sábado, 20 de febrero de 2021

BARAHONA: LA PERLA DEL SUR DOMINICANO

 

BARAHONA: LA PERLA DEL SUR DOMINICANO

 

POR TEÓFILO LAPPOT ROBLES

Ciudad Santa Cruz de Barahona

Santa Cruz de Barahona es la capital de la provincia Barahona. Está ubicada en un recodo de la bahía de Neyba.

Pero en una ocasión también fue capital de la República, tal y como así lo estableció el Decreto No.5203, promulgado el 26 de febrero de 1913, con motivo de haberse instalado allí para despachar los asuntos oficiales de la nación el presidente Adolfo Alejandro Nouel Bobadilla.1

Desde esa ciudad, acorada entre el mar Caribe y la Sierra del Bahoruco, y con un arco de triunfo en su entrada oriental, reminiscencia de la forma en que eran recibidos en la antigua Roma los guerreros que llegaban con los laureles del triunfo, Nouel Bobadilla renunció a la Presidencia de la República, el 30 de marzo de 1913, víctima de lo que él denominó como “la polilla palaciega”.

Se le conoce también como la Perla del Sur. Si nos atenemos al origen etimológico o significado de la palabra perla, que proviene de las antiguas lenguas germánicas, y entre otras cosas se usa para resaltar lo que es precioso, hay que concluir que ese sobrenombre le cabe perfectamente a esa gran población. 

 Es la ciudad más grande y activa de la franja sur del Suroeste dominicano, liderando muchas de las actividades económicas, sociales y políticas de las cuatro provincias que integran la región denominada Enriquillo: Barahona, Pedernales, Independencia y Bahoruco.

Es larga y llena contrastes la historia de la tierra donde sus habitantes disfrutan con una mezcla de sorna y alegría el apelativo de ser “cuatriboliaos y minosos.”

La mayoría de las fuentes históricas consultadas coinciden en señalar que esa hermosa ciudad fue fundada por Tousaint Louverture en el 1801. Uno de los que así lo consignaron fue el dibujante, escritor e investigador de la historia Samuel Hazard, quien recorrió grandes zonas del país entre el 1870 y el 1871, formando parte de una comisión estadounidense que vino a realizar una especie de auditoría general sobre las riquezas dominicanas, para determinar si era conveniente para ellos aceptar la anexión de la República Dominicana a los Estados Unidos de Norte América, como proponía con insistencia  el dictador Buenaventura Báez.2

Hay documentos en los cuales se indica que fueron tropas francesas que iniciaron un caserío en el lugar, a partir del 29 de enero de 1802.

Más lejos aún, en los papeles eclesiales del Arzobispo de Santo Domingo, Fernando Portillo, fechados en el 1794, éste  habla, específicamente en una carta del 30 de junio de dicho año dirigida al funcionario colonial  Josef  A. de Urizar, de un pueblo de pescadores y pequeños agricultores en el mismo lugar donde está Santa Cruz de Barahona.3

Un prestigio historiador barahonero ya fallecido, cuyo nombre le fue dado a  una gran avenida en el lado oriental de la ciudad y a una escuela  en el distrito municipal de Villa Central, sostuvo que las primeras señales de la existencia de un caserío en el lugar datan del 1795, pero que la fundación del pueblo, propiamente dicho, fue en el 1802. Señaló, además, que en el 1826 había no más de 15 bohíos en lo que hoy es la ciudad de Barahona. Agregando el profesor José A. Robert  que la siembra y cosecha de café comenzó en el siglo XIX, siendo la provincia de Barahona la de mayor producción en el país de ese aromático producto.4

Por su lado el brillante historiador y abogado nativo de Cabral Dr. Welnel Darío Féliz, realizó un profundo estudio documental sobre Barahona, que abarca el período comprendido entre el 1801 hasta el 1990, en el cual aporta, entre otros datos de gran importancia, una sentencia del 8 de octubre de 1825, en la cual Barahona no aparecía como villa, pero tampoco como común, ni tan siquiera en condición de poblado. Abunda, con su reconocida sapiencia, el ya consagrado historiador y comentarista de televisión, en citas que robustecen su posición sobre la historia de Barahona.5

Pero si hay controversia sobre su fundación también su nombre está hinchado de versiones diferentes. Unos dicen que  fue por Luis de Barahona, un  feroz y codicioso conquistador español a quien algún áulico quiso halagar designando esta área del país con su apellido.

Ese Luis de Barahona, en una síntesis de malignidad que sólo un poeta puede lograr, aparece en el poema de José Joaquín Pérez dedicado a Guarionex, el cacique de “la vasta y opulenta comarca…de fragante tesoro.”6

Otros  sostienen que fue por la unión de  vara y ona, dos medidas de longitud, y no pocos han dicho que se viene de Bahía Honda, que fue el primer nombre con que se conoció la que luego sería bautizada como bahía de Neyba. Aunque bahía Honda es llamada la que está más al oeste, en la provincia Pedernales.

