sábado, 13 de febrero de 2021

SAN PEDRO DE MACORÍS: LA SULTANA DEL ESTE

 

SAN PEDRO DE MACORÍS: LA SULTANA DEL  ESTE

 

                         POR TEÓFILO LAPPOT ROBLES

La ciudad de San Pedro de Macorís también es conocida como Macorís del Mar, Mosquitisol  y la Sultana del Este.

Ese último sugerente apodo tal vez sea como una remembranza de aquella imponente embarcación que utilizaban en el pasado lejano los turcos para guerrear en los mares Egeo y Mediterráneo, y que a todos deslumbraba por su esplendor y envergadura en los estrechos de Bósforo y Dardanelos.

Esa es tierra de caña de caña de azúcar (aún hay molienda, pero en su época de mayor empuje llegó a tener operando varios ingenios, entre ellos Angelina, Puerto Rico, Santafé, Consuelo, Quisqueya, Porvenir y Cristóbal Colón).

Es cuna de excelentes poetas, literatos, artistas, académicos en todas las ramas del saber, beisbolistas de fama mundial, atletas en muchas categorías, grandes empresarios. Allí nacieron también  hombres y mujeres que hacen honor al trabajo dignificador.

Su principal centro académico, la Universidad Central del Este, ha contribuido grandemente con la formación de miles de jóvenes dominicanos provenientes de todas las zonas del país.

También se le conoce como la tierra dominicana del Guavaberry, nombre inglés del árbol del guayabillo o cabo de chivo, caracterizado por sus flores blancas y rosadas, de fruto anaranjado, recubierto de una pulpa que sirve de base, junto con canela, malagueta y ron, para hacer el rico licor así llamado.

San Pedro de Macorís es, en nuestro país, la cuna de los sabrosos domplines (dumpling), un aporte gastronómico de los cocolos para el deleite de paladares nativos y de visitantes. Pero, además, tienen fama nacional sus pasteles en hoja, sean de plátanos con carne de res o de yuca con pollo, así como de harina de maíz con otros ingredientes.

 Tiene un puerto con más de 70 años de uso intenso, en el lugar donde el río Higuamo desagua en el Mar Caribe. Ya es casi un cascarón, que requiere una reconstrucción moderna, acorde con el dinamismo de la economía de la zona.

Oportuno es decir que algunas de las mejores haciendas de San Pedro de Macorís pertenecían a un ambicioso sevillano, que sucedió en el poder colonial de La Española a Francisco de Bobadilla y fue defenestrado por Diego Colón, convirtiéndose en sólo siete años de gobierno, como por arte de birlibirloque, en el principal potentado de todas las tierras controladas por España en el llamado Nuevo Continente.

Diego Colón, en un memorial  escrito en 1509, puntualizó al respecto lo siguiente: “Que tiene el comendador en Santo Domingo diez solares en que entra la mitad del pueblo y lo mejor, y no hay un lugar de toda la isla  que no tenga las mejores haziendas dellas”. El gran beneficiario de los cuantiosos bienes del Capitán General y Gobernador Colonial  Nicolás de Ovando fue  Hernando de la Vega, en virtud de Real Cédula de 151. 1  

               Primera Iglesia, origen de la ciudad de S.P. de Macorís

Al sacerdote Pedro Carrasco se le considera el fundador de SPM, pues  fue él quien  motivó y dirigió la construcción de la primera iglesia católica de allí, hoy proyectada en la Catedral San Pedro Apóstol, sede del obispado petromacorisano.

La belleza de esa Catedral resalta al primer golpe de vista, con su estilo arquitectónico neo gótico y los coloridos vitrales que sirven de cornisa y de iconografía religiosa.

 El templo original facilitó, como se indicará más adelante, la unión de los pueblitos que pasaron a llamarse SPM. El cura Carrasco fue un hombre excepcional, no sólo por su elevada formación intelectual, sino por su amplia labor a favor de la Independencia Nacional.

De él dijo el Padre de la Patria Juan Pablo Duarte lo siguiente: “ El R.P. Pedro Carrasco. Q.D.E., cura de la heroica villa de San José de los Llanos, presidió con nosotros a la fundación de la República”.2

La referida primera iglesia de Macorís del Mar fue construída en un amplio terreno yermo, entre los pequeños poblados germinales conocidos como Mosquito y Sol.

