MONTE PLATA: TIERRA DE MIGRANTES, DE RÍOS Y SALTOS; CUNA DE MERIÑO Y DE HÉROES DE LA PATRIA.
POR
TEÓFILO LAPPOT ROBLES
Provincia Monte Plata
La
que es hoy la provincia de Monte Plata surgió como resultado de acontecimientos
trágicos que se produjeron hace más de 400 años, y que han quedado registrados
en la historia dominicana como Las Devastaciones de Osorio.
La
particular geografía de la provincia Monte Plata le permite tener colindancias
con las provincias Duarte, Sánchez
Ramírez, Hato Mayor, San Pedro de Macorís, Santo Domingo, San Cristóbal y
Monseñor Nouel.
Para
llegar al ordenamiento territorial del presente, Monte Plata pasó por un largo
proceso de cambios de pertenencia, casi siempre con un papel menos que secundario,
lo cual de alguna manera afectaba la materialización de las necesidades
colectivas más elementales de sus habitantes.
El brillante joven historiador y abogado,
nativo del municipio de Cabral, Dr. Welnel Darío Féliz Féliz, Miembro Correspondiente
Nacional de la Academia Dominicana de la Historia, en una obra con categoría
didáctica, indica que: “La provincia Monseñor Meriño, actual Monte Plata, fue
creada mediante la Ley número 1521 de 20 de junio de 1938, integrada por las
comunes: Monte Plata, Bayaguana, Guerra, La Victoria, Villa Mella y Yamasá.
Originalmente ostentaba el nombre de Provincia Monte Plata, pero por la Ley
No.1542 del 6 de agosto de 1938 fue cambiado por Monseñor Meriño.”1
A
esa valiosa información hay que agregar que posterior a dichas disposiciones
legales se promulgó el 3 de mayo del año 1944 la Ley 573, mediante la cual
segregaron partes de las comunes de La Victoria y Guerra, que entonces
pertenecían a la provincia Monseñor Meriño, lo que se hizo para incorporarlas
en los límites del a la sazón Distrito de Santo Domingo.
Mediante
la Ley 747, publicitada el 22 de noviembre de 1944, fue eliminada la provincia
Monseñor Meriño y las referidas comunes ( como se llamaban antes los
municipios) de Monte Plata, Yamasá y
Bayaguana, así como partes de Guerra y La Victoria se convirtieron en
territorios de la provincia Trujillo.
Esas
comunidades, y otras aledañas, conformaron la hoy provincia de Monte Plata,
mediante la Ley No.1, promulgada el 20 de agosto del 1982.
El
artículo 1 de dicha Ley dice textualmente: “ A partir del 1ro. de enero de
1983, los territorios de los municipios de Monte Plata, Bayaguana, Yamasá y
Sabana Grande de Boyá, que actualmente forman parte de la Provincia de San
Cristóbal, quedarán constituidos en una nueva provincia, que será designada
Provincia Monte Plata y la cual tendrá
como capital la ciudad de Monte Plata.”2
Pueblos principales y otras comarcas de la provincia Monte Plata:
En
la actualidad, con el reordenamiento territorial y la creación de nuevos
distritos municipales, secciones y parajes, la provincia de Monte Plata está
integrada por los municipios de Monte Plata, Bayaguana, Sabana
Grande de Boyá, Yamasá y Peralvillo, así
como por varios distritos municipales y pueblos
con movilidades económicas y
sociales propias, tales como Don Juan, Boyá, Mamá Tingó, Chirino, Los Botados, La
Jagua, Majagual, San Antonio, Los Jobillos, Payabo, La Cuaba, Guanuma, Cruce de
Boronga, Gonzalo, Cacique, Antón Sánchez, entre muchos otros.
En
el noreste de esa provincia está una considerable parte del Parque Nacional de
los Haitises, y una porción de su zona de amortiguamiento. En ese lugar los
visitantes pueden ver reptiles, aves, manglares, cavernas, artes rupestres de
los indígenas, lagunas, árboles endémicos y en fin muchas maravillas naturales
de aquel paraíso vegetal. Es una majestuosa representación de la flora y la fauna
nacional.
De
los varios atractivos acuáticos de esa provincia hay que resaltar como
principales los saltos de Socoa y Comate, así como balnearios desparramados en
los diferentes ríos y arroyos que discurren por su geografía.
Monte
Plata es la única provincia del país que cada año es literalmente “trasladada”
hacia la Capital de la República, donde se exhiben (en el lugar denominado La Feria Ganadera) todos sus atractivos
agropecuarios, culturales, económicos y turísticos.
Las Devastaciones de Osorio: Bayaguana y Monte Plata
Los
pueblos principales de la provincia de Monte Plata surgieron como resultado de
las llamadas Devastaciones de Osorio (caracterizadas por la consigna de tierra
arrasada por lenguas de fuego) hechas en el año 1605 sobre cuatro pueblos
situados en la llamada banda norte de la isla La Española.
