CONSTANZA: VALLES Y MONTAÑAS CARGADOS DE FRUTAS, HORTALIZAS, ÁRBOLES Y
FLORES
POR TEÓFILO LAPPOT ROBLES
Constanza es un hermoso municipio ubicado en el lomo de la Cordillera Central, con una altitud superior a los mil metros sobre el nivel del mar. En sus 842 kilómetros cuadrados posee lugares paradisíacos que dejan ensimismados a los que lo visitan por primera vez.
De ese territorio montañoso, dotado de hermosos y fértiles valles, montañas y collados, se podría decir (sólo en la apariencia visual, haciendo abstracción de dramas humanos de muchos nativos y extranjeros que allí han vivido) que es el símil dominicano de aquella frase dicha en el antiguo Egipto, cuando a unos entonces esclavos se les prometió entregarles "una tierra buena y espaciosa, una tierra que mana leche y miel."1
Constanza es tierra de gran
producción agrícola
Al margen de análisis de econometría y
de visiones academicistas, la ruralía dominicana está bien expresada en los
campos cultivados de Constanza.
Es innegable que Constanza es un
municipio de una elevada producción de ajo (que es una especie de eje
transversal para que se mantenga la realización de cosechas de varios productos
hortícolas), papa, cebolla, ají, repollo, lechuga, rábanos, zanahorias,
pepinos, tayotas, tomates y una inmensa cantidad de diferentes hortalizas; así
como fresas, manzanas, café, ganado vacuno, caballar y grandes masas de árboles
de diferentes especies, desde las coníferas y otros de madera preciosa hasta
los frutales.
En los últimos 40 años se ha
desarrollado de manera exponencial en los surcos de Constanza la siembra y
cosecha de vegetales de origen asiático, como la tindola o calabaza hidra, la
bangaña y otros que poco a poco han sido incorporados a la dieta dominicana,
pero también forman parte de los renglones de exportación del país,
especialmente hacia Estados Unidos de Norteamérica, Canadá y varios lugares de
Europa, que tienen una fuerte presencia de población procedente de Asia.
Constanza es el municipio más rico del
país, partiendo del balance entre la cantidad de sus habitantes y el resultado
en términos económicos de su producción. Vale decir que allí es donde más
elevado está el ingreso per cápita de los municipios criollos. Esa situación es
desde el plano teórico de las frías estadísticas, pues en la realidad la
miseria arropa a grandes núcleos de sus moradores. La inequidad está presente
allí, como muestra de la iniquidad social dominicana.
Agricultores-Economía
En Constanza se ha dado históricamente,
y la situación del presente no es excepción, una vinculación directa entre la
economía y el accionar de los agricultores, en sus diferentes escalas. Esa
realidad encuadra perfectamente con el lema escogido por los constanceros para
identificar a su municipio: El Progreso es Fruto del Trabajo.
Un académico e historiador
puertorriqueño, que se dedicó durante largos meses a escudriñar en los archivos
y otras fuentes de la región donde está ubicada Constanza, publicó un libro
titulado Campesinos del Cibao, en el cual arroja mucha luz sobre lo que indico
en el párrafo anterior.
Pedro L. San Miguel plantea en dicha
obra, fundamentada en economía de mercado y transformación agraria dominicana
en el período 1880-1960, algo que en perspectiva puede aplicarse al pasado y al
presente de Constanza:
"A pesar de los cambios económicos
y políticos que ocurrieron en la República Dominicana desde finales del siglo
XIX en adelante, la economía regional del Cibao mantuvo su articulación entorno
al campesinado...El capital comercial ha producido cambios significativos en
las sociedades rurales...Los comerciantes no siempre se han convertido en
agricultores y, en muchas ocasiones, han dependido de los campesinos para
satisfacer la demanda de productos..."2
Oro en abundancia
Ha quedado muy bien documentada la
abundancia de oro que en los tiempos precolombinos, durante la colonización
española, y después, había en diferentes lugares del país. Constanza fue uno de
esos sitios donde estaba presente el bien cotizado metal amarillo y brilloso,
de gran demanda mundial.
