sábado, 13 de febrero de 2021

MATANZAS Y OTROS PUEBLOS DEL VALLE DE PERAVIA

 

MATANZAS Y OTROS PUEBLOS DEL VALLE DE PERAVIA

 

            POR TEÓFILO LAPPOT ROBLES

 

Matanzas

Matanzas es un territorio peninsular (su ubicación en la Península de Las Calderas, descubierta por Cristóbal Colón en el 1502, así lo determina).  Ese municipio se caracteriza por poseer uno de los más altos niveles de biodiversidad marina de toda el área caribeña.

También  es costero,  como se observa  en cualquier  mapa de la República Dominicana. Parte de sus límites fronterizos están en el Mar Caribe. Una parte considerable de su costa recibe fuertes embates de las aguas marinas. Allí otros elementos de la naturaleza también son hostiles.  

Así describe Domingo Marte, en su libro Ecos de la Costa, esa zona del país: “El borde costero de Matanzas, Baní, comienza en una orilla de arena fina y una pared de tierra caliza de 5 metros de altura…El clima seco y ventoso de la zona marca los afanes varios en el borde costero…”1 

La capital del Municipio Matanzas es también carnavalesca, pues cada año sus calles se engalanan para recibir el simbolismo de personajes del folklore criollo en una amplia gama de sus manifestaciones sociales y populares. Comparsas de pueblos cercanos y lejanos acuden allí a exhibir sus atuendos y  a brindar alegría a la población.

El primer caserío formado en lo que hoy es el Municipio Matanzas, probablemente en los primeros años del siglo XVI, se le atribuye  al hacendado Cristóbal Tejeda, quien para entonces era dueño en la zona de hatos ganaderos y otros intereses económicos, tal y como se hizo constar en viejas anotaciones que reposan en archivos dispersos.

Los hijos de Matanzas. Inventario genealógico de una comunidad banileja, es una obra de gran importancia para comprender mejor el origen y la evolución de Matanzas, no sólo en el plano demográfico, sino en diferentes aspectos de su existencia. Su autor es  Juan Báez Melo, un matancero de pura cepa que siempre ha estado vinculado a su lar nativo, a pesar de que hace décadas salió físicamente de allí.2

Gran parte del Monumento Natural  que son las dunas Félix Servio Ducoudray se encuentran en los límites geográficos de Matanzas.

La historia de esa comunidad está cargada de hechos trascendentales, en el plano político, pero  además por tradición de siglos ha tenido una sostenida producción agrícola, ganadera y pesquera, así como la costumbre de fabricar artesanalmente muebles, especialmente sillas y mecedoras de maderas diversas, incluyendo algunas nobles.

La religión tiene un importante papel en el desenvolvimiento cotidiano de sus moradores, especialmente la fe católica, teniendo allí como patrono al santo burgalés Santo Domingo de Guzmán, el fundador de la orden de los Dominicos.

Matanzas dejó de ser campo en un octubre

Hasta el 14 de octubre de 1991 Matanzas era una Sección adherida a la parte rural del Municipio de Baní.

En dicha fecha el Congreso Nacional (señalando en las notas justificativas una serie de factores positivos) aprobó la Ley número 23, mediante la cual dicha Sección fue elevada a la categoría de Distrito Municipal, con el mismo nombre. Así inició el despegue urbano y la gerencia administrativa de ese hermoso pueblo ubicado en el centro de la porción sur del valle Peravia.3

Mediante la referida ley el paraje Las Tablas fue erigido en Sección y con su paraje Galeón quedó como parte del entonces flamante Distrito Municipal Matanzas.

Lo mismo ocurrió con el entonces paraje Arroyo Hondo, que por dicho texto legal fue subido a la categoría de Sección y  con el paraje Los Tumbaos reforzó la geografía de Matanzas.

En esa ocasión no hubo quietud en la zona, pues el hasta aquella fecha paraje Quijá Quieta, al amparo de la citada ley, fue llevado a Sección, como parte de la reorganización geográfica y administrativa del a la sazón Distrito Municipal Matanzas.