Monte
Plata es la combinación de Montecristi y Puerto Plata y Bayaguana fue producto
de la fusión de Bayajá y Yaguana. Así se fue tejiendo la historia.
Luego
se fueron creando otros caseríos y aldeas, que con el tiempo se han convertido
en comunidades importantes, con un significativo papel en las actividades
nacionales.
Las
referidas Devastaciones de Osorio, y con ellas la creación de las citadas
poblaciones de Monte Plata y Bayaguana,
tuvieron tanto impacto en su época que incluso fueron objeto de una reflexión
especial en las motivaciones contenidas en la proclamación de la Independencia Nacional del
1 de diciembre de 1821 (la llamada Independencia Efímera).
En
dicha proclamación independentista, luego de hablar de almas bajas y vendidas al servilismo y de
lealtades fanáticas a los reyes de España, su redactor escribió: “ No les
pedimos que remonten a la infausta época, en que una orden del Diván español
fue bastante para demoler, porque no podía guardar las plazas marítimas de
Bayajá, la Yaguana, Monte Cristi y Puerto Plata.”3
Ciudad de Monte Plata
Lo que es un tópico común: La actual ciudad de
Monte Plata, capital de la provincia del mismo nombre, fue fundada con parte de
la población que moraba en los pueblos de Puerto Plata y Montecristi, ambos
destruidos, como se indicó más arriba, en el 1605 por el gobernador colonial
Antonio de Osorio, en cumplimiento de órdenes inapelables del rey Felipe III.
El
encargado de fundar ese nuevo pueblo fue el funcionario colonial Baltazar López
de Castro, quien cumplió su encomienda en medio de mil dificultades, tal y como
recogieron en sus anotaciones burocráticas algunos cronistas de la época.
Las
aludidos obstáculos no fueron mayores porque se trata de una tierra de
naturaleza per se generosa donde antaño,
más que ahora, los frutos brotaban con grandes niveles de espontaneidad, las
aves abundaban y no era extraña la presencia de cuadrúpedos montaraces que
pastaban silvestres por sus masías más cercanas.
Prueba
al canto de lo anterior es que 300 años después de su fundación un acucioso
periodista dominicano dejó dicho sobre Monte Plata que: “Sus terrenos son muy
fértiles y en estos últimos años ha prosperado allí de modo notable el cultivo
del cacao, del cual existen fincas importantes”.4
Esa
siempre ha sido tierra de ganados vacuno y caballar, desde que se fundó hasta
el presente. En una relación de los hatos
ganaderos de la Colonia figura que a la altura del 11 de septiembre de 1675 el
cronista y funcionario Gonzalo Fernández de Oviedo tenía allí el famoso hato
Cacique, situado en la ribera del río Sabita, “ en los términos de la ciudad de
Monte Plata”.
Pero
como toda moneda tiene dos caras, es preciso indicar que al mismo tiempo que
los que se convirtieron en hateros en ese nuevo pueblo prosperaban, incluso
haciendo uso de la esclavitud, así también germinaba allí la miseria.
Un ríspido ejemplo permite calibrar el
panorama desolador que imperaba en el lugar. El 12 de noviembre de 1635 la orden religiosa de los dominicos pedían
recompensa por las pérdidas sufridas como motivo de la destrucción de Puerto
Plata, y lo único que se le ofreció fue “una casa de tablas cubiertas de paja
(en Monte Plata), y no se pueden sustentar arriba de cuatro religiosos, porque
el pueblo no tiene más de doce o catorce vecinos.”5
Parece
que después de la referida fecha hubo un proceso de constante desplazamiento
hacia esa zona, pues el abogado, filósofo, político e investigador histórico
martiniqueño Médéric Louis Elie Moreau de St. Méry, en un informe preparado en
el 1789, divulgó que la comunidad de Monte Plata tenía entonces 2,500
habitantes, Bayaguana 1,000 y Yamasá 1,400.
Monte
Plata es gran productora de cacao, café, cítricos, tabaco, caña de azúcar, palma
africana para producir aceite. Pertinente es repetir que allí también se
fomenta, como tradición de siglos, una
ganadería vacuna, de carne y de leche. Sus caballos tienen fama en todo
el territorio nacional, por su calidad genética. La composición de su tierra y
la abundancia de agua superficial y subterránea hacen de esa zona un rincón
privilegiado por la naturaleza.
En
el año 2016 se creó en Monte Plata el primer parque de energía fotovoltaica del
país. Es una energía limpia y renovable, amparada en la Ley 57-7, la cual crea
un marco legal de incentivo para la misma.