El más prolífico de los historiadores sobre asuntos eclesiásticos dominicanos, y párroco en esa activa ciudad, dejó consignado que la unión de las citadas comarcas Mosquito y Sol (que no llegaron a tener calidad de villas) se convirtieron en San Pedro de Macorís, tomando en consideración que la iglesia que la fue fusionando estaba “bajo la advocación del primero de los Papas”.3

“Macorís, en sus albores vio abierta al culto, el lro. de octubre de 1856, una iglesia pequeña, de maderas criollas, forrada de tablas de palma real y cubierta de yaguas; el presbítero Pedro Carrasco, insigne sacerdote dominicano, había promovido su construcción. Cura entonces de la parroquia de Hato Mayor a cuya jurisdicción pertenecía la bendijo. La pequeña ermita fue dedicada a San Pedro, el príncipe de los Apóstoles, como patrono entronizado.”4

Dicha iglesia fue arrasada en 1865 por uno de los habituales ciclones tropicales, reconstruyéndose al año siguiente, la cual a su vez fue devorada por un incendio en el 1885. Hecha de nuevo y vuelta a destruir en 1896 “por la explosión de una lámpara que iluminaba el reloj público”.

 

                      San Pedro de Macorís y la Reconquista

Los petromacorisanos, bajo el mando del capitán Antonio Sosa, fueron colocados por Juan Sánchez Ramírez en el lado izquierdo del cerro de Palo Hincado cuando se produjo el batacazo contra los franceses.5

El citado capitán Antonio Sosa, morador de San José de Los Llanos, que para entonces era un núcleo poblacional con un activismo político y militar muy notorio, murió en los combates de la referida batalla de Palo Hincado, tal y como se comprueba  en la ficha 157 del libro de Óbitos del Seybo, correspondiente al año 1808, firmado por fray Ignacio Morillas, Rector y Vicario en esa comunidad oriental.6

Los petromacorisanos de San José de los Llanos tuvieron un papel importante en la famosa reunión celebrada el 12 de diciembre de 1808, en el Cuartel General de Bondillo. José Basquez, quien en su calidad de Presidente de las Milicias del Consejo de Jurisdicción de San José de Los Llanos, fue de los que con Juan Sánchez Ramírez a la cabeza  proclamó: Primero a Fernando VII como “Rey y Señor  natural, y por consiguiente a la Suprema Junta Central de Madrid y en quien reside la Real Autoridad…..”. En dicho documento también se declaró al hatero cotuisano Juan Sánchez Ramírez, vencedor en Palo Hincado, como “el caudillo y motor de la gloriosa empresa de librarse el Pueblo de Santo Domingo del  vergonzoso yugo del tirano Napoleón, Emperador de los franceses…” 7

            La ciudad de San Pedro de Macorís

A  la ciudad de San Pedro de Macorís también se le dice popularmente, como se indicó más arriba, Mosquitisol.

Ese apelativo surgió porque con vista a la bahía de la zona hubo dos pobladitos: Mosquito,  así llamado en sintonía con la inmensa cantidad de mosquitos que brotaban como ejércitos de plagas de los manglares que la bordeaban, a orillas de Punta de Garza; y Sol, ubicado en  un costado del lugar conocido como Punta de la Pasa. Dicho nombre al parecer  le fue dado   porque el frente de todos sus bohíos estaba en dirección a los rayos solares que descienden desde Higüey, en el ámbito dominicano.

San Pedro de Macorís comenzó su andadura propia, en el tinglado de las leyes dominicanas, el 11 de mayo de 1846 cuando el entonces Consejo Conservador (hoy Senado de la República)  declaró a Macorís como Puesto Militar, “con lo cual resultará el darse principio a la formación de aquella población.”8

En ese entonces pertenecía a la provincia de El Seybo, en la referida calidad de puesto militar, tal y como consta  en los memoriales del Poder Ejecutivo de 1847, correspondientes al Ministerio de Guerra y Marina del país.9

De puesto militar pasó a Común, según la clasificación geográfica prevaleciente en la época, por mandato del Senado Consultor, en su sesión del 16 de mayo de 1859.10

Al producirse la Anexión a España San Pedro de Macorís pasó a ser Comandancia de Armas.