Matanzas, seis años como Municipio

 Matanzas, con un área superficial de 101 kilómetros cuadrados, fue convertido en Municipio el 6 de agosto del año 2013, mediante la Ley 111-13, en la cual se tomaron en cuenta, entre otros factores, su crecimiento económico, comprobable con las diferentes instituciones públicas y privadas establecidas en su territorio; así como también sus lugares turísticos y su emplazamiento en la ruta de  una importante Base Naval de La Armada Dominicana.4

El Congreso Nacional tomó en consideración para elevar de categoría a Matanzas, además de lo anterior, que en esa comunidad estaban dadas las condiciones a que sujeta la creación de un Municipio la Ley 176-07, particularmente en sus artículos 26 y 27, los cuales exigen denominación, límites, subdivisiones territoriales, identidad geográfica, social, económica y cultural, fuentes de ingresos constantes y suficientes más allá del 10% del presupuesto municipal, encuesta a la población del lugar y poseer más de 15 mil habitantes.5

Para el 2010 se contabilizaron en Matanzas 16,622 moradores, de conformidad a la tabla de ubicación de la población dominicana que arrojó el IX Censo Nacional de Población y Vivienda.6

Matanzas, en las letras nacionales

Matanzas, como otras comunidades de Baní, y de todo el valle de Peravia, siempre han sido fuentes inspiradoras para poetas, narradores y oradores. Unos han resaltado sus hermosos paisajes, otros la belleza de sus mujeres, no pocos la laboriosidad de sus gentes.

A Matanzas le corresponde su parte en lo que Eugenio María de Hostos definió  como “un verdadero paréntesis etnológico” y los matanceros tienen derecho a pensar que a su tierra se refería Arturo Logroño cuando escribió “los maravillosos campos de Baní son la sal y la alegría de la tierra.”

El 6 de abril de 1901, que fue Sábado Santo o de Gloria, el escritor, periodista y educador Federico Henríquez y Carvajal, al pronunciar un discurso de agradecimiento por un homenaje que le rindió la sociedad banileja, y evocando dos meses que 35 años atrás había vivido en Baní, expresó que para entonces percibió que:

“Abundaban las bellezas de quince abriles. Baní era como un cielo. Sendas “Lunas” había en El Llano y en Matanzas…Por Paya asomaba la “Aurora”. El “Sol” iba a aparecer en Boca Canasta o en Sombrero.”7

Planta hidrotérmica

Hace menos de cuatro meses se puso en funcionamiento en el Municipio Matanzas una moderna planta hidrotérmica, mediante la cual se le da el debido cuidado de selección y empacamiento a los mangos producidos en la provincia Peravia y zonas aledañas destinados a la exportación , especialmente hacia Europa y EE.UU.

Con esa obra se ampliará el mercado exportador dominicano en el renglón agrícola. Según los datos divulgados al momento de su inauguración, en junio pasado, se emplearán en una primera etapa cerca de 400 personas, entre trabajos directos e indirectos, lo cual es un factor dinamizador de la economía del área, y se beneficiarán cientos de productores de esa deliciosa fruta del género Mangifera indica.

Pueblos y aldeas cercanos al municipio Matanzas

Entre las pequeñas poblaciones (unas dentro y otras por los aledaños) del Municipio Matanzas caben mencionarse Villa Sombrero, El Llano, Las Salinas, Las Calderas, Villa Fundación, Sabana Buey, Punta Catalina, Quijá Quieta, Arroyo Hondo, Los Tumbaos, Galeón, Las Tablas, San José, Los Rieles, Hoyo Fino, Agusadera, Calabazas, etc.

La primera “regola” en el valle de Peravia

El territorio de Matanzas figura como uno de los lugares donde se inició el proceso de construcción de obras fluviales del país.