Ciudad de Bayaguana
Bayaguana fue creada en el año 1606. Como dicho está
más arriba, sus primeros habitantes procedían de los pueblos de Bayajá y
Yaguana, que habían desaparecido bajo la demoledora voluntad de la Superioridad Imperial que entonces reinaba
en España, con la creencia de que con eso se eliminarían en la isla La Española
los contrabandos que eran moneda común en todas las islas del Caribe.
Bayaguana
posee muchos atractivos turísticos. Uno de los principales es el Salto de
Comate, pero también hay varios senderos para practicar el ecoturismo.
Ese
municipio es gran productor de palma africana, caña de azúcar, cítricos,
especialmente toronjas, limones y naranjas, auyamas, ñames y las diversas viandas conocidas por los
paladares dominicanos. Miles de tareas de tierra también están sembradas de
pasto para el ganado vacuno, siendo una especie de potencia en ese renglón pecuario.
Entre
sus campos más conocidos están Yubina, Comatillo, Cojobal, Trinidad, Batey Carabela
y Mata Santiago, Pulgarín y Pilancón. Todos tienen gran atractivo para la
producción agropecuaria, por la fertilidad de sus tierras.
El
28 de diciembre de cada año los caminos de intercomunicación municipal, los
pobladitos rurales y especialmente la
ciudad de Bayaguana se llenan de caballistas que les dan una particular
vistosidad a una serie de juegos populares y corridas de toros que se hacen en
honor a San Juan Bautista, que es el personaje histórico del santoral católico
cuya memoria se festeja ese día.
El
Santo Cristo de Bayaguana, protegido en su vetusta iglesia, tiene un papel de
indiscutida principalía entre los católicos de esa comunidad. A pesar de
la monotonía de su sonido, en Semana
Santa es famoso en Bayaguana un instrumento de percusión, hecho de manera
artesanal, conocido como la matraca. Esa célebre matraca acompaña los ritos y parafernalia que forman parte de las misas
especiales que se hacen en esos días de recogimiento espiritual.
En
la actualidad allí se avanza en la construcción de un nuevo templo que desde ya
se ha designado con el nombre de Santuario Cristo de los Milagros de Bayaguana.
Personajes célebres nacidos en Bayaguana
Algunos
personajes de gran resonancia en la vida pública nacional nacieron en
Bayaguana.
Uno
de ellos fue el General Eugenio Miches, héroe de la Independencia Nacional,
combatiente sobresaliente en las batallas de El Número, Las Carreras y Santomé.
Dicho eso al margen de que luego su pasión santanista lo cegó y terminó mal,
especialmente por su activa participación en la pantomima de juicio que llevó a
la muerte del glorioso General Antonio Duvergé y de sus hijos y varios amigos.
Algunos propalan versiones diferentes sobre el lugar de su nacimiento, pero las
voces más autorizadas coinciden en que vio la luz por primera vez en la verde
campiña de Bayaguana, colindando con campos de Hato Mayor.
Otro
personaje nacido en Bayaguana fue el célebre sacerdote, abogado e intelectual Antonio
Sánchez Valverde, autor de una obra clásica dominicana titulada Idea del valor
de la isla Hispaniola. Fue Sacristán mayor de la Iglesia parroquial de su
pueblo Bayaguana, luego racionero de la Catedral Santa María La Menor, de Santo
Domingo.
El
jefe Colonial Manuel de Azlor Uríes dijo de él que: “en el púlpito es
ordinariamente muy libre en el hablar.”
Su
historia como cura fue muy accidentada. Al analizar su hoja de actividades públicas
se puede decir que tuvo “una vida procesada”, incluyendo juicios eclesiásticos
y cuestionamientos al ejercicio de su profesión de abogado. El también fue
víctima de tergiversaciones sobre su lugar de nacimiento.6
Es
de rigor decir que ese personaje era esclavista y opuso mucha resistencia cada
vez que alguien, por las razones que fueren, manumitía a sus esclavos.
Dicho
sacerdote calificaba a los esclavizadores que dejaban libres a sus esclavos de
“viejos y viejas infatuados, dirigidos por Confesores menos expertos, dejando
muchos parientes en la indigencia y unos libertos y libertas holgazanes,
desarreglados y que han de subsistir necesariamente de la iniquidad.”7
Además
era de Bayaguana el General Elías Wessin y Wessin, destacado jefe militar dominicano
de la segunda mitad del siglo pasado. Tuvo un papel protagónico ( en el bando
antipatriótico) en la contienda bélica de 1965 y luego de sufrir un largo
exilio fue ministro de las Fuerzas
Armadas y también de Interior y Policía.
Dos
deportistas destacados de la actualidad también nacieron en Bayaguana: Luguelín
Santos y Luisito Pie, ambos ganadores de preseas olímpicas en el extranjero.