El Escudo Nacional nació en Barahona

El  día 6 de febrero del año 1913 quedó oficializado como Escudo Nacional la obra artística diseñada en forma de cuadrilongo por Casimiro Nemesio De Moya Pimentel.

La decisión fue tomada en Barahona, que en ese entonces fungía como capital de la República, por el a la sazón presidente dominicano Adolfo Alejandro Nouel Bobadilla. Lo hizo mediante el Decreto 5200, publicado en la Gaceta Oficial No.2376,  que circuló 16 días después de su firma.

Distrito Marítimo de Barahona

Correspondió al presidente Meriño declarar a Barahona con la categoría de Distrito Marítimo. Así  consta en el Decreto número 1959, publicado el 12 de septiembre de 1881. 7

Formaban parte de esa Barahona marítima Neyba,  lo que hoy es Duvergé (antigua Las Damas) y Enriquillo, que entonces se denominaba  Petit Trou.

Puerto de Barahona

El puerto de Barahona es uno de los más antiguos del país. Ha sido lugar para la guerra y para la paz. Intrusos extranjeros han desembarcado en él y también han probado el trago salado de la derrota en la rada donde está edificado.

En las cercanías de ese muelle, al amanecer del 8 de febrero de 1864, Angel Félix y otros valientes dominicanos ubicaron tres cañones, y con ellos se enfrentaron a los anexionistas que mantenían bajo terror a la población de Barahona con el fuego mortífero que salía de los seis cañones del gigantesco y para entonces moderno vapor Isabel La Católica y hasta con metralla mezclada con bolaños vomitada por las bombardas de la corbeta llamada Marqués de Comillas. La hazaña de los combatientes restauradores sureños no es un invento chauvinista, pues quien mejor lo relató fue uno de los principales comandantes españoles de las tropas de ocupación.8

Pero  ese muelle también fue en  el pasado como una especie de bujía para poner en marcha el movimiento comercial de toda la franja sur que va desde Azua hasta Pedernales.

Desde los tiempos coloniales, cuando tal vez era sólo algo así como una escollera, especialmente en el siglo XIX, el muelle de Barahona fue utilizado para darles salida hacia el exterior a miles de pies cúbicos de madera preciosa talada en los ya diezmados bosques de la zona.

El 22 de septiembre de 1875 el entonces presidente de la República, Ignacio María González, mediante el Decreto No.1461, autorizó las exportaciones por el puerto de Barahona, para lo cual invocó la necesidad de facilitar la salida al mercado internacional de diversos productos agrícolas, pecuarios y maderables de esa zona del país.9

El puerto de Barahona es utilizado principalmente para comerciar azúcar, yeso extraído del municipio de Las Salinas, sal, blocks y algunos otros escasos productos.

En la actualidad sus actividades están menguadas, pues sus operaciones están centradas en el manejo de productos al granel; en una época en que el tráfico de mercancías a nivel mundial se hace principalmente mediante contenedores.

El abogado e historiador Miguel Reyes Sánchez, en una obra de recopilación sobre  la historia de la navegación mundial,  que incluye los  renglones  de la portuaria del país, describe las importantes labores de rehabilitación y ampliación que en el año 1902 hizo al puerto de Barahona el señor Emilio E. Dreyfous.10

José Martí y  el pirata Cofresí en Barahona

El velero Lépido era utilizado para transportar pasajeros desde Santo Domingo y Azua hacia Barahona y al revés, pero en uno de esos viajes lo que era rutinario se convirtió en una travesía de cabotaje histórica, pues en horas de la tarde del 20 de septiembre del 1892 llevó hasta el fondeadero de la Perla del Sur al ilustre José Martí, quien llegó allí en su peregrinaje en busca de apoyo para la causa independentista de Cuba. De Barahona salió a las 5 de la tarde del día siguiente, a caballo, hacia la capital de Haití.

En carta fechada en Barahona el 21 de septiembre de 1892, dirigida a su amigo, el ilustre dominicano Federico Henríquez  y Carvajal, Martí le dice:

¿Qué le diré de este pueblo que me es todo amistad…que no le parezca rebuscamiento o lisonja? Voy lleno de la más tierna gratitud, y del afán de pelear con quien me diga que no están en esta tierra todas las semillas del porvenir y la cordialidad que hace fuerte y amable la vida…Esta es América, la tierra de los rebeldes y de los creadores…”11

Un maestro mundial del cuento, nacido en La Vega, de nombre Juan Emilio Bosch Gaviño, en un alarde de imaginación, dibujó en prosa galana la presencia  en el puerto de Barahona del apóstol de la libertad cubana así:

“…vestido con paño negro y tocado con gorra…estaba cruzado de brazos esperando quizás que dieran fin a las maniobras de atracar y las pupilas le relampagueaban con una pesada carga de gravedad.”12

En el muelle de Barahona también atracó en una ocasión el barco Mosquito, transportando en sus camarotes al famoso Roberto Cofresí, un pirata puertorriqueño capturado en las agitadas aguas del mar Caribe y  fusilado en San Juan, Puerto Rico, el 29 de marzo de 1825.