Posteriormente SPM fue declarado como el Quinto Distrito Marítimo del país, en mérito a una  Ley de 1882, cuando era Presidente de la República el Arzobispo Fernando Arturo de Meriño.

Después los legisladores dominicanos establecieron con idénticas facultades las provincias y los Distritos Municipales, es decir que ya en el 1882 SPM tenía condición de provincia, aunque no llevara dicha denominación.11

La Independencia en  territorio petromacorisano (San José de los Llanos)

Antes del trabucazo de Mella en la Puerta de la Misericordia, en la gloriosa medianoche del 27 de Febrero de 1844, ya había tronado sobre los cielos de San José de los Llanos el fuego redentor de la libertad dominicana.

En efecto, el 26 de Febrero de 1844 el jefe militar de ese pueblo, comandante Bernabé Sandoval, ordenó al artillero Juan Ramírez que hiciera vomitar el fuego de la libertad a un cañón que luego fue colocado como símbolo de la Independencia Nacional en el pequeño parque de dicha comunidad, junto con un busto de Vicente Celestino Duarte, quien había vivido allí en labores de concientización del pueblo para expulsar a los invasores haitianos.

Ese hecho inicial también fue estimulado por el sacerdote Pedro Carrasco Capellier, párroco de la iglesia del pueblo de San José de los Llanos.

Luego de esa acción intrépida salieron hacia Santo Domingo los mencionados y muchos  otros llaneros, entre ellos Pedro Gautreaux, Antonio Sosa y  Agustín Santana.

El historiador Emiliano Tejera, Canciller en el gobierno del General Ramón Cáceres, acotó sobre ese olvidado acontecimiento lo siguiente: “Juan Ramírez, impulsado por Vicente Celestino Duarte, se pronunció el 26 de febrero de 1844”.

El padre de la historiografía dominicana, José Gabriel García, se refiere a ese hecho ocurrido en San José de los Llanos, pero  dice que se produjo el 27 de febrero de 1844 en la tarde. Lo cual no pudo ser, pues muchos de los llaneros que participaron en la citada acción del 26 estaban en la Puerta de la Misericordia en el momento en que tronó el cañón de Mella.12  

“ Fue por la tarde, con el sol alto  todavía. Se corrió  la voz  y se fueron a la plaza todos los que estaban en el grupo revolucionario, y la gente los acompañaba porque ya se sabía lo que había en preparación. Vicente se había ido a Santo Domingo, y Sandoval y Antonio Sosa quedaron como jefes del movimiento del pueblo. El cura, que era un padre muy querido en el lugar, de apellido Carrasco, estaba también en la Capital”.13

“Fue el día 26, poquito después del mediodía. No hubo pleito; tiros sí. Cañonazos y fusilería. No había ese día en el pueblo un solo haitiano”.14

Algunos opinantes sostienen que el cañonazo redentor llanero del 26 de febrero de 1844, por la cercanía de San José de los Llanos con Santo Domingo, pudo poner en alerta al general haitiano Etiene Degrote, entonces jefe de las fuerzas de ocupación.

El historiador Francisco Elpidio Beras, quien tenía alegatos localistas para sostener que la independencia comenzó en El Seybo, escribió, refiriéndose a la opinión de Emiliano Tejera, que: “Los Santana había pronunciado El Seybo en la madrugada del 27…el ilustre historiador comete error de bulto cuando asigna a Los Llaneros, como hora de su pronunciamiento, el día 26 de febrero. Se trata, sin duda, de un lapsus, pues está suficientemente afirmado que el pronunciamiento de Los Llanos, que no tenía guarnición haitiana, se daba por hecho desde las 4 de la tarde del 27. Haberlo autorizado para la misma hora el 26, era tanto como denunciar la conspiración a Desgrotte, pues tal acontecimiento debía de por la fuerza, dada la escasa distancia a la capital, ser conocido en la misma al día siguiente, antes de las 11 de la noche, hora del trabucazo de Mella”.15

El distinguido jurista e intelectual seybano, de fuerte raigambre santanista, avala su opinión en lo dicho por un historiador vegano: “Santana da el grito de independencia-dice- en el Seybo, el 26 de febrero de 1844, marcha seguido sobre la Capital a la cabeza de 600 hombres.”16

Es evidente que lo que se pretende es cerrar paso a cualquier opinión que los santanistas, con sus artes sibilinas, entiendan que pueda significar mengua del papel protagónico de los hermanos Santana y sus seguidores en el proceso independentista dominicano.

