y saquearon todo.
Un
acucioso banilejo escribió así: “Salinas. Inaugurada por el gobernador Ovando
en la época de la Colonización, hizo rematar con muy buen provecho las salinas
naturales de Puerto Hermoso, las primeras y mejores, para entonces, de todas
las Antillas.”12
El
2 de enero de 1867 se dicta la “Resolución del Poder Ejecutivo concediendo al
Ayuntamiento de Baní, el beneficio de las salinas de aquel lugar.”13
Pero
esa adjudicación duró poco. El 10 de mayo del año 1870 el entonces Secretario
de Finanzas y Comercio suscribió en su dicha calidad un contrato con el señor Carlos
B. Báez, “general de los Ejércitos de la República y Senador”, mediante el cual
se le cedieron las salinas banilejas en arrendamiento, extensivo a sus socios y
herederos, “por el período de cincuenta años”.
El
gobierno dominicano recibiría como pago “el 5% del producto de las salinas, en
sal o en su equivalente en dinero efectivo”.
Dicho
contrato era tan leonino (como sacado de una fábula de Cayo Julio Fedro) que se
hizo constar en el mismo que: “Los barcos extranjeros que tomaren carga en las
salinas no tendrán la obligación de obtener un permiso de cabotaje.”14
La
mala maña de utilizar los recursos públicos para beneficiar a funcionarios de
turno, socios y allegados viene de viejo. Una prueba banileja sirve como representación
gráfica de eso:
“Se ha informado que hay depósitos minerales
de distintas clases en el río Baní…la
poca tierra disponible para el cultivo pertenece al alcalde del distrito y se
lo siembran unas cuantas personas, quienes cultivan café y plátanos
principalmente…”15
LAS DUNAS DE BANÍ
Las dunas
costeras de Baní son el más grande desierto caribeño. Esos promontorios de fina
arena, situados entre los poblados de Matanzas, La Caldera y Salinas, abarcan
una extensión de casi 30 kilómetros cuadrados y en algunos puntos se elevan
hasta 35 metros.
Su formación
data de millones de años. Las partículas de arena llegaron con el viento
marino. Los mangles de su lado oeste hacen de barrera protectora de esa riqueza
natural. En la superficie se observan cactus y arbustos aptos para sobrevivir
con esa composición geológica.
Ello
es así aunque “las dunas desérticas pueden ser también, como éstas de Las
Calderas, cementerios de plantas...No son todas las que logran sacar su vida a
flote de ese ahogo...a veces mueren y quedan enterradas.Secas.Momificadas.”16
Mediante
el decreto presidencial número 233-96 se le confirió la condición de reserva
científica. El nombre oficial de estas dunas es Félix Servio Ducoudray hijo, en
homenaje al intelectual y periodista oriundo de Higüey, publicista de las
mismas y consagrado luchador por la preservación de todas las riquezas
naturales dominicanas.
CINCO PRESIDENTES DE LA REPÚBLICA
La República
Dominicana ha tenido tres presidentes nacidos en Baní: Manuel de Regla Mota,
Marcos A. Cabral y Eladio Victoria. Otros dos, Jacinto de Castro y Francisco
Gregorio Billini, estuvieron muy vinculados afectiva y familiarmente con esa
ciudad y se consideraban banilejos adoptivos.
MÁXIMO GÓMEZ Y JUAN ALEJANDRO ACOSTA
En Baní nació,
el 18 de noviembre del 1836, el generalísimo Máximo Gómez Báez, General en Jefe
del Ejército Libertador de Cuba. En noviembre del 2016, con motivo de cumplirse
180 años de su nacimiento, se inauguró en el solar donde nació una réplica de
la casa de sus padres, hecha con tablas de palma, horcones de madera dura,
techada de cana y con piso de tierra pulida.
El
23 de agosto de 1998 el entonces presidente de Cuba Fidel Castro Ruz visitó el
lugar. Allí hay una tarja con palabras de gratitud de los cubanos al adalid
banilejo que ayudó a la libertad de Cuba.
Máximo
Gómez, calificado por Juan Bosch el Napoleón de las guerrillas, mantuvo grato
recuerdo de su Baní natal: “…A mi pueblo, a mi Baní del alma no lo he olvidado
ni un solo momento en medio de los azares de la ruda campaña terminada con el
triunfo del derecho y la libertad. Ese es el rincón querido…..A toda aquella
gente mía, mis recuerdos!”17
Juan Alejandro
Acosta también nació en Baní, en el 1813. Firmó el manifiesto del 16 de enero
de 1844. Tuvo un papel destacado el 27 de febrero de 1844, en la Puerta del Conde.