 Ese hecho de gran impacto en la vida de los moradores de allí se produjo en el 1885,  con el cabezal en un lugar conocido como Río Arriba. Estuvo a cargo del señor Juan Caballero,  experto en canales o regolas. El estaba establecido en Matanzas, donde se casó con una lugareña.   

La construcción de esa acequia, al estilo de las que él observó en Valencia, España, fue para la época toda una revolución en la producción agrícola.

Hay abundante documentación en la historia local sobre dicha obra de riego. Una de ellas, del historiador banilejo César Objío, contiene esta precisión, sin ningún ambage: “La primera regola de Baní se denomina Río Arriba.”8

Permitida sea la digresión para decir que la palabra “regola” tiene en su origen italiano una significación muy diferente al uso que se le da en nuestro país, y, además, la misma no figura como parte del Diccionario de la Lengua Española.

Sin embargo, y tal vez por la indicada construcción fluvial que en el siglo XIX hizo Juan Caballero en las afueras de Matanzas, ese vocablo se considera un dominicanismo.

En efecto, Max Uribe, en su obra Notas y Apuntes Lexicográficos, puntualiza lo siguiente: “Se admite que la voz regola es un dominicanismo de frecuente empleo en nuestro país, equivalente a canal de riego. Es término de mucho uso en las más de las comunidades del sur y suroeste del territorio nacional.”9

Matanzas como refugio de los gemelos Santana

En la amplia documentación sobre la vida del General Pedro Santana hay un pasaje sobre su fuga en los trillos de Sabana Buey, antes de proclamarse la Independencia Nacional, cuando lo conducían en reata junto a su hermano gemelo Ramón, y otros presos, hacia las ergástulas haitianas, por órdenes del presidente Charles Hérard.

Ante la afanosa búsqueda por parte de los sabuesos haitianos con sed de sangre y con órdenes de fusilamiento inmediato, Pedro Santana y sus acompañantes de escapada encontraron refugio seguro en la comunidad de Matanzas.

Sobre ese acontecimiento, que marcaría otros hechos de mucha importancia para el país en los años siguientes, el historiador Joaquín Sergio Incháustegui expresa lo siguiente:

“En Matanzas fueron escondidos por los esposos Luis Tejeda y Rosita Pimentel, rodeándolos de toda clase de atenciones y seguridades, enviándolos al lugar conocido con el nombre de “Los Médanos”, contiguo a las Salinas de Puerto Hermoso.”10

Ex héroe independentista se fugó de Matanzas

Los registros históricos ubican a José Valera Álvarez como héroe independentista,  en cuya hoja de servicios figura como un hábil y aguerrido participante en varios combates en pro de la consolidación de la Independencia del país.

Cuando se produjo la entrega de la soberanía nacional a España, con el hecho abominable de la Anexión, patrocinada por irresolutos que nunca tuvieron fe en el coraje del pueblo dominicano, dicho personaje se mantuvo del lado correcto de la historia e incluso luego del Grito de Capotillo pronunció al pueblo de Baní en la cálida tarde  del 7 de octubre de 1863.Esa fue su última acción patriótica.

Luego, sonsacado por los anexionistas, se pasó para el bando de los equivocados. Arrimó hombro con la Anexión y combatió a los patriotas que luchaban en condiciones adversas con enemigos de afuera y enemigos de adentro. Esa decisión  fue considerada por muchos de sus ex compañeros de lucha como un “descenso moral de su persona”.

 Fue apresado en Santo Domingo, pero por razones inexplicables el General Luperón lo puso en libertad, la cual disfrutó poco, pues el General Pedro Florentino ordenó su reapresamiento, tomando en consideración la traición que contra la Patria había cometido.

 José Valera Álvarez, y otros renegados, fueron confinados en Matanzas, lugar de donde se fugaron de manera espectacular, logrando reincorporarse a las filas de los anexionistas. 

Cuando triunfó la Restauración se fue a Cuba, donde llegó a ser general, siempre al servicio de los españoles ocupantes a título de intrusos.