Obispado de Barahona

La Diócesis de Barahona fue creada el 24 de abril de 1976, por disposición el Papa Paulo VI, según quedó registrado en la bula Ad Animarum, es decir, para las almas.

Abarca la feligresía católica de las provincias Barahona, Bahoruco, Independencia y Pedernales. Su primer obispo fue Fabio Mamerto Rivas Santos, un activo salesiano que dirigió esa Diócesis desde el 1976 hasta el 1999, fecha en que presentó su renuncia por razones de salud.  Ese locuaz prelado nació en un hermoso campo de La Vega llamado Cabirmota y falleció en Jarabacoa el 11 de agosto de este año. Fue enterrado en la Catedral Nuestra Señora del Rosario, que es la Sede de ese Obispado.

El segundo obispo de Barahona fue Rafael Leónidas Felipe Núñez, nativo de Villa Tapia, en el corazón del Cibao, quien guió la parte espiritual de los fieles católicos de esa zona  desde el 1999 hasta el 2015.

En la actualidad tiene allí el báculo y la mitra  pastorales  el obispo Andrés Napoleón Romero Cárdenas, un afable francomacorisano nacido en la sección Ramonal Arriba, cuyo lema sacerdotal es en nombre de Cristo.

          Universidad Católica Tecnológica de Barahona (UCATEBA)

La Universidad  Católica Tecnológica de Barahona, ubicada en  el sector Juan Pablo Duarte, fue fundada en el año 2004, con el objetivo de elevar en la zona, y allende las fronteras regionales, los aspectos científicos, sociales, culturales, económicos y espirituales de los que acuden a ella en busca de superación.

Forma parte del organigrama de la Diócesis de Barahona, y desde hace 14 años no ha parado de crecer, tanto en el número de estudiantes, como en la cantidad de docentes, en la incorporación de nuevas cargas académicas y en la calidad de la formación de quienes de ella egresan con un título académico.

La UASD en Barahona

La Universidad Autónoma de Santo Domingo tiene en Barahona una verdadera ciudad universitaria, con todos los requisitos de un centro académico moderno. El edificio administrativo fue bautizado con el nombre del ilustre doctor Jottin Cury.

En los anales de la más antigua universidad de América el Centro Universitario Regional del Sur (CURSO-UASD) figura como su primera extensión. Comenzó sus labores el 26 de febrero de 1970.

Desde hace 48 años, a pesar de las diversas dificultades por las que ha atravesado, ese alto centro docente, con carácter regional, ha realizado una labor de formación de extraordinario impacto en todas las poblaciones de la zona, con miles de graduados en diferentes ramas del saber humano.

Zonas protegidas en Barahona

Barahona tiene varios lugares donde la naturaleza está tocada de inmensa belleza, y cuya importancia va más allá de lo que la vista capta. Son tesoros naturales que deben ser protegidos de los depredadores humanos, cuya codicia no les permite parar mientes en los daños que sus acciones desaprensivas causan al medio ambiente.

Entre las zonas protegidas de esa provincia están la reserva biológica Padre Miguel Domingo Fuertes, el Parque Nacional Padre Cicero, la vía panorámica Mirador de Paraíso, corredor ecológico Cabral-Polo y también varios humedades que incluyen ríos, arrecifes, marismas, deltas, lagos y pastizales, en aplicación de la declaración suscrita en la ciudad de Ramsar, Irán, el 2 de febrero de 1971, bajo la supervisión de la Organización de las Naciones Unidas.

Ilustres barahoneros

Cientos  de mujeres y hombres nativos de Barahona merecen ser biografiados, para resaltar los hechos  por los que descollaron en sus vidas.

Es imposible hacerlo en este espacio, por eso de entre la muchedumbre escojo cuatro que representan el conjunto de sobresalientes barahoneros sólo para decir brevísimas cosas sobre ellos.