En una obra publicada originalmente en
los EE.UU. en el 1873, y reproducida por la Sociedad Dominicana de Bibliófilos
en el 2012, el escritor Samuel Hazard narró que: "...fueron las famosas
minas del Cibao las primeras que proporcionaron ejemplares de la riqueza del
país y produjeron los mayores tesoros...en las montañas que rodean el valle de
Constanza había grandes vetas de mineral, del que las arroyadas arrastraban
grandes partículas."3
Otra prueba de que Constanza fue tierra
de oro en el pasado la expuso un importante cronista del siglo XVIII,
considerado el primer escritor nacido en la isla de Santo Domingo, al
describirla así: "Las Sierras que dividen el sitio de Constanza...se han
reconocido ser todas mineras de oro: tan abundante que, expeliéndolo la tierra
de sus senos, corre en arenas y granos por quantas quebradas, arroyos y
riachuelos descienden de ellas..."4
Constanza, como un lugar codiciado para
las exploraciones y prospecciones auríferas, con el paso del tiempo siguió
teniendo importancia en materia de recolección de oro, con prescindencia de que
ese preciado mineral dejara de ser "una actividad campesina privada",
pasando a tener "relevancia pública" y que se transformara en
"un producto político."5
Toros, vacas y caballos del tamaño de cabras
En los frescos valles emplazados en el
Municipio de Constanza, arropados por varios ríos y arroyos, con bolsones de
pinares vírgenes, con una temperatura diferente a la que en promedio hay en
gran parte del país, y donde cada palmo de tierra puede hacer brotar una
planta, hubo en el pasado una pecuaria atípica, según el relato de algunos
cronistas.
Temístocles A. Arvelo, quien vivió
fuera del país desde niño (pero apoyándose, según una nota que figura en su
Diccionario Geográfico-Histórico Dominicano) en las descripciones que hizo en
el año 1915 el abogado, geógrafo, historiador, periodista y militar Cayetano
Armando Rodríguez Aybar, en su obra Geografía física, política e histórica de
la isla de Santo Domingo, puntualiza que: "En el valle de Constanza se
cría una raza enana de ganado vacuno y caballar, casi del tamaño de una
cabra."6
Las flores de
Constanza
El municipio de Constanza es como un
gigantesco laboratorio para la reproducción de flores. Se cultivan a más de mil
metros sobre el nivel del mar.
Las rosas de Constanza son las más
afamadas del país. Su contextura, así como la amplia gama de colores en que
pueden reproducirse, hacen que esas hermosas flores estén presentes en
diferentes actividades, festivas o no, en cualquier lugar de la República
Dominicana.
Además, con las técnicas modernas de
reproducción genética esas reinas del vergel de Constanza son capaces de
completar el círculo de la rosa cromática, con el conjunto de los colores
primarios y sus derivados. En ese proceso juegan un papel clave el clima de la
zona, la selección de los bulbos y la eficacia en las labores propias de la
siembra, el crecimiento y la cosecha.
Varias empresas se dedican al negocio
de las flores de Constanza. Los cultivos son tanto a cielo abierto como bajo
techo. Utilizan reguío y fertilización con tecnología de punta.
Constanza y el 14 de Junio de 1959
En la pequeña ciudad de Constanza
ocurrió, el 14 de junio de 1959, uno de los acontecimientos más significativos
de la larga cadena de hitos de la historia dominicana.
Sobre ese hecho trascendental el autor
de esta especie de crónica escribió, siendo veinteañero, lo siguiente:
"...el 14 de junio de 1959 una pléyade de valientes patriotas decidió
enfrentar con las armas en ristre a uno de los gobernantes más perversos que ha
producido la humanidad...Los integrantes de "la raza inmortal
"fracasaron en el plano militar, pero en el plano político el éxito fue
rotundo para los aguerridos patriotas dominicanos y latinoamericanos...la epopeya
libertadora de 1959 fue una clarinada que despertó del sueño morboso a los
dominicanos...."7
La gesta histórica del 14 de junio de
1959 que se produjo en Constanza se inició en la tarde de un domingo cálido,
cuando un avión militar procedente de Cuba, que había sido comprado en el
mercado internacional por los exiliados dominicanos desparramados por
diferentes lugares del continente americano, aterrizó en el aeródromo de
aquella ciudad, sin levantar sospechas del personal militar allí destacado,
porque fue pintado apropiadamente y se le pusieron los símbolos distintivos de
los aparatos aéreos de la entonces llamada Aviación Militar Dominicana.