 

Trogloditas conspiran en Matanzas contra Espaillat

 Uno de los más conocidos choques armados sostenidos por los baecistas con los partidarios del gobierno del gran civilista Ulises Francisco Espaillat se produjo en Matanzas, en el año 1876.

Los generales Melchor Cabral y Andrés Santana, juntos con centenares de partidarios del gobierno constitucional de Espaillat, se batieron a tiros en las callejuelas de Matanzas con sujetos golpistas, entre los que estaban los trogloditas,  reconocidos criminales, apodados Solito y Baúl, utilizados con asiduidad en años anteriores por el caudillo Buenaventura Báez para mantener bajo terror a las poblaciones del Sur del país.

 Cuando estos sujetos llegaron a Matanzas estaban precedidos de una fama siniestra, por sus actuaciones  desalmadas en el llamado Período de los Seis Años del Partido Rojo, donde sus fechorías tuvieron un crecimiento exponencial.

En Matanzas corrió la sangre de Bolos y Coludos

 Matanzas también fue escenario de luchas entre los Bolos y los Coludos, que así se apodaban, respectivamente, los partidarios de los caudillos de principios del siglo XX Juan Isidro Jimenes y Horacio Vásquez.

La historia registra que el 26 de abril de 1902 el jefe comunal de Baní, José Andújar, que era jimenista, ante el asedio de los horacistas encabezados por el diputado Casimiro Cordero, desplazó sus fuerzas hacia Matanzas en espera de los refuerzos que luego arribaron por mar desde Santo Domingo, dirigidos por los generales Román García y Pedro Álvarez, mientras que por vía terrestre llegaron desde Azua varios pelotones al mando del general Carlos Cubilete.

Fue grande la zozobra provocada por la lucha fratricida entre Bolos y Coludos en esa área del país. Hasta sacerdotes participaron, de una manera u otra, en esos acontecimientos, especialmente el cura Esteban Rojas y el sacerdote Quezada, tal y como lo relata el Obispo Emérito de La Vega, Antonio Camilo González, quien también fue párroco en Baní, en su sustanciosa obra Baní, hombres y tiempos.11

 

Carvajal Rivera, el Arzobispo que se fugó desde la periferia de Matanzas

Quien fuera Obispo de la colonia española de Santo Domingo durante  8 años, Fray Fernando Carvajal y Rivera, fue un mitrado que tuvo que enfrentar desde el 1690 hasta el 1698, a los que gobernaban sin respetar ningún nivel de escrúpulos, así como a los que desde el área privada no tenían otro propósito que el lucro personal, para lo que contaban incluso con la complicidad de muchos curas que ejercían bajo su mandato.

Los informes  redactados por dicho prelado, que reposan en el Archivo General de Indias, y algunos de los cuales fueron divulgados en el país por el historiador César Herrera Cabral, revelan a un hombre angustiado por los abusos que se cometían por estos lares.

Ante la impotencia de que no le hacían caso a sus súplicas el mercedario  salmantino Carvajal y Rivera se consideraba una especie de prisionero, aunque tuviera la parafernalia de su alta dignidad eclesiástica.

Cuando no estaba en sus quehaceres eclesiásticos en la vetusta ciudad de Santo Domingo, el obispo viajaba a los campos de Baní, donde interactuaba con canarios que se dedicaban en la zona al fomento de hatos ganaderos y algún tipo de agricultura.

Lo que no se imaginaban las autoridades encabezadas por el Gobernador y Capitán General de la isla, Gil Correoso y Cathalán, era que esos viajes al valle de Peravia no eran por placer, sino una labor exploratoria para poder escaparse de lo que él consideraba “peor que el cautiverio de Argel”; haciendo obvia referencia a los oprobios, escarnios y martirios vividos en esa ciudad del norte de África, en pleno Magreb.

El 26 de diciembre del año 1697, utilizando artilugios verbales propios de los preparativos de una fuga, dejó el territorio del valle de Peravia para atravesar el Océano Atlántico.