Dr. Jottin Cury

Fue un ilustre barahonero, cuyo nombre es timbre de orgullo no sólo para su tierra natal, sino para todo el país. Se graduó en Derecho el 28 de octubre de 1948.Gobernador de Azua y de Elías Piña, director de prensa del Consejo de Estado. En la guerra de abril de 1965 fue el brillante Canciller del gobierno en armas presidido por el coronel Caamaño Deñó. Líder de la Oposición en la Cámara de Diputados en el cuatrenio 1966-1970. Rector de la Universidad Autónoma de Santo Dominio en el bienio 1972-1974. En el 1982 fue Asesor Jurídico del Presidente de la República y  de 1988 a 1990 fue Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo. Escribió varias obras de gran importancia para entender las coordenadas que vertebran el Derecho Dominicano.13

Para que se tenga una idea del calibre de gran dominicano que conformaba la esplendente personalidad del barahonero Dr. Jottin Cury me valgo de una carta que el día 8 de junio de 1965 le dirigió el controversial Sacha Volman al profesor Juan Bosch, en la cual le decía, entre otras cosas, lo siguiente:

“Caamaño reconoció como también lo reconoce Norman Thorman, que el Dr. Cury tuvo razón al enviar un telegrama a la OTAN pidiendo la intervención de ese órgano ante las matanzas que realizaron en la Zona Norte tropas dominicanas apoyadas por los efectivos norteamericanos. Lo prueba de hecho, el informe remitido por el general Lyman Leminitzer, a la OEA y a las Naciones Unidas.”14  

María Montez

María Montez era su nombre artístico. Al nacer en Barahona,  el 6 de junio del año 1912, fue inscrita con el nombre de María África Gracia Vidal.

Fue llamada la reina del Technicolor por su dominio escénico, por su deslumbrante belleza y por su imagen de gran actriz en papeles protagónicos como mujer seductora. También se le conocía como el ciclón del Caribe, la dinamita dominicana y la sirena de Hollywood. En su época fue la estrella más reluciente de aquel mundo de candilejas.

Tuvo destacada actuación en más de 20 películas firmadas en los años 40s del siglo pasado, algunas de las cuales ocupan un lugar de importancia en el tablero del cine clásico. Al morir apenas tenía 39 años y gozaba de fama mundial.

El aeropuerto de Barahona lleva su nombre y el malecón de esa ciudad fue denominado como Parque Litoral María Montez.

Se han escrito libros, ensayos, poemas, álbumes fotográficos, tesis y obras de teatro  resaltando a la célebre actriz María Montez.

Considero que doña Margarita Vicens de Morales ha sido la autora que mejor ha desarrollado la figura de María Montez, para el conocimiento de las actuales y futuras generaciones. Hizo una radiografía bastante amplia sobre ella como ser humano y como artista de fama mundial, describiendo con gran maestría su vida desde que nació en Santa Cruz de Barahona hasta su muerte prematura en la ciudad de Suresnes,  en  Altos del Sena, Francia, el 7 de septiembre de 1951. 15  

Ramón Oviedo

Uno de los más emblemáticos pintores dominicanos y caribeños del siglo XX fue Ramón Oviedo, cuyo nombre completo era Ramón Euclides Oviedo Herasme. Nació en la ciudad de Santa Cruz de Barahona el día 7 de febrero del 1924, fruto de un puertorriqueño y de una sanjuanera. Su óbito se produjo  en la capital dominicana el 12 de julio del 2015, a edad nonagenaria.

Sus obras pictóricas, sus dibujos y esculturas son altamente cotizados, tanto en el país como en el extranjero. En un acto de justicia fue declarado por el Congreso Nacional como Gran Maestro.

Expuso  sus obras de manera individual y colectiva, tanto en el país como en varios países de América y en Europa.

De él dijo la afamada crítica de arte franco-dominicana doña Mariane de Tolentino lo siguiente: “Oviedo es el que, entre los consagrados, mantiene siempre encendida la llama de la autorrenovación y experimentación permanente…al maestro Oviedo se le confiere el privilegio de una evolución incontenible…”16

Fue un combatiente, en su faceta de artista, en la Revolución de 1965. Con sus hermosos y significativos murales en las paredes de la zona colonial y áreas aledañas llenaba de aliento a los demás revolucionarios que luchaban por la soberanía nacional.

Su obra de arte titulada 24 de Abril ha sido considerada como el Guernica dominicano, por la simbología que contiene en sus magistrales trazos.

La muralística de Ramón Oviedo abarcó más de 20 murales que hoy se encuentran representando la dominicanidad en su más pura expresión, en diversos lugares del país y del mundo. El gran intelectual y excelente escritor Efraim Castillo publicó un libro dedicado a destacar esa vertiente del gran artista barahonero.17

 

Casandra Damirón

Nació en la ciudad de Santa Cruz de Barahona el 12 de marzo de 1919 y falleció en la ciudad de Santo Domingo el 5 de diciembre de 1983.

Fue una extraordinaria folclorista que no descansó escudriñando los bailes autóctonos, especialmente del Sur. También fue cantante, guitarrista, pianista y bailarina. Se le declaró meritoriamente como La Soberana de la Canción.

Desde la corta edad de 6 años hizo acto de presencia en el mundo artístico, con presentaciones en el pueblo donde nació.