Esclavitud en Bayaguana
Quedó
consignado en los listados de los barcos de esclavos que los primeros
desafortunados africanos que llegaron en condición de tales a la isla de Santo
Domingo arribaron en el 1503, y todavía en el 1821 el miserable negocio de
compra y ventas de personas estaba activo en lo que hoy es la República
Dominicana.
Por
múltiples razones históricas, que no es la ocasión de analizar aquí, Bayaguana
fue uno de los últimos reductos donde la esclavitud, en la isla de Santo
Domingo, se mantuvo más activa.
En
los fondos del Archivo Real de Bayaguana reposan valiosas informaciones
sobre el comercio de seres humanos que
allí se practicaba, ya entrado el siglo XIX.
En
efecto, con fecha del 9 de septiembre de 1814 figuran dos actos del alcalde
ordinario de Bayaguana, Juan Crisóstomo Mejía, que dicen así: “Venta que
Francisco Santana en su nombre y en el de las otras herederas de Marcelo
Santana y María Delgado, hace a Juan de Aquino de dos negras esclavas en precio
de 500 pesos fuertes….Escritura de horro por
la cual los señores Francisco Santana, Tomás Santana, José Santana y
Baltasar Padilla le conceden la libertad a un negrito llamado Lucas, esclavo de
su propiedad, por la suma de 40 pesos entregada por el padre de éste, esclavo
también perteneciente a dichos señores.”8
Yamasá
Yamasá
es uno de los más dinámicos municipios de la provincia Monte Plata. Tiene una
historia cargada de acontecimientos de gran envergadura en la historia
dominicana. Está enclavado en la sierra del mismo nombre, una de las más
importantes del país.
El
antiguo caserío fue tomando forma a partir de la segunda mitad del siglo 19,
cuando se produjeron migraciones de otros lugares del país, con motivo de las
convulsiones sociales originadas por el gobierno opresor de Buenaventura Báez.
En
el lejano 25 de junio de 1859 Yamasá adquirió la condición de puesto militar,
por Decreto No.606, emitido por el Senado Consultor, tal y como aparece en el
recuento histórico del Congreso Nacional.
En
el 1874 Yamasá fue declarada como puesto cantonal de la provincia de Santo
Domingo.
La
población de Yamasá fue atrapada por la megalomanía del tirano sancristobalense,
quien al propiciar que se suprimiera la provincia Monseñor Meriño,
como se ha señalado precedentemente, añadió a Yamasá como parte de la provincia
Trujillo.
En
uno de los puntos más elevados de la Sierra de Yamasá, conocida como la Loma de
los Siete Picos, así como en sus
adyacencias, nacen ríos tan conocidos como El Ozama, La Isabela, Guanuma,
Haina, Verde, Básima y otros.
El
río Ozama hace un recorrido de casi 150 kilómetros. Ya acercándose a su
desembocadura, en el Mar Caribe, en la parte sureste de la Capital de la
República, recibe el impulso de sus afluentes comprovincianos Isabela y
Yabacao, los cuales fueron en el pasado
potentes ríos navegables.
Yamasá
tiene dos distritos municipales: 1- Los Botados, con una gran producción de
cacao, también café, ñame, maíz, batata, plátanos, bija, guineos, arroz y cucurbitáceas de interés horticultural como
auyamas y pepinos; y 2- Mamá Tingó, nombre puesto en merecida memoria a doña
Florinda Soriano, mártir de las luchas campesinas.
En
un pasado no muy lejano ese municipio fue gran productor de caña de azúcar, que
era procesada en el ingenio Haina.
Yamasá
posee una gran riqueza cultural, vinculada con la religiosidad, los cantos y danzas populares, y fomenta una artesanía
con cada vez más presencia en todo el país.
Los registros de historia sanitaria del país recogen
que en el 1865 Yamasá, y muchos otros pueblos dominicanos, fueron azotados por
una playa de tisis, mermando grandemente la población más pobre y vulnerable.
Al parecer esa enfermedad se prolongó por muchos años pues una década después
aparecía en la prensa nacional un aviso sobre consejos médicos para combatirla.9
El Follón de Yamasá
El
poeta popular dominicano por antonomasia, Juan Antonio Alix, escribió desde la
ciudad de Santiago, en el 1882, una décima que puso por siempre en la
literatura popular criolla el nombre de la pequeña comunidad de Yamasá.
El
follón de Yamasá, que es una estampa del más puro criollismo, sigue manteniendo
vigencia a 136 años de su publicación.
Un
extracto de esa hilarante décima de Alix dice así: “…Que tres pitos se me
da/Que figuren que es un cuento/Lo que pasó en el convento/Del pueblo de
Yamasá./…pues un día de la Asunción/Etando yo en Yamasá, vino el Cura de Boyá,
a celebrar la función./Un ahíto que por cierto/Fue a gozar de la función,/Se
largó allí un follón/ que hedía a perro muerto/Según la opinión del Cura/Y del
sacristán también, el follón fue de lerén/De mondongo, o de asadura.” 9b
Personas de importancia nacional nacidas en Yamasá
Nacieron
en Yamasá: l- El famoso general Eusebio Manzueta, brillante combatiente de la
Restauración, quien llenó de gloria las armas patrióticas dominicanas.