Lo que ocurrió  en San José de los Llanos en la tarde del 26 de febrero de 1844 no sólo ha quedado demostrado por la historia oral, sino por realidades consignadas en documentos de la época, incluso no objetados  por Angulo Guridi, originalmente fervoroso santanista.17

 

         El poeta nacional Pedro Mir era petromacorisano

El poeta nacional (así justicieramente declarado por el Congreso Nacional en el 1984) Pedro Julio Mir Valentín, que también fue historiador, ensayista y profesor de altos vuelos filosóficos, fue el fruto de un ingeniero cubano y como el mismo la llamó, una “humilde criatura boricua”, fallecida cuando él tenía 4 años de edad. Nació en el 1913, en el ingenio Cristóbal Colón, de San Pedro de Macorís.

Juan Bosch, en su papel de editor literario del Listín Diario, al recibir unos poemas de Pedro Mir, con marcado tinte social, escribió en el 1937: “Aquí está Pedro Mir… A mí con toda sinceridad me ha sorprendido. He pensado: ¿Será este muchacho el esperado poeta social dominicano? 

Un erudito dominicano hizo un amplio recorrido por la poesía de nuestro poeta nacional (el más elevado aporte de San Pedro de Macorís a las letras nacionales) deteniéndose a analizar cada etapa de su poesía, desde las líricas hasta la social y política, pero siempre “la poesía de Pedro Mir, social o no, mantiene sus frescura, su sonoro encanto…El es político, luchador, doctrinario, pero antes que nada, es poeta.”18

En la galería de poetas petromacorisanos también hay que mencionar a Federico Bermúdez, René del Risco y Bermúdez Norberto James, Virgilio Díaz Ordóñez, Francisco Domínguez Charo, Carmen Natalia Martínez Bonilla, Víctor Villegas, Federico Jóvine Bermúdez  y otros de no menos significación en el parnaso nacional.

Entre los artistas petromacorisanos, como simple muestra de una lista grande, cabe mencionarse los nombres de Niní Cáffaro, Mirla Salazar, Miriam Bello, Bienvenido Bustamante, Julio de Wind e Ivonne Haza.

Son y han sido muchos los petromacorisanos destacados en diferentes ramas del saber, desde el derecho hasta la arqueología, pasando por otras actividades académicas,  políticas, sindical y del sector empresarial. Difícil mencionarlos a todos.

                     Cueva de las Maravillas

Pertenece a la provincia de San Pedro de Macorís. Está ubicada entre los ríos Cumayasa y Soco, que junto al Higuamo, el Casuí y el Macorís son las principales riquezas acuíferas de esa zona del país.

Cientos de pinturas y algunos petroglifos, simbolizando figuras humanas y animales, con una soberbia demostración del arte de los tainos, la convierten en uno de los lugares  más importantes del área del Caribe.

Sobre los inmensos valores que para la cultura de la República Dominicana representa esa gigantesca cavidad petromacorisana se ha escrito mucho. Expertos dominicanos y extranjeros han hecho profundos estudios y amplias reseñas sobre la misma.

Uno de ellos fue el fallecido antropólogo Fernando Morbán Laucer, quien en un conciso y riguroso ensayo tocó aspectos esenciales que permiten tener una perspectiva clave de lo que significa el lugar para conocer la vida pasada de toda el área del Caribe insular.19

En los contornos exteriores de Cueva de las Maravillas existen decenas de árboles ahora prácticamente en extinción, pero que abundaban en esa y otras zonas del país, en la época precolombina. También hay allí iguanas rinocerontes y otros animales, especialmente reptiles.

Para la protección de su riqueza interior a Cueva de Las Maravillas se le otorgó la categoría de Parque Nacional.

Los estudios científicos realizados en ese lugar han permitido conocer muchos detalles pocos conocidos sobre el consumo de alimentos de los indígenas, así como una amplia gama de la flora y fauna de todo el Caribe insular. Los restos fósiles han ayudado a conocer cómo fue en el pasado remoto la vida en esta parte del mundo.

                            Cofradías macorisanas

San Pedro de Macorís tal vez sea la tierra dominicana que haya tenido a través del tiempo el mayor número de cofradías y gremios.