La gran dama barahonera Casandra Damirón exhibió sus grandes cualidades de bailarina y cantante en los principales centros artísticos de varios países de América y Europa (Puerto Rico, Cuba, Venezuela, México, Argentina, Estados Unidos, Suiza, España, etc.).

En su ficha artística figuran crónicas de la prensa francesa, en la cual  se resalta  el contraste de su arte danzario con una combinación de delicadeza y agitación. Ello le mereció que los cronistas de la gran ciudad del río Sena la nombraran como una emperatriz musical, porque conjugaba en una misma persona la suavidad del terciopelo y el fuego y  la potencia de la dinamita.

 A parte de sus reconocidas cualidades innatas, y su espíritu perseverante, es válido expresar que doña Casandra Damirón fue el resultado del ambiente en que se crió, descrito por  uno de sus biógrafos, el sabio y afable Jesús Torres Tejeda,  así:“una alegre, sana y natural bohemia pueblerina, con el sonido de la guitarra, el piano y el violín, de modo que su oído se alfabetizó musicalmente…el baile del merengue se hacía en la República Dominicana  a lo Casandra…”18

A 35 años de su fallecimiento su legado perdura en toda la geografía nacional. Comenzando por su natal Barahona, y siguiendo por diversas ciudades del país, hay calles, parques, escuelas y  academias de bailes que llevan su nombre; así como estatuas y bustos que representan su ilustre humanidad.

Provincia Barahona

Barahona es una de las provincias dominicanas formadas en parte de lo que fue el Cacicazgo de Jaragua, que se extendía a ambos lados de lo que hoy es la frontera Sur.

Varios ríos nutren sus tierras, tal y como indicaré más abajo, en la referencia sobre la desembocadura del principal, que lo es el Yaque del Sur.

Es una provincia con una gran diversidad productiva, pues de su suelo y subsuelo se extraen mármol, larimar, sal, sílice, rocas calizas, yeso y otros minerales y se fomenta en gran cantidad y calidad la ganadería vacuna y caprina, teniendo también grandes fincas de café, cacao, plátanos, guineos, víveres diversos y una vasta área destinada al cultivo de la caña de azúcar, la cual se procesa en el Central Barahona. La mayor parte del azúcar allí producido se  exporta por el muelle local.

La ciudad principal y capital de esa provincia es Santa Cruz de Barahona. Está acompañada por otros pueblos, que serán reseñados en otras entregas, por su importancia en el orden histórico y en su desenvolvimiento social y económico.

Esos pueblos  tienen diferentes categorías en la distribución geográfica provincial (municipios o distritos municipales). Entre ellos están Vicente Noble, Cabral, Polo, Las Salinas, Batey Central, Fundación, La Guázara, Jaquimeyes, El Peñón, Palo Alto, Arroyo Dulce, La Ciénaga, Fondo Negro, Canoa, Enriquillo, Paraíso, Cachón, Pescadería, Bahoruco, Los Patos, San Rafael,  Quita Coraza, Ojeda.

Las aguas termales de Barahona

En el territorio de la provincia de Barahona, en el lugar conocido como Canoa, se percibe un penetrante olor sulfuroso que surge directamente de aguas especiales, en conjunto conocidas como La Surza.

En otros lugares del mundo esas aguas termales generan riquezas, puesto que se han acondicionado como balnearios para atraer en grandes cantidades a visitantes nativos y extranjeros. Entre nosotros no se ha tomado conciencia de su importancia como atractivo turístico.

Diversos estudios geotérmicos (calor en el interior de la tierra) realizados en el país han coincido en que es alta la temperatura de esas aguas sulfurosas, llegando  a más de 40 grados centígrados.

Sobre esas aguas barahoneras, en el distrito municipal de Canoa, es pertinente recordar una magistral crónica de un periodista oriundo de Higüey:

 “lo primero es el intenso olor de azufre sulfuroso, y luego el ojo azul, tranquilo, lleno de luz y transparente del agua que allí mana y forma charco y que empieza a correr como si fuera río, sólo que lentamente…El color se la dan algas microscópicas…que suben a flor de agua donde se arrebañan como nata espumosa…A pesar del calor y del azufre, en ella viven también diversos pececitos.”19 

Playas de Barahona

El lado oriental de la provincia de Barahona arranca en su costado marino así:

“En puntica, el borde se acuesta en un lecho de piedrecitas calcáreas y forma una playita de 120 metros de largo por 2.5 de ancho. El mar que circunda esta área y las que siguen viste un traje verde con tonos que arrancan suspiros.”20

La provincia de Barahona está dotada de una gran cantidad de playas, todas formadas  por las olas del mar Caribe que, ayudadas por el viento, han acumulado hermosos arenales en el litoral marino.

Entre las playas que coronan el lado sur de Barahona están Casa Blanca, San Rafael, El Quemaíto, Caletón,  Los Hicacos, Arroyo Seco, Candelón, Los Patos, Saladilla, Azul, Fudeco, El Suizo, Baoruco, Los Blancos, La Ciénaga y Los Arroyos.