Camilo Cienfuegos, héroe cubano cuya
temprana muerte todavía se mantiene en nebulosa, participó en los preparativos
para el enfrentamiento contra el régimen despótico de Trujillo. El objetivo era
llegar de sorpresa por aire a Constanza, lo cual se logró; y por mar a Maimón y
Estero Hondo, en la provincia Puerto Plata, a fin de provocar una especie de
aturdimiento en el aparato militar trujillista. En los dos últimos casos hubo
una debacle por motivos conocidos.
Las crónicas periodísticas de la época,
luego recogidas por múltiples publicistas de la historia contemporánea
dominicana, revelan que en el referido avión llegaron "56 combatientes,
comandados por el Comandante Enrique Jimenes Moya, asistido por el Comandante
cubano Delio Gómez Ochoa, héroe de la Sierra Maestra quien luchó junto a Fidel
Castro. El avión fue piloteado por el Capitán venezolano Julio César Rodríguez
y el Capitán dominicano Juan de Dios Ventura Simó..."8
El historiador Franklin J. Franco
puntualizó en su obra Historia del Pueblo Dominicano que la mayor parte de los
guerrilleros que llegaron a Constanza el 14 de junio de 1959 eran dominicanos,
"pero también cubanos (18), venezolanos (13),puertorriqueños (7),
norteamericanos (2) y españoles (2)...De las tres, sólo la de Constanza resultó
exitosa, pudiendo sus integrantes, luego de sorprender a los soldados del
ejército de servicio en ese aeropuerto, internarse en los bosques
cercanos."9
Constanza vista por dos científicos del pasado
Tomás Wyland Vaughan, un famoso
científico, fallecido hace ahora 67 años, en clave de investigación geológica
del país y admirado por la belleza inconmensurable de los valles que tiene
Constanza, escribió con no poca justicia que esa demarcación podría llamarse
"Los Alpes del Caribe", y de inmediato se explayó en elogios a la
tierra en la cual probó que "las noches son frescas durante todo el año, y
en el invierno, algunas veces cae escarcha..."10
En una obra publicada en el año 1873 en
los Estados Unidos de Norteamérica, y reproducida aquí en el 2005 por la
Sociedad Dominicana de Bibliófilos, el científico estadounidense William More
Gabb, fallecido en el 1878, cuando apenas tenía 39 años de edad, se refirió a
Constanza de esta manera:
"...Nos dirigimos de nuevo a
Constanza...El pueblecito, si se le puede llamar así, consta de alrededor de
una docena de chozas, y está casi en la extremidad de la planicie, en el límite
del bosque, y a orillas de Arroyo Limón."Sobre Sobre las montañas de
Constanza dijo: "Realmente son grandiosas, inigualables y difícilmente
superadas por nada que haya visto en la Sierra Nevada..."11
Haitianos controlan los aperos de labranza en
Constanza
En cualquier punto del Municipio
Constanza se observan grandes cantidades de cuadrillas de obreros haitianos,
dando la sensación de que sin ellos la producción de la zona pudiera verse
afectada de manera dramática.