2-El
coronel Pío Díaz, quien nunca titubeó cuando su líder militar, el general
Manzueta, le impartía órdenes de combate.
3-Florinda
Soriano, mundialmente conocida como Mamá Tingó, cuyo nombre hizo eco en los
principales foros mundiales al entrar al
martirologio de los que en el país han perdido sus vidas por defender el
derecho a cultivar la tierra para hacerla parir frutos.
Monseñor
Meriño nació en un campo de Yamasá
La
más descollante personalidad nacida en Yamasá es, sin ningún resquicio de duda,
el que fuera Presidente de la República y Arzobispo de Santo Domingo, Monseñor
Fernando Arturo de Meriño.
Meriño
ha sido catalogado como un genio de la oratoria: “La admiración mantenida y el
consenso general coloca a Fernando Arturo de Meriño (1833-1906) en la más alta
cima de la oratoria dominicana. Arzobispo Metropolitano, su fuerte era la
oratoria sagrada, pero como político activo, encaró, con valentía impar,
situaciones difíciles en las que siempre mostró gran responsabilidad.”10
Ciertamente
Meriño, nacido en cuna humilde en Antoncí, un campo de Yamasá, bautizado en la
desde entonces famosa pila bautismal de la iglesia Agua Santa del pobladito de
Boyá, donde se conserva una descripción de aquel acontecimiento, fue un
dominicano fuera de serie, cuyo impacto en la vida pública nacional se mantiene
vigente, a pesar de que su muerte se produjo hace más de 110 años.
Su
figura polifacética permite que el nombre de Fernando Arturo de Meriño salga a
relucir en temas de política, oratoria, religión, historia, geografía e incluso
en asuntos de genealogía, pues él también tuvo presente aquella expresión
bíblica de “creced y multiplicaos”.
Por
eso de él se han escrito párrafos tan contundentes y esclarecedores como éste:
“El Padre Meriño, que ante todo era un hombre, lo cual es la primera calidad
apreciable en el nacido varón, tuvo el recurso de la oratoria, respaldado por
la autoridad de sacerdote para imponer el respeto y la admiración sentida por
el pueblo frente a su personalidad.11
“Fernando
Arturo de Meriño es el tipo de orador auténtico, del hombre verdaderamente
arrebatado por la embriaguez del verbo…Las mejores oraciones de Monseñor de
Meriño no son, como podría pensarse, las que compuso como orador sagrado, sino
las que pronunció cuando intervino en las disputas políticas…”12
Sabana Grande de Boyá
Sabana
Grande de Boyá es uno de los municipios de la provincia Monte Plata que acumula
porcentualmente mayor cantidad de población urbana, superando con creces a sus
moradores rurales. Es, además, el segundo en tamaño de esa provincia.
En
el 1955 adquirió la categoría de distrito municipal, dejando atrás su condición
de sección en virtud de las disposiciones de la Ley 4056, promulgada el día 10
de febrero de dicho año y contenida en la G.O. No.7804, correspondiente a dicha
fecha.
Entonces
formaron parte del nuevo distrito municipal las comunidades rurales de Cabeza
de Toro, Payabo y Gonzalo.
Su
condición actual de municipio le llegó mediante la Ley 688, publicada el día 2
de julio de 1974, como parte de la provincia de San Cristóbal. Luego pasaría a
formar parte de la nueva provincia Monte Plata, como se indica más arriba.
En
realidad Sabana Grande de Boyá era un gran centro de producción y acopio de la
caña de azúcar que en los ingenios Haina y Ozama se convertía en azúcar parda y
refinada, melaza y otros subproductos derivados
de la misma.
Dadas
esas circunstancias, donde imperaba de manera draconiana el monocultivo cañero, es un pueblo que se
fue formando con inmigrantes de otras comunidades que buscaban allí su modo de
sobrevivencia.
En
los años 40 y 50 del siglo pasado el grueso de su población en capacidad
laboral se dedicaba a la siembra, cultivo, limpieza, corte, pesaje y carga de
la famosa gramínea que tantos beneficios económicos dejó al tirano Trujillo y
su grupo de validos. Posterior a la muerte
de esa siniestra figura, los moradores de Sabana Grande de Boyá siguieron en
las referidas labores, pero no llegó su mejoría económica y así fue
languideciendo la población y también el
cultivo y procesamiento de las grandes plantaciones cañeras de la zona.
Una
parte considerable del Parque Nacional de los Haitises está en el lado norte de
ese municipio y del distrito municipal de Gonzalo, el cual forma parte del
mismo.