Barahona en  la salida de los franceses del país

Un barahonero quiso que la Reconquista, que no era otra cosa que  la aniquilación de la llamada Era de Francia en el Santo Domingo español, comenzara en Barahona.

Esa pretensión de uno de los enviados  al país por Juan Sánchez Ramírez desde Puerto Rico, al firmarse la paz entre España e Inglaterra, el 4 de julio de 1808, aparece en la historia descrita así:

“…el que más se distinguió fue don Salvador Félix, quien desembarcando atrevidamente por Barahona no paró hasta verse con Ciriaco Ramírez e inducirle a que tomara la iniciativa y se lanzara antes que ninguno otro a la revolución, codicioso sin duda de que le cupiera a la comarca de su nacimiento la gloria de haber formado a la vanguardia en la cruzada que en pos de perdidos derechos iban los pueblos reunidos a emprender.”21

 

Barahona: centro de luchas libertarias

Desde los tiempos coloniales lo que moraban en el territorio que hoy forma la provincia de Barahona, y específicamente la ciudad de Santa Cruz de Barahona,  tuvieron un papel de gran importancia en amparo primero de los aniquilados indígenas y luego en defensa de la soberanía dominicana. 

El recuento de jornadas bélicas desarrolladas en  Barahona sería prolijo, por eso menciono en este punto sólo dos casos:

A finales de 1855, con motivo de la segunda invasión del general haitiano Soulouque, el jefe de las fuerzas navales del país, que lo era  el coronel Juan Bautista Cambiaso,  y su  principal asistente, el comandante Juan Alejandro Acosta, encabezando un continente de marineros, se dirigieron a toda máquina por los mares del Sur dominicano con varios barcos, entre ellos los designados como Libertador, Congreso, Cibao, 27 de Febrero, 19 de Marzo y Nuestra Señora de las Mercedes.

El objetivo era desembarcar tropas dominicanas en Barahona, que se encontraba indefensa ante un acto de cobardía de un innombrable y pusilánime jefe militar criollo que se atemorizó ante el avance del invasor haitiano.

 Los soldados dominicanos ocuparon Barahona, protegiendo a la población civil, en uno de los acontecimientos de nuestra historia  que encaja perfectamente en lo que  Sumner Welles definió como “…una llama de verdadero patriotismo y en un firme propósito de preservar la libertad nacional de la República intacta.”22

Cambiaso siguió hacia Enriquillo, en territorio de Barahona.  Allí, sin siquiera imaginárselo, le tocó  acompañar en los combates a  Matías de Vargas, Antonino de Aza y muchos otros valientes dominicanos que triunfaron en la batalla de El Can, librada el 6 de enero de 1856.

Siempre que por razones propias del regionalismo se ha querido disminuir el papel estelar de Barahona, y del Sur en general, en las luchas libertarias del pueblo dominicano, han surgido voces en su defensa como la de Jesús del Christo ( que  Harry Hoetink cree fue un seudónimo de Monseñor Meriño) quien en el  1884 escribió en la Revista Científica un artículo titulado El Sur como ejemplo de amor a la independencia, en el cual decía sobre esa región del país, entre otras muchas cosas, lo siguiente:

“ Cada palmo de terrenos es una Termópila y cada hombre tiene el espíritu de un espartano…en el Sur jamás se ha enarbolado…con frecuencia el estandarte revolucionario por ambición. No tiene el Sur la fama de revoltoso.”23 

El río Yaque del Sur desemboca en  Barahona

El río Yaque del Sur es la principal fuente de agua dulce de la provincia Barahona, la cual también se beneficia de las riquezas hídricas de los ríos Nizaíto, Sito, Bahoruco, Los Patos, Palomino y San Rafael, así como decenas de arroyos y algunas lagunas.

Al contemplar la desembocadura del río Yaque del Sur, en la ribera barahonera del Mar Caribe, llega a la memoria un libro emblemático sobre los ríos y saltos de agua del país, con 350 impresionantes fotografías de una deslumbrante belleza que comienza en su portada con el río Haina y termina en su página 458 con el río Las Cuevas.

La autora del libro aludido, la exquisita fotógrafa Miriam Calzada, con prosa sencilla y elegante plantea su deseo de que los suelos de nuestros ríos estén “poco inclinados, permeables, flojos y densamente arbolados…” Ella centra esa aspiración porque “…las aguas de lluvia encontrarían así agradables obstáculos para correr y moverse con lentitud por entre los troncos, alfombras de hojas caídas y raíces….el agua corre por el fondo de los valles hasta llegar al mar, donde se vierte finalmente y de ahí de nuevo, se evapora….y vuelve a llover.”24

                                    Las inundaciones vienen de lejos

Las inundaciones que todavía sufren pueblos pertenecientes a la provincia Barahona son tan viejas como la existencia de los mismos.