En ese territorio de la Cordillera
Central (y lo siguiente no es la excepción, sino el común denominador en el
país) es letra muerta el texto mandatorio del artículo 135 del Código de
Trabajo Dominicano: "El ochenta por ciento, por lo menos, del número de
trabajadores de una empresa debe estar integrado por dominicanos."12
Ese éxodo masivo de haitianos,
concentrados en este caso en las tierras labrantías de Constanza, tiene su
principal origen en lo que la Conferencia Episcopal de Obispos de Haití definió
recién en diciembre del 2018, hace apenas unos días, con estas dramáticas
palabras:
"Nuestro país vive los males de la
corrupción y la impunidad conocidos por todos...golpeado por el alto índice de
corrupción...la crisis judicial...el fracaso de las instituciones estatales, la
escalada de violencia...la debacle económica cada vez mayor que resulta en el
empobrecimiento intolerable, etc."13
Colonia
Española
El barco llamado España ancló en la
rada del puerto de Santo Domingo el 8 de enero de 1955, a bordo trajo a los
primeros centenares de emigrantes españoles que se dedicarían a labores
agrícolas en diferentes lugares del país. Con esa llegada masiva de
valencianos, asturianos y gallegos se comenzaba a cumplir el acuerdo que para
tales fines habían firmado en Madrid, el año anterior, los dictadores Francisco
Franco y Rafael Trujillo.
Un historiador español, especializado
en historia de América, escribió una voluminosa obra en la que anotó lo
siguiente: "...Una porción de los emigrantes llegados en el primer
contingente de enero, valencianos y burgaleses, fueron trasladados a la fértil
y montañosa región de Constanza. Allí se dedicarían al cultivo de flores,
árboles frutales y a la ganadería. Para ese grupo, el severo proceso de
aclimatación sería menos penoso ya que el clima en esa zona era más benigno y
similar al de nuestro país."14
Esos campesinos españoles tuvieron
múltiples dificultades, tanto en Constanza como en otros puntos de la geografía
nacional. En su contra se cometieron muchos abusos. Sus vicisitudes fueron
numerosas y con matices variopinto. Las mentiras, los engaños, los
incumplimientos, las estafas contra esos agricultores que cruzaron el Atlántico
bajo unas promesas que resultaron falsas han quedado bien documentados, incluso
en informes diplomáticos ya desclasificados, como los del embajador español entonces
acreditado en el país, Alfredo Sánchez
Bella.
En una obra más específica sobre la
inmigración española hacia la República Dominicana, el geógrafo e historiador
español Juan Manuel Romero Valiente sintetiza el caso de los aludidos
agricultores en las frustradas expectativas de bienestar que se les ofrecieron,
lo cual provocó que la mayoría retornara a su país o emigrara a otras naciones
en estado de desilusión total.
Refiere el mencionado historiador que
en el año 1957, en conexión directa con la crisis de dichos agricultores,
salieron más españoles del país que los que entraron. Y remata el asunto de
este modo: "A principios de los años 60 menos de una cuarta parte de los
inmigrantes llegados a la República Dominicana permanecía aún en este país."15
Colonia
Japonesa
En Constanza también se estableció una
colonia de japoneses. El 2 de octubre de 1956 arribaron al puerto de Santo
Domingo 23 familias niponas, integradas por 157 personas de las cuales 120
fueron ubicadas en el municipio de Constanza, con la promesa de que estarían en
una especie de paraíso.
En diciembre del referido año llegaron
a Constanza otros 68 agricultores japoneses y en junio del 1959 la matrícula
fue completada con otros 20 orientales.
Una gran académica nacida en Dajabón, y
que brilló con sus cátedras en la Universidad de Wisconsin, escribió una
excelente obra sobre la colonización de japoneses en el país, describiendo de
manera magistral el caso de Constanza.
Valentina Peguero, entre otras muchas
cosas, ilustra la situación de los japoneses en Constanza señalando que
desarrollaron la horticultura, merced a la fertilidad y al clima favorable, la
dedicación de esos inmigrantes y la receptividad que tuvieron entre los
moradores de esa comunidad.
"...el señor Yonemura, trajo de
Japón semillas de ajo de diferente o mejor calidad que las que habitualmente
sembraban en Constanza."
Esos factores positivos arrojaron que
en Constanza las primeras cosechas de los agricultores japoneses fueran un
aparente éxito.
Sin, embargo, como narra la referida
autora, las reseñas de la prensa de la época "...no hacían mención de las
dificultades enfrentadas por los inmigrantes. Un problema críticos era la falta
de mercado...las cosechas se perdían por falta de mercado...Al fracaso
económico se sumaron problemas estructurales."16
Un sueño transformado en
pesadilla
Lo que los inmigrantes japoneses que
llegaron a Constanza en octubre y diciembre de 1956 y en junio de 1959 pensaron
que era un sueño, preñado de bonanza y éxitos, pronto se convirtió para ellos
en una verdadera pesadilla, pues el gobierno incumplió gran parte de las
promesas que los llevaron hasta allí.