Ya en el 1890 existía allí la Sociedad Literaria Amantes del Estudio y dos años después operaba a todo tren la que se denominó como Obreros de la Protección. En 1894 surgió la  Sociedad Agrícola y en el 1909 nació el Casino Macorisano.

Comenzando la dictadura de Trujillo, en 1930, se fundó en esa ciudad la Federación local del Trabajo San Pedro de Macorís; pero antes se habían fundado en esa provincia decenas de otras organizaciones sociales, culturales y de ayuda mutua.20

 

La hazaña de Gregorio Urbano Gilbert en Macorís del Mar

Fue en el muelle de San Pedro de Macorís que  patriota dominicano Gregorio Urbano Gilbert (que luego luchó en Nicaragua junto a César Sandino) realizó la proeza de eliminar a un alto oficial de la soldadesca invasora estadounidense del 1916, cuando de manera solitaria se enfrentó al jefe de tropas extranjeras que salían en actitud de combate desde un buque de guerra surto, o más bien anclado, en el lugar y que vinieron a humillar al pueblo dominicano.

“Cuando las tropas invasoras ocuparon la ciudad capital, este muchacho, cuyo nombre es Gregorio Urbano Gilbert, estaba en San Pedro de Macorís…Cuando Gregorio Urbano estuvo a pocos pasos del oficial, sacó violentamente del bolsillo la mano derecha, provista de un revólver, e hizo dos certeros disparos sobre el jefe gringo…Las fuerzas de desembarco se replegaron, y, en plan de batalla comenzaron a disparar…Los buques hicieron funcionar sus cañones…miles de balas de cañones y de fusiles respondieron a dos disparos de revólver…Se trataba de un acto de heroísmo individual…Entonces supo que estaba condenado a noventa y nueve años de presidio…”21

 

                                   Los ríos de Macorís del Mar

Los principales ríos de la provincia de San Pedro de Macorís son Macorís, Soco, Higuamo y Casuí.

El nombre del río Higuamo se quedó fijo en la mente de la gente e incluso aparece con despliegue en los mapas hidrológicos del país, pero el nombre real es Macorís, que es el resultado de la unión de dos ríos pequeños: El Higuamo y el Casuí.

 Hace más de 100 años que un experto dominicano detalló, con pruebas al canto, esa verdad con categoría de axioma. 22

El célebre pirata boricua Cofresí estuvo merodeando por la ribera macorisana. Incluso leyendas hay que dicen que parte de los tesoros del aventurero caribeño están enterrados en el mar y en el territorio de esa zona del oriente dominicano.23

El incansable investigador de la naturaleza y diplomático británico de origen prusiano  Robert Schomburgk al contemplar, en el 1852,el encuentro de las aguas dulces y saladas  que chocan en la bahía  de  Macorís del Mar, en su época de Puesto Militar, primero se entusiasmó y, luego de  observaciones con auxilio técnico, escribió de esta manera: “…se halla uno sorprendido de aquella hermosa expansión de agua, que parece  fue creada  por la naturaleza para un puerto…echando una ojeada más cerca y con la sonda en la mano, hace desaparecer esa ilusoria suposición…es un bajío de lodo…un bajío peligroso con solo 6 a 7 pies de agua sobre él… el canal sólo tiene 18 pies de agua…un arrecife protege el fondeadero..”24

            El cultivo de la caña de azúcar en  S P M

Según las informaciones más confiables el cultivo de la caña de azúcar comenzó en SPM en el año 1868, en varias pequeñas haciendas dotadas de trapiches que utilizaban cuadrúpedos para la molienda de dicha gramínea para hacer panelas y otros productos dulces. Un ilustre petromacorisano escribió con fundamentos económicos sobre ese tema. 25

A partir de dicha fecha hubo un acelerado proceso de producción de caña de azúcar y su proceso de industrialización. Un historiador dominicano describió el laborantismo cañero así: “En 1885 ya había 35 fábricas modernas concentradas en las llanuras del sureste del país, entre Santo Domingo y San Pedro de Macorís…en San Pedro de Macorís, la principal zona cañera, los colonos cultivaban el 75 por ciento de las tierras en 1893.”26

 

                 Importancia económica de San Pedro de Macorís

En los primeros años del siglo XX San Pedro de Macorís era una de las ciudades de mayor empuje económico del país, al extremo de que se le consideraba como la locomotora nacional, especialmente por el dinamismo de la industria azucarera, pero también por otras producciones manufactureras con el sello “made in SPM”.