La presa de Sabana Yegua, con décadas de construcción, no ha impedido que cada cierto tiempo pueblos como Santana, Mena, Tamayo, Jaquimeyes, Palo Alto, Fundación, El Peñón, Pescadería, La Olla y otros vecinos sufran terribles daños por la fuerza inconmensurable que en tiempos de lluvia en su cuenca alta  trae el río Yaque del Sur al desembocar en el Mar Caribe.

Un reporte de hace 95 años, desde la antigua comarca Hatico, hoy Tamayo, confirma lo anterior:

“Hatico. La gran avenida hecha con motivo de las lluvias, por Yaque y sus afluentes ha causado algunos daños por estas regiones. En Santana se llevó una máquina de moler cemento y una gran cantidad de este material. Los campos de Mena fueron completamente inundados. En Palo Alto las aguas subieron por sobre el puente que sirve para su cruce por estos contornos y en El Peñón las aguas se introdujeron en el poblado. La Central Barahona ha sufrido desperfectos en sus regolas y en sus campos, contándose de otros daños, tales como la pérdida de un tractor, tres calderas, tres toneladas de caña, etc….También se dice que se han ahogado varias personas…”25

                             Misceláneas de Barahona

1-Uno de los principales responsables del crimen contra el padre de la Patria Francisco del Rosario Sánchez, transformado en mártir, el 4 de julio de 1861, fue el abominable General Domingo Lazala, era 6 años después, en julio de 1867,Comandante de Armas de Barahona. Ya hemos narrado en este mismo periódico la forma trágica en que murió en tierra Barahonera. Los barahoneros vengaron la muerte del patricio Sánchez y la de más de veinte otros patriotas que cayeron en El Cercado luchando por la restauración de la República.26

2- En Caletón de Higüerito, entre Enriquillo y Barahona, fue asesinado en una emboscada,  solo y desarmado, el 16 de julio del año 1867, el valiente coronel José Leger, que tan eficazmente dirigió la artillería dominicana en la famosa batalla de Santomé, librada en la sabana del mismo nombre, en las afueras de la ciudad de San Juan de la Maguana, en el 1855. Fue una de las tantas víctimas del gobierno tiránico de Buenaventura Báez.

Dicen que el Cid Negro nació en Barahona

A veces la biografía de personas famosas se nutre de conjeturas. Es el caso, por ejemplo, de un general dominicano independentista, que luego se transformó en uno de los principales anexionistas y combatió duramente a los restauradores que luchaban por devolver la soberanía nacional a los cauces recorridos desde 1844 hasta 1861.

Al ser declarado su nacimiento fue inscrito con el nombre de Ceferino Carmona y al morir su nombre era Juan Suero. El temible general español Manuel La Gándara no se refería a él con ninguno de esos nombres. Lo rebautizó  como El Cid Negro, en remembranza  a Rodrigo Día de Vivar, apodado El Cid Campeador, obviamente en su faceta de guerrero español.

Con el apelativo de Cid Negro murió el 19 de marzo de 1864, día en que a orillas del río Yabacao, en un desfiladero flanqueado de copiosos árboles conocido como Paso del Muerto, los dominicanos derrotaron a los anexionistas integrados por la columna del entonces enfermo General Pedro Santana, así como por elementos del campamento Pomarosa que él dirigía, y con el apoyo de un batallón recién llegado de España al mando del cual estaba el coronel Torrero.

Lo que ocurrió con el llamado Cid Negro en el Paso del Muerto, a un costado de Bayaguana, trae a la memoria que la historia de España está vinculada con “cueles conquistadores, guerras civiles…caballos destripados, poetas asesinados y  rudos militares, dictadores…” 27

Pero lo más contradictorio del referido general criollo es que varios historiadores lo ubican nacido en tres lugares, como si el mismo al nacer hubiera gozado del don misterioso de la bilocación.

En una nota al pie de la página 97 de la obra Historia de la Restauración su celebrado autor dice taxativamente lo siguiente:

 “Suero, según informes de Matías Suero, del pueblo de Barahona, era nacido en Barahona…” Agrega que: “ El general Juan Suero era nativo de Barahona…Ya hombre su protector lo estableció en un corte de maderas y una estancia en El Limón, común de Santiago, y después fue a establecerse cerca de Bajabonico, en una vasta finca de caña”.28 

Su traición a la soberanía dominicana combinada con su bravura, don de mando y elevados conocimientos militares no sólo le valieron la estima de los jefotes anexionistas españoles, sino que el tristemente célebre General José de la Gándara Navarro, Gobernador de la neo colonia de Santo Domingo desde el 31 de marzo de 1864 hasta el 11 de julio de 1865, dijo de  él que: “Creo en la existencia del Cid, desde que conocí a Suero”.