Frente a la miríada de dificultades que
encontraron, la mayoría de esos agricultores japoneses tuvieron que abandonar
sus labores agrícolas iniciales convirtiéndose en pequeños ganaderos y
comerciantes, los menos desafortunados. Otros, en peores condiciones,
sencillamente tuvieron que ofrecer a terceros sus fuerzas de trabajo en
servicios variados. Muchos emigraron a otros pueblos del territorio nacional y
no pocos se vieron obligados a abandonar el país.
Una comunicación fechada el 17 de
diciembre de 1959, enviada por el a la sazón embajador del Japón en el país al
entonces Secretario de Estado de Agricultura, contiene un memorial sobre los
agravios sufridos por los japoneses ubicados en Constanza, a quienes se les
había ofrecido, entre otras cosas, 50 tareas de tierra por familia. A esa fecha
sólo habían recibido "25 tareas los establecidos en Constanza."17
Festival del
cerezo
El esplendoroso árbol del cerezo es uno
de los símbolos nacionales de Japón. En el 1990 un descendiente de los
japoneses radicados en Constanza tuvo la iniciativa de llevar allí un ejemplar
de esa planta asiática que adquirió en Brasil.
De ese prototipo vegetal en tierra
constanceña se han reproducido por esquejes cerca de 200 ejemplares, que se
enseñorean en diferentes lugares de ese municipio, especialmente en la
comunidad de La Secadora y en la avenida Antonio Duvergé.
A pesar de que según un censo
particular hecho en el 1999 en Constanza sólo quedaban hace 20 años 7 familias
japonesas, desde el año 2010 se celebra allí, en el mes de enero, el festival
de la flor del Cerezo, o el Sakura Matsuri, como dicen los pocos descendientes
de japoneses que residen en esa comunidad encajonada entre montañas.
En ese encuentro anual, cuya mayor
atracción son las hermosas flores de los casi 200 árboles de cerezo aludidos,
que dicho sea "a la chita callando", en Constanza son más bellos que
los que escoltan al río Potomac a su paso por la ciudad de Washington, en los
Estados Unidos de Norteamérica. Se exponen también para el deleite del público
expresiones artísticas, musicales y gastronómicas del Japón. Para los japoneses
que llegaron al país hace 60 años, y para sus descendientes, es un escenario
para conectarse con sus ancestros y para los demás es una manera de conocer
algo del país "del Sol Naciente."
Valle Nuevo
Gran parte del Parque Nacional Valle
Nuevo está dentro del municipio de Constanza. Su nombre oficial es Juan B.
Pérez Rancier.
Ante tanta confusión sobre el tema es
oportuno asirse de la opinión de un sabio dominicano, enamorado de la
naturaleza, que el 26 de marzo de 1983 escribió lo siguiente: "A qué se le
llama realmente Valle Nuevo? Lo primero es que no se trata de uno, sino de una
serie de vallecitos de montaña, situados en el macizo de la gran cordillera
Central, por encima de los 2,200 metros de altura..."18
Dicho lo anterior, se impone indicar
que el 19 de julio de 1961, en virtud de la Ley 5579, el área donde está Valle
Nuevo, y otras adyacentes, fueron declaradas zonas vedadas, a fin de preservar
las grandes riquezas ambientales de esa importante zona del país.19
Veintidós años después, a través del
literal d del artículo 2 del Decreto 1315, emitido el 11 de agosto de 1983, a Valle
Nuevo se le declaró Reserva Científica.20
Su Declaratoria de Parque Nacional se
hizo mediante el Decreto 233, emitido el 30 de julio de 1996, el cual
posteriormente fue asimilado en el numeral 19 del artículo 34 de la Ley 64-00,
que es el texto legal que cubre todo lo relacionado con el medio ambiente y los
recursos naturales del país.21
Entre los ríos que nacen en el área de
influencia del Parque Nacional Valle Nuevo están Yuna, Tireito, Blanco, Las
Cuevas, Grande, El Canal, Banilejo, Nizao, así como decenas de arroyos y
cañadas.