El historiador César Herrera Cabral describe el hecho así: “En uno de esos viajes, hospedado en la casa de doña Isabel de Villasani, dueña del hato más importante de la región, preparó su fuga, embarcándose en un bergantín que  cargaba maderas por el puerto de Sabana de los Uveros, en las vecindades de Catalina.”12

En la interesante biografía de dicho prelado figura que el viaje a España fue de grandes dificultades, con inenarrables peripecias. Ya en tierra ibérica hizo saber que estaba vacante el Arzobispado que dirigió durante 8 años en este recodo del Mar Caribe.

 Al poco tiempo se retiró a una vida de oración en Conjo, Santiago de Compostela, en un convento de la orden Mercedaria, a la que pertenecía. Allí le llegó la muerte el 26 de abril de 1701, de manera apacible, después que tuvo tantos sufrimientos cuando estaba en el apogeo de su vida clerical.

El  mencionado Obispo jubilado Camilo González, en su libro Los 300 años de la parroquia de Baní,  narra la fuga del Arzobispo Carvajal y Rivera así: “Del año 1690 al 1698 constan las distintas visitas que hacía a esta región de Baní, a sus hatos y haciendas el ilustre Arzobispo Mercedario Fray Fernando Carvajal y Rivera, quien entristecido por las injusticias que veía sobrevenir sobre los pobres campesinos de toda la Colonia, decidió abandonar secretamente la Isla para ir a protestar personalmente ante el Rey de España, y así huyó por las costas de Baní y se embarcó en una nave que cargaba madera en el puerto de Sabana de los Uveros, en las vecindades de Catalina, en los primeros días del año 1700.”13

La sorprendente vida de ese prelado ha sido analizada desde diversos ángulos, y hay coincidencia en que fue un rebelde frente a las injusticias que cometían las autoridades coloniales españolas, siendo él mismo una víctima por su comportamiento apartado de la contemporización y ajeno a la genuflexión frente al poder.

Sobre el gobierno eclesiástico de ese impactante personaje que pasó varios años en nuestra tierra abunda en datos y detalles Fernando Pérez Memén, en su importante libro El Arzobispo Fernando Carvajal y Rivera: un crítico de la política colonial española (y otros ensayos históricos).14

Bibliografía:

1-Ecos de la Costa. Editora Amigo del Hogar, 2016.P262.Domingo Marte.

2-Los hijos de Matanzas. Inventario genealógico de una comunidad banileja. Ediciones librería La Trinitaria, 2006. Juan Báez Melo.

3- Ley No.23.Gaceta Oficial No.9818, del 15 de octubre del 1991.

4-Ley No.111-13, promulgada el 6 de agosto del 2013.

5- Ley No. 176-07.Artículos 26 y 27. Promulgada en la Gaceta Oficial No.10426,  del 20 de julio del 2007.

6-IX Censo Nacional de Población y Vivienda, 2010.

7-Discurso, Baní, 6 de abril de 1901. Federico Henríquez y Carvajal.

8-Diccionario biográfico histórico de los nombres de las calles de Baní. Impresos del Valle, 1998. César Objío G.

9-Notas y Apuntes Lexicográficos. Editora de Colores, 1996. P402.Max Uribe.

10-Reseña histórica de Baní. Editora Búho,2001.P88. Joaquín Sergio Incháustegui.

11-Baní, hombres y tiempos. Editora Amigo del Hogar,1992. Antonio Camilo González.

12-Divulgaciones Históricas.Editora Taller, 1989.Pp27 y 28.César Herrera Cabral.

13-Los 300 años de la parroquia de Baní. Editorial UCMM, 1982. Antonio Camilo González.

14- El Arzobispo Fernando Carvajal y Rivera: un crítico de la política colonial española (y otros ensayos históricos.)Universidad Pedro Henríquez Ureña, 1985. Fernando Pérez Memén.

Publicado el 29 de octubre-2019.Diario Dominicano.

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