En efecto, los historiadores José Gabriel García y Manuel Ubaldo Gómez en sus notas sobre Suero indican que era nativo de San Cristóbal. El primero incluso añade que fue criado por el famoso sacerdote afincado allí Juan de Jesús Ayala.

El también historiador José María Morillas, al calificar a Juan Suero como un “intrépido al par que modesto y desgraciado General dominicano”, escribió desde Cuba que “Nació en el pueblo de Baní…La ocupación de Suero desde su adolescencia fue la de labrador de caoba y otras maderas.”29

En pasajes de las crónicas sobre la Anexión y la Guerra de Restauración  hay elogios para quien renegó de su patria. Hasta se le consideró como “el más importante elemento de combate entre los jefes de las tropas españolas y de las reservas dominicanas.”

Para los españoles ocupantes del territorio dominicano: “Su muerte fue sinceramente sentida en el ejército, en el que se había ganado la reputación de valiente…Santana sintió amargamente, como no podía menos, la pérdida de Suero…Su color era cobrizo oscuro…Gustaba vestir con aseo y se recargaba de anillos y cadenas de oro…”30

Bibliografía:

1-     Decreto No.5203, emitido por el presidente Nouel Bobadilla el 26 de febrero de 1913.

2-     Santo Domingo, pasado y presente. Editora Santo Domingo, 1974.Samuel Hazard.

3-     Papeles del arzobispo Fernando Portillo, 1794.

4-     La Evolución Histórica de Barahona. Editora Búho, 2007. José A. Robert.

5-     Historia de Barahona 1801-1900. Editora Nacional,2011.Welnel Darío Féliz.

6-     Fantasías Indígenas (poema Guarionex).Editora Publicaciones América, 1978. José Joaquín Pérez.

7-     Decreto No.1959-1881.Fernando Arturo de Meriño.

8-     Memoria del general del ejército español Adriano López Morillo.

9-     Decreto No.1461 del 22-9-1875. Presidente Ignacio María González.

10-Océano de Tinta y Papel: historia de la navegación y del desarrollo marítimo dominicano. Publicado en el 2011.Miguel Reyes Sánchez.

11-Los tres viajes de Martí a Santo Domingo. Publicaciones ONAP, 1995.pp76 y 77.Editor Emilio Rodríguez Demorizi.

12-Relato El Turco se llamaba. Juan Bosch.

13-Libro Parque Cementerio Puerta del Cielo-Un espacio de memorias y valor patrimonial. Editora Amigo del Hogar, 2018. p72.

14-Jottin Cury, El Canciller de Abril. Impresora Búho, abril 2018.pp93 y 94.Juan Daniel Balcácer.

15-María Montez: su vida. 4ta edición, 2013, patrocinada por la Dirección General de Cine. Margarita Vicens de Morales.

16-Ramón Oviedo-un pintor ante la historia. Editora Amigo del Hogar, 1999.p26. Marianne de Tolentino.

17-El Esplendor del Mural, 2014.Efraim Castillo.

18-Fichero Artístico Dominicano, tI. edición de 1996. Jesús Torres Tejeda.

19-La Naturaleza Dominicana. t5.p410.Editora Corripio 2006. Félix Servio Ducoudray.

20-Ecos de la Costa-travesía por el litoral marino dominicano. Editora Amigo del Hogar, 2016. p295. Domingo Marte.

21-Rasgos biográficos de dominicanos célebres. Editora del Caribe, 1971.p92. José Gabriel García.

22-La Viña de Naboth: La Republica Dominicana 1844-1924.tI y II. Sociedad Dominicana de Bibliófilo, 2006. Benjamín Sumner Welles.

23-El Pueblo Dominicano 1850-1900.Editora Amigo del Hogar, 3era. edición, 1985. p79. Harry Hoetink.

24-Parto con las Aguas. Impreso en Ocean Grafic Printing, China, 2015.p18.Miriam Calzada.

25-Crónica del 6 de noviembre de 1923. Reproducida en el libro Tesoros Ocultos del periódico El Cable. Editora Búho, 2012. p79. Compilador Edgar Valenzuela. Archivo General de la Nación, volumen CLIX.

26-Libro 2, p543, legajo de Interior y Policía de 1867. Archivo General de la Nación.

27- Los Mitos de la Historia de España. Editorial Planeta,2003. p199.Fernando García de Cortázar.

28- Historia de la Restauración. Editora Taller, 4ta. edición, 1981.pp97 y 206. Pedro M. Archambault.

29-Hojas de Servicios del Ejército Dominicano, vI. Editora del Caribe,1968, p357. editado por Emilio Rodríguez Demorizi con legajos del Archivo General Militar de España.

30-La dominación y última guerra de España en Santo Domingo. Editora de Santo Domingo, 1974.pp265 y 266. Ramón González Tablas.

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