Para esa época “Macorís como nervio de la producción azucarera, se transformó probablemente en la principal plaza manufacturera del país…ropa barata, calzados y otros artículos de cuero, jabón, panaderías y pastas alimenticias, materiales de construcción y algunos otros artículos.”27

                   Los cocolos  en la Sultana del Este

Se les llamó cocolos, como término genérico, a los trabajadores agrícolas y fabriles de los ingenios azucareros que llegaron a San Pedro de Macorís y otros lugares del país, en los primeros años del siglo XX. Provenian de algunas de las pequeñas islas del Caribe Oriental.

De ellos dijo un ilustre periodista y crítico literario petromacorisano que “…aquellos inmigrantes eran gente de costumbres familiares…eran gente de categoría en su conducta social”.28

Uno de los motivos principales de la llegada masiva a San Pedro de Macorís de inmigrantes  descendientes de esclavos, provenientes de la indicada zona (Nevis, Antigua, Dominica, Saint-Kitts, Saint Vicente, etc.) era el salario superior que obtenían, en comparación con el que recibían en sus tierras de la Leeward Islands.

Los llamados cocolos han sido una de las migraciones más positivas que ha tenido el país, pues sus aportes van desde las artes danzarias, con los guloyas de Teófilo Shiverton a la cabeza (patrimonio intangible de la humanidad), pasando por una rica gastronomía y haciendo significativos aportes en las letras, las artes, las ciencias y los deportes.

Muchos importantes vates petromacorisanos procedían de esos inmigrantes y muchos vigorosos bates de origen cocolo han puesto a brillar, en las llamadas grandes ligas del beisbol estadounidense, el nombre de la República Dominicana.

Un ejemplo emblemático de los muchos aportes cocolos a las letras dominicanas es el gran poeta Norberto James, quien resumió el drama de las migraciones de la que él provino en el poema Los Inmigrantes:

“Aún no se ha escrito la historia de su congoja/Su viejo dolor unido al nuestro/No tuvieron tiempo-de niños- para asir entre sus dedos los múltiples colores de las mariposas/Atar en la mirada los paisajes del archipiélago/Conocer el canto húmedo de los ríos/No tuvieron tiempo de decir -esta tierra es nuestra”.29

 

                     El turismo en San Pedro de Macorís

A parte de Cueva de las Maravillas, que tiene categoría de reserva antropológica, San Pedro de Macorís cuenta con otras áreas turísticas vinculadas con el mar, en Juan Dolio, Guayacanes y Villas del Mar; hay decenas de hoteles de diversas categorías para alojar a públicos de diferentes  condiciones sociales. Además posee varios campos de golf.

Mucho contribuyó al desarrollo turístico de la provincia de San Pedro de Macorís la Ley 153, creada en el año 1971 para la promoción y el incentivo de las actividades turísticas.

San Pedro de Macorís tiene un pequeño rosario de playas, algunas de ellas desconocidas por el gran público: La Sardina, Montero, Candelaria, El Carey, Blanca, el Muerto, Marota, Juan Dolio (que es una gran playa, con más de dos kilómetros de largo), Oasis y playa Caribe.

                        Municipios de la Provincia SPM:

A parte de San Pedro de Macorís, la provincia del mismo nombre está conformada por los  siguientes municipios:

San José de los Llanos,  el cual tiene  una amplia vida histórica, tal y como se ha indicado más arriba. Fue fundado originalmente en un costado del río Caganche, que es  uno de los tributarios del famoso río Brujuela, con tramos superficiales y subterráneos.

Guayacanes,  que es un municipio básicamente turístico, teniendo como eje central de la actividad del ocio la zona de Juan Dolio. Fue creado en  época reciente, el 3 de mayo del 2006, en virtud de la Ley 203-06, en cuya literatura se resaltan las condiciones paradisíacas del lugar y la pertinencia de convertirlo en municipio a fin de poder brindar una serie de servicios públicos a sus residentes y visitantes.