Desempeñó un brillante papel en el combate naval de Tortuguero. Fue Co-fundador
y jefe de la Marina de Guerra.
PROVINCIA PERAVIA
La
ciudad de Baní es la capital de la provincia Peravia. Originalmente se denominó
precisamente Baní, mediante la Ley 747, del 23 de noviembre de 1944, tal y como
se comprueba en la Gaceta Oficial No. 6175. Apenas duró 8 días con dicho
nombre. El primero de diciembre del citado año se creó la Ley 750, mediante la
cual se cambió ese nombre por José Trujillo Valdez, quien fue un experto en
abigeato y otras ilicitudes, pero padre del tirano Trujillo Molina. Mediante la
Ley 5685, del 29 de noviembre de 1961, se le designó Peravia.
La
provincia Peravia, con el municipio de Baní a la cabeza, es altamente
agropecuaria. Tiene inmensas llanuras cultivadas de mangos, musáceas, cítricos,
ajíes, tomates, caña de azúcar, berenjenas, tayotas, lechuga, arroz,
habichuelas y maíz.
También
se fomenta en la parte llana una ganadería intensiva de vacunos y caprinos, con
la aplicación de métodos modernos para
el procesamiento de la producción de leche a gran escala.
Sus
extensas lomas están cargadas además de magos, de cafetos, cacaotales y otros
rubros agrícolas. En sus cerros y altozanos también se desarrolla una abundante
ganadería extensiva, con pastoreo abierto.
Sobre
la producción agrícola de la provincia Peravia el
eminente y culto Ing. Agrón. Ramón Arturo Guerrero Valera escribió en el
1979 así:
“El
clima semiárido, las tierras fértiles y llanas del valle de Peravia atravesadas
por el río Nizao, han hecho de aquella región el principal centro de producción
de cultivos bajo riego. Los agricultores banilejos tienen más de 100 años de
experiencia en el manejo del riego, la mitad de los 215 años que tiene de
fundada la ciudad de Baní. ..En 1946 comenzó a funcionar el canal “Marcos A.
Cabral”, dando lugar a una mejor organización del riego…”18
El
litoral marino de la provincia Peravia tiene hermosas playas para deleitar a
sus visitantes, conjuntamente con una gastronomía a base de pescado.
Los
demás municipios y distritos municipales de la provincia Peravia tienen una
historia tan vibrante, desde los tiempos precolombinos, y un presente tan
activo, que se hace necesaria una entrega exclusiva para ellos.
Bibliografía:
1-Noticias
históricas de Santo Domingo, p151.v.I. Editora Taller 1978. Fray Cipriano de
Utrera.
2-Noticias
históricas de Santo Domingo, v. IV. p156. Editora Taller 1979.Fray Cipriano de
Utrera.
3-
Ibidem, v. II., p315,316.Editora Taller 1978.Fray Cipriano de Utrera.
4-Diario
de la Reconquista. Editora Montalvo,1957.p270.Juan Sánchez Ramírez.
5-El
Pozo Muerto, Editor UCMM 1980.Héctor Incháustegui Cabral.
6-Obras
Completas.p209.Reproducción. Héctor Colombino Perelló.
7-Baní,
o Engracia y Antoñita. Francisco Gregorio Billini. Editora de Colores, S.A., 1998.
8-Hostos
en Santo Domingo. p105, editado en el 1939 por Emilio Rodríguez Demorizi.
9-
Rasgos biográficos de dominicanos célebres. Editora del Caribe. P 313. José
Gabriel García.
10-Espigas
Históricas, p214.ADH 1972.Víctor Garrido.
11-Papeles
de Logroño. Arturo Logroño. Sociedad Dominicana de Bibliófilos, año 2004.
12-
Reseña histórica de Baní. Editora Búho, julio 2001, p17. Joaquín S.
Incháustegui.
13-
Colección de Leyes de 1867.p5.
14-
Comunicación del 18 de mayo de 1870. Dirigida por Ricardo Curiel, Secretario de
Finanzas y Comercio, al Auditor General del Tesoro de la República.
15-
Informe de la Comisión de Investigación de los E.U.A. en Santo Domingo, 1871. p243.
Editora Montalvo, 1960.
16-La
Naturaleza Dominicana.V.3.p15.Editora Corripio,1 marzo 2006.Félix Servio
Ducoudray.
17-
Carta de Máximo Gómez a Francisco Gregorio Billini del 5 de diciembre de
1898.Papeles Dominicanos de Máximo Gómez, p.77, editado en el 1985 por Emilio
Rodríguez Demorizi.
18-La
Coyuntura Agraria Dominicana 1976-1990.p79.Impresora Amigo del Hogar, agosto
2017. Ramón Arturo Guerrero Valera.
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