En Valle Nuevo hay cientos de especies
del reino animal, como la famosa salamanqueja o el jilguero, por mencionar solo
dos nombres; una flora endémica estudiada por diferentes científicos nacionales
y extranjeros que en el curso de los años han dejado valiosas anotaciones sobre
sus hallazgos.
Pero además hay allí millones de
árboles, muchos de ellos teniendo en sus troncos y ramas huéspedes tales como
algas, hongos y líquenes, así como también hay picos, como el imponente Alto
Bandera, que antes del 1916 era llamado Sabana Alta; valles, como el llamado
Encantado, del cual escribió ampliamente el doctor Juan B. Pérez Rancier, en un
artículo publicado en abril de 1930, detallando, en su calidad de alpinista, la
importancia del mismo.
En el vallecito de Los Frailes, en el
corazón del Parque Nacional Valle Nuevo, está la famosa pirámide dominicana,
edificada a más de dos mil metros sobre el nivel del mar y con temperaturas que
en muchas ocasiones ha bajado de cero grado centígrado. Es una reminiscencia de
las pirámides egipcias y mexicanas, pero aquella es de construcción moderna,
ideada por una franja reducida del lambonismo criollo para loar al tirano
ajusticiado el 30 de mayo de 1961.
En Valle Nuevo no todo es normalidad ni
protección. Durante largas décadas ese tesoro ha sido víctima de poderosos
depredadores que utilizan a "echa días" como mamparas para destruir
bosques, desviar el curso de ríos, malgastar el agua subterránea, erosionar la
tierra y en fin para romper la armonía creada por la naturaleza.
En ese ecocidio siempre han tenido
alguna complicidad entramados estatales a quienes poco les importa el destino
que corran especialmente las futuras generaciones.
Antes, como ahora, han existido leyes
destinadas a proteger los bienes prodigados por la naturaleza tanto en
Constanza como en cualquier otro lugar del país, pero en la práctica son letras
muertas; como lo es en el presente el tinglado legal de la Ley 64-00, la cual
en su artículo 16 numeral 45 define, para fines de resguardo, los recursos
hidrológicos así:
"Toda fuente de agua, corriente o
confinada, superficial o subterránea, costera o interna, dulce, salobre o
salada, así como los ecosistemas acuáticos y especies que los habitan, temporal
o permanentemente, en áreas donde la República Dominicana ejerce
jurisdicción."22
Salto de Agua
Blanca
Es uno de los más hermosos y elevados
saltos de agua que tiene el país. Sin un ápice de chovinismo se puede decir que
es uno de los más encantadores de toda el área del Caribe Insular, por su
majestuosidad visual. Está ubicado en la comunidad El Convento, hacia el sur
del casco urbano de la ciudad de Constanza.
En realidad ese regalo que corona la
riqueza natural de esa zona del país está conformado por dos grandes caídas de
agua inusualmente fría, en medio de inmensos pinares.
Al contemplar absorto tal derroche de
belleza, simbolizado en ese chorro de agua blanca y espumosa, uno piensa que
tal vez en lugar de la Abadía de Getsemaní, en las praderas Kentucky, bien pudo
ser en el entorno del salto de Agua Blanca de Constanza donde el gran místico
católico y monje trapense Thomas Merton escribiera su fascinante obra La
Montaña de los Siete Círculos, en medio de una "atmósfera pura y
tranquila...con sol resplandeciente y fresca oscuridad en una explosión de
verdor"...para evitar vivir "en una sociedad cuya política entera
consiste en excitar todos los nervios del cuerpo humano y mantenerlos al más
alto punto de tensión artificial..."23
Reserva
Científica Ébano Verde
La Reserva Científica de Ébano Verde
tiene parte de su territorio en el municipio de Constanza. Su principal acceso
está en la carretera que conduce hasta esa comunidad, en la zona de Cazabito.