Además
de tener una parte de su territorio como elemento esencial del referido parque,
también tiene una considerable cantidad de sus más de 500 kilómetros cuadrados
como zona de amortiguamiento del mismo.
Su otro distrito municipal, Majagual, también
está en la zona de influencia directa del Parque Nacional de los Haitises, en
ruta hacia Samaná, por la autopista Juan Pablo II.
Ante
el colapso de la industria azucarera la economía de Sabana Grande de Boyá se
sustenta, desde hace varias décadas, en las actividades comerciales, la crianza
de ganado vacuno y la siembra, cosecha y venta de café y productos agrícolas
diversos.
Peralvillo
Peralvillo
es el más rural de los municipios de la provincia Monte Plata, dicho esto
tomando en consideración el lugar de residencia de sus moradores, pues la mayoría ha optado por vivir en los campos.
Es
una de las comunidades más antiguas de esa provincia y del país, pues ese
nombre aparece en los registros
históricos dominicanos desde el inicio del siglo XVII.
Desde
entonces flota en el ambiente una anécdota que nadie ha desmentido, y que resume el origen del nombre Peralvillo,
aduciendo que allí se estableció un jerarca colonial apodado Don Villo y fomentó una plantación de
peras. ¡De ahí lo de Peralvillo!
Peralvillo
se ubica cerca de Yamasá, municipio con el cual mantiene una conexión directa y
permanente para las actividades económicas, sociales, culturales y deportivas.
El
municipio de Peralvillo es gran productor de cacao, con la modalidad de
orgánico, pero también se cultivan allí los llamados vegetales chinos, bija,
jengibre, orégano, auyama, plátanos, guineos, ñame, yuca y otros tubérculos de
gran consumo nacional.
Don Juan
y la Restauración
Es
en el hoy distrito municipal de Don Juan donde está anclado con marca histórica
indeleble el Arroyo Bermejo. En sus contornos se libró una de las batallas más
significativas de la Guerra Restauradora.
El
entonces joven Gregorio Luperón, con un puñado de bisoños combatientes
restauradores, mal equipados y con poco entrenamiento, venció en Arroyo
Bermejo, el 30 de septiembre de 1863, a una poderosa división anexionista,
integrada por soldados bien fogueados en muchas batallas, con un potente
equipamiento de pertrechos militares y una atemorizante panoplia, bajo la
dirección del vendepatria general Pedro Santana Familia.
La
desventaja militar en el cantón de Bermejo era tan grande, en perjuicio de los restauradores, que un gran
pensador dominicano de la época dejó plasmado el dramatismo contenido en este párrafo: “soldados-monteros,
desnudez de la tropa, escasez de armas y suministros, un pedazo de tocino, 40 ó
50 plátanos y los cajones de municiones que estaban encima de una barbacoa y
acostado a su lado había un soldado fumando tranquilamente cachimbo.”13
Se
ha considerado que la batalla de Arroyo Bermejo fue clave para impedir que
Santana y sus conmilitones llegaran a loma conocida como El Sillón de la Viuda,
que entonces era el paso tradicional para llegar al Cibao desde el Este.
Es
el mismo punto geográfico que en un viaje hacia el Cibao el ilustrado
intelectual estadounidense Samuel Hazard describió en el 1873 en estos
términos: “Al cabo de cinco millas llegamos al pie de la Cordillera, que levantándose aquí a una altura de unos 3,000
pies, recibe la denominación de “Sillón de la Viuda”, en cuya cara sur se
hallan las fuentes del Ozama. Cabalgamos por verdes pendientes y escarpados
desfiladeros de arcilla seca, excepto en algunos lugares del camino donde un
arroyo que se escurre de la montaña mantiene el suelo mojado…¡Era el “Paso de
la Viuda”, y allí estaba el gran corazón montañoso de la isla, con el
prominente Pico Yaque lejano y esfumado!14
Tan
impactante fue ese triunfo de los restauradores en Arroyo Bermejo que el presidente Pepillo
Salcedo decidió trasladar por varios días a Monte Plata el comando general del
gobierno restaurador.
El
general anexionista Pedro Santana, luego de su fracaso en Arroyo Bermejo, refunfuñando,
y alardeando de una inexistente condición de general invicto, se quejaba a sus
socios, las autoridades españolas de ocupación, de esta manera: “Todas las
glorias que durante 4 meses adquirió bajo mi mando la división de Guanuma y
Monte Plata han desaparecido cuando dejó de estar a mis órdenes, concluyendo
por abandonar aquellas posiciones cuya conservación era tan importante para la
defensa y el triunfo de nuestra causa…”15
Esa
derrota llenó de amargura a Santana, quien se refugió en su campamento general
de Guanuma, territorio monteplateño en el cual él desarrolló muchas de sus
actividades vitales, tanto en el plano militar como en términos de expansión
vivencial de otra índole.