Ramón Santana. La existencia de este municipio poco conocido data del siglo XVIII. Está ubicado al oeste del río Soco. Antes pertenecía a El Seybo, pero el 27 de febrero de 1938 fue derivado como  común de San Pedro de Macorís. Su antiguo nombre era Guasa, el cual le fue cambiado por actual, en honor al General que fue gemelo del también General y Presidente de la República Pedro Santana y quien muriera joven y en circunstancias  sorpresivas y nunca aclaradas.

La comunidad de Quisqueya fue declarada municipio por la Ley 217-98, hace ahora veinte años. Surgió producto de la población que desarrollaba sus actividades en torno al Ingenio del mismo nombre. Fue fundado a finales del siglo XIX. Sus moradores son personas laboriosas y de allí han surgido peloteros, poetas, sobresalientes profesionales de la educación, la medicina y otras ciencias.

Consuelo es un municipio que tiene más de 30 mil habitantes. Fue elevado a esta categoría el 23 de diciembre de 1996, por disposición de la Ley 7196, la cual consigna las potencialidades, de en diversos aspectos, de esa comunidad que inició su vida  al fundarse el ingenio del mismo nombre, en el ya lejano 1882.

 Bibliografía:

1-El pleito Ovando-Tapia. Editora el Caribe 1978.p129.Emilio Rodríguez Demorizi.

2-Miscelanea Histórica. Clío, No.97.septiembre-diciembre 1953.p.12. Leonidas García Lluberes.

3-La iglesia parroquial de San Pedro de Macorís. Conferencia del 10 de septiembre de 1932. Imprenta de los padres capuchinos. fray Cipriano de Utrera.

4-Vetilio Alfau Durán en Clío.Escritos II. Editora Corripio, 1994.pp 80, 81.

5-Diario  de la Reconquista.p53. Editora Montalvo 1957. Juan Sánchez Ramírez.

6-Libro de Óbitos del Seybo, ficha 157, correspondiente al año 1808.

7-Diario de la Reconquista. pp 98 y 99.Editora Montalvo 1957. Juan Sánchez Ramírez.

8-Colección Trujillo, t.4,pp248-249.

9-Memoria del Ministerio de Guerra y Marina,1847.

10-Colección Trujillo. Editora el Diario, v. IX,pp98 y 125.

11- Constitución  del 14 de noviembre de 1865.

12- Compendio de historia de Santo Domingo, pp557 y siguientes.

13-Testimonio de Clemente Sosa. Boletín del Instituto Duartiano. enero-junio 1975.año VII.No.11,pp58 y 59.

14-ibiden. p44.

15-La contribución del Seybo al grito del Conde. Imprenta Compostela.2da. edición.1977. pp 15 y 16. Francisco Elpidio Beras.

16- Duarte, bosquejo histórico. publicado en 1937. Guido Despradel Batista.

17- Temas Políticos. Volumen II, Chile 1892. Javier Angulo Guridi.

18-Historia de la Cultura Dominicana. Impresora Amigo del Hogar, 2016.pp529-532.

19-Las Cuevas de las Maravillas: vestigios de una cultura precolombina en Santo Domingo, República Dominicana. Boletín No.23 del Museo del Hombre Dominicano,1990.pp15-27. Fernando Morbán Laucer.

20-Sociedades, Cofradías, Escuelas, Gremios y otras corporaciones dominicanas. Editora Educativa Dominicana, 1975. Emilio Rodríguez Demorizi.

21-Crímenes del Imperialismo Norteamericano. Editora Curubusco, México, abril 1927. pp 95-101.Horacio Blanco Fombona.

22- Geografía de la isla de Santo Domingo. Impresora J.R. viuda García, 1915.pp266 y 360.

23-A mojar la vela. Rafael A. Deligne.

24-Reseña de los principales puertos y puntos de anclaje de las costas de la República Dominicana. Imprenta García Hermanos,1881.pp 19-20.

25- La caña en Santo Domingo. Imprenta García hermanos,1983.p43. Juan José Sánchez.

26-Historia del Caribe. Editora Búho, 2008. Pp380,381,382. Frank Moya Pons.

27-Capitalismo y Dictadura. Editora UASD,1982. pp.207 y 209. Roberto Cassá.

28-Columna dominical, Listín Diario 2000-2001.Francisco Comarazamy.

29-Poema los Inmigrantes. Norberto James.

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