Tal
vez por ello el escritor vegano, nacido en Cuba, Federico García Godoy, decidió
titular una de sus tres novelas históricas con el nombre de Guanuma. Es la
misma en la cual uno de los personajes claves es el General Pedro Santana,
disfrazado en su contenido con el nombre de ficción Fonso Ortiz.
“Entre
los pocos escritores dominicanos que nos obsequian el pasado como materia viva,
y no como estudio histórico, está don Federico García Godoy. Y Guanuma es la
prueba.”16
Otros hechos de
la Restauración en Monte Plata
La
tierra, ríos y arroyos de la hoy
provincia Monte Plata fueron escenarios de múltiples luchas en defensa de la
dominicanidad. Sería largo describir tantos encuentros armados, pero al menos
añadiré dos:
El
héroe restaurador Marcos Adón, nativo de la Victoria, que a su nacimiento era
tierra monteplateña, se llenó una vez más de gloria cuando junto a
sus hombres decidió enfrentar a los anexionistas y “ atacó el vapor de río que remontaba por el Ozama hasta la
boca del Yabacao, causándole grandes
bajas y muchas averías….” Pero las aguas
de los ríos de Monte Plata, que entonces eran navegables, siempre fueron
adversas a los españoles (y sus secuaces) que ocuparon el país como resultado
de la abominable Anexión. Eso se comprueba cuando “el coronel Santiago Núñez y
el comandante Monegro, atacaron la boca del Yabacao y después de un reñido
combate, quedaron dueños del puesto.”17
Boyá y la histórica polémica
sobre los restos de Enriquillo
Sobre
Enriquillo y su supuesta presencia, muerte y enterramiento en Boyá han surgido muchas
controversias. A pesar de haber transcurrido más de 450 años del fallecimiento del indómito Cacique de la Sierra de Bahoruco
todavía no hay un criterio unificado sobre el destino final de sus restos
mortales.
Antonio
Sánchez Valverde, sacerdote, esclavista, abogado e historiador, dejó caer su
parecer sobre Enriquillo, sus seguidores y el poblado de Boyá, situado en el
corazón de la hoy provincia de Monte Plata, cuando escribió lo siguiente: “ El
infeliz lugarejo de Boyá, a que se retiró el Cacique Don Enrique con el resto
de sus indios que le siguieron en la sublevación, después que fue perdonado por nuestro rey y emperador
Carlos V…”18
Manuel
de Jesús Galván ofrece la versión de que
una lugareña de Boyá le aseguró que los restos del Cacique Enriquillo estaban
enterrado en el centro de la nave de la iglesia del poblado.19
Fray
Antón de Carvajal, sacerdote católico que ejerció su ministerio en la época
colonial, dejó una nota fechada en el 1571,
sin empaparse directamente sobre lo de Enriquillo, pero bordeando la
temática en cuestión, dijo que: “Otro pueblo hay, de indios, ocho leguas de esta
ciudad, que se llama Boyá, el cual tendría veinticinco vecinos, todos
viejos y pobres y sin hijos.”20
En
el año 1907 el periodista Enrique Deschamps también intervino en el mar de
opiniones sobre el tema pontificando así :“ La población de Boyá fue
establecida en el año 1533 por Enriquillo, último cacique quisqueyano, y los
indios que le acompañaron en su alzamiento en las montañas del Bahoruco, en
virtud del tratado de paz celebrado con Barrio Nuevo.”21
Y
como no podía faltar en un asunto de ese tipo, Fray Cipriano de Utrera
interviene con su saeta siempre afilada y puntualiza en unas notas que vieron
la luz pública en el 1946, que: “El prudente lector tiene aquí material para
entender si Boyá es anterior o posterior al famoso tratado de paz, Boyá fue
fundado por Rodrigo de Figueroa hacia 1529.”22
El
historiador Luis Gerónimo de Alcocer, ladeando el asunto referido, dijo en un
escrito de 1650, cuando bullía con fuerza la polémica sobre Enriquillo, que: “La
Villa de Boyá, que es de indios descendientes de la isla tendría como seis
casas de ellos.”23
Más
recientemente es Joaquín Balaguer quien vuelve a mover el avispero de las dudas
y avivar la polémica sobre el destino final del Cacique Enriquillo cuando escribe
que: “…Ya en 1533, año en que fue firmado
entre el Cacique y la Corona de España el acuerdo que pacificó
definitivamente la isla, la población indígena reducida a 4,000 indios
aproximadamente, se recluyó en Boyá.”24
Pero
todo indica que el fiel de la balanza sobre ese tema del lugar donde sepultaron
los restos mortales del Cacique Enriquillo se inclina hacia Azua de Compostela.
“
Mis investigaciones en el Archivo
General de Indias comprueban sin lugar a dudas que el polvo mortal de
Enriquillo yace sobre la soleada tierra azuana…”25
“Confortado,
el cacique cristiano se decidió a bajar, estableciéndose a siete leguas de la
villa de Azua…”26
Y
más aún, el presidente de la Real Audiencia de Santo Domingo, que lo era el
jurista y religioso Don Domingo Alonso de Fuenmayor, junto con los Oídores Rodrigo Infante y Juan
de Vadillo, le dirigieron una carta al Emperador Carlos V, en fecha 17 de
octubre de 1535, en la cual le informaban del deceso en Azua del cacique
Enriquillo.
Fuenmayor
y sus segundos le informaban a la Corona
Española del óbito del gran jefe indígena así: “El Cacique don Enrique falleció
habrá veinte días, escríbennos que murió
como cristianos, habiéndose confesado y recibido los sacramentos, y mandóse
enterrar en una iglesia de la villa de Azua, que está cerca del pueblo, hizo
testamento y dejó por herederos a doña Mencía, su mujer, y a Martín de Alfaro,
su primo….”27
Bibliografía:
1-División Político-Territorial Dominicana
1944-2004.Impresora Imsimapri, julio 2004.página 35, Welnel Darío Féliz Féliz.
2- Ley No.1, promulgada el 20 de enero de 1982.
G.O.9595, del 31 de agosto de 1982.
3-Declaratoria de Independencia del Pueblo Dominicano
1-diciembre-1821.José Núñez de Cáceres. Incluida en el libro Documentos para la
Historia. Pp 484-485.J. Marino Incháustegui. Editado en Argentina, 1957.
4- La República Dominicana-Directorio y Guía General.
Segunda Parte. p162. Reeditado en 1994 por la SDB con el texto de 1907. Enrique
Deschamps.
5-Noticias Históricas de Santo Domingo.v. II. Editora
Taller, 1978. pp 128-129. Fray Cipriano de Utrera.
6- Siete
Biografías Dominicanas, publicación de 1946. José María Morilla.
7- Antonio Sánchez Valverde, citado en La Otra Historia Dominicana. Editora Búho,
2008. p88. Frank Moya Pons.
8- Fondos del Archivo Real de Bayaguana 1607-1920.
Boletín AGN No.115, mayo-agosto 2006.p 311.
9-Periódico El Orden de Santiago, edición 31 de enero
de 1875.Receta Kumis, enviada desde Francia por el eminente médico dominicano
Dr. R.E. Betances.
9-b- Eso E’ Paja Pa’ La Gaisa y otras Décimas.
Editorial Galaxia, 2005. Pp65-68.Juan Antonio Alix.
10- Historia
de la Cultura Dominicana. Editora Amigo del Hogar 2016. p802. Mariano Lebrón
Saviñón.
11- De las
Letras Dominicanas. Editora Taller, 1996. p26. Rufino Martínez.
12-Los
Próceres Escritores. Obras Selectas, tomo I. Editora Corripio, 2006. pp 229-243. Joaquín Balaguer.
13- Informe
del 5 de octubre de 1863, del Ministro de Guerra del gobierno provisional
restaurador Pedro Francisco Bonó.
14-Santo
Domingo, su pasado y presente. Editora Serigraf, segunda edición
2012.pp285-286. Samuel Hazard.
15-Hoja de Servicios
del Ejército Dominicano (1844-1865).v. I.p337.Editora del Caribe, 1968. ADH.
16-Federico García Godoy-Guanuma.Sto.Dgo.20 de mayo de
1963. Juan Bosch.
17-Notas
Autobiográficas General Gregorio
Luperón.t I, Segunda edición. P240, Editorial el Diario, Santiago 1939.
18- Nota sobre Enriquillo,1785.Antonio Sánchez
Valverde.
19- Novela Enriquillo, nota 10.p 536. Edición s/p de imprenta. Manuel de Jesús
Galván.
20- Año 1571-Comentarios sobre Boyá. Fray Antón de
Carvajal.
21- La
República Dominicana. Directorio y Guía General. p 165, segunda parte, editada
en 1974 por la SDB. Enrique Deschamps.
22- Noticias Históricas de Santo Domingo-1946. Fray Cipriano de Utrera.
23-Comentario sobre Boyá-1650. Luis Gerónimo de
Alcócer.
24-Enriquillo-Boyá-1986. Joaquín Balaguer.
25-
Divulgaciones Históricas. Editora Taller, 1989, p46.César Herrera Cabral.
26-Clamor de Justicia en La Española
1502-1795.p123.Impresora Amigo del Hogar, 2008. Flérida de Nolasco.
27- Historia Militar de Santo Domingo, tomo I. Fray Cipriano
de Utrera. Editora Búho, agosto 2014.página 243.
Publicado el 14 de Julio 2018.Diario Dominicano.
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