El nombre de esa reserva científica
proviene del árbol así llamado, ébano verde, perteneciente a la familia de las
magnolias. Puede elevarse hasta 15 metros de altura y su madera es dura y con
un pronunciado color verde. Su calidad y color inigualable prácticamente lo
hizo desaparecer de la floresta nacional, pues los depredadores del medio ambiente
le tomaron especial cariño a su tala para la fabricación de diferentes objetos
de ebanistería.
En la actualidad casi 30 kilómetros
cuadrados, entre los municipios de La Vega, Constanza, Bonao y Jarabacoa,
forman parte de esa reserva creada mediante el Decreto 417-89, publicado el 26
de octubre de 1989.24
En la Reserva Ébano Verde se trabaja
duramente para la conservación la flora, la fauna, los suelos, los recursos
hídricos y en fin con todo lo referente a la agroforestería. En su territorio y
área de influencia nacen los ríos Camú y Jatubey y arroyos tan importantes como
Masipedro, La Sal, La Palma y el Arroyazo.
Distritos
Municipales
El municipio de Constanza tiene dos
distritos municipales: Tireo Arriba y La Sabina. Ambos son expresiones fieles
del conjunto de elementos que caracterizan al territorio montañoso donde están
enclavados.
Tireo Arriba
El Distrito Municipal Tireo Arriba fue
creado mediante la Ley 49-93, promulgada el 31 de diciembre de 1993, teniendo
como fundamento principal que lo que hasta entonces era una Sección
"constituye uno de los mayores centros de producción agrícola de nuestro
país, y es el mayor productor de papas y otras hortícolas de República
Dominicana."
Ese distrito municipal está integrado
por más de 30 comunidades, entre ellas Tireo Arriba, Tireo Abajo, La
Descubierta, El Río, La Canelita, Pinalito, Palerito, La Yegua, Las Nueces,
Arroyo Frío, La Castilla, La Cotorra, Las Palmas, Arroyo Bonito, La Ciénaga, El
Arroyazo y otras hermosas aldeas.25
La
Sabina
La antigua Sección La Sabina fue
elevada con ese mismo nombre a Distrito Municipal en virtud de la Ley 151-02,
promulgada el 13 de agosto del 2002.
El Congreso Nacional ponderó, para
tomar la indicada decisión, que en el territorio de La Sabina había entonces
varias industrias de vegetales, frutas y flores, así como empresas avícolas de
gran importancia para el país.26
El Distrito Municipal La Sabina está
formado, además, por las secciones Los Cerros, Palero, Villa Sabina y El
Convento. Otras comunidades que hacen parte de ese territorio son La Cachaza,
El Tapión, Los Guineos, Cerro del Monte, Los Higos, Cañada Seca, Gajo del Mulo,
Río Grande, Monte Llano, La Silverio, Barrio Duarte y otros importantes
caseríos y riscos.
Bibliografía:
1-La Biblia, Éxodo 3: 8
2-Campesinos del Cibao. Economía de mercado y transformación agraria en
la República Dominicana. Editora Búho,2012.pp88 y 150. Pedro L. San Miguel.
3-Santo Domingo, su pasado y presente. Editora Serigraf, 2012.SDB.p327,
Samuel Hazard.
4-Idea del Valor de la Isla Española. Editora Nacional, 1971.p76.
Antonio Sánchez Valverde.
5- El Oro en la historia dominicana. Editora Amigo del Hogar.2016.pp286
y 287.Frank Moya Pons.
6-Diccionario Geográfico-Histórico Dominicano. Editora Búho, 2012.
p94.Temístocles A. Ravelo.
7-Periódico El Sol, 15 de junio del 1983.Reproducido en el libro Así
Pienso. Impresora Soto, 2012.pp17-19.Teófilo Lappot Robles.
8- Movimiento 14 de Junio. Historia y Documentos. Editora Búho,
2007.p22.Tony Raful.
9-Historia del Pueblo Dominicano. Editora Mediabyte, 2008.p577.Franklin
J. Franco.
10-Un reconocimiento geológico de la República Dominicana. Reeditado por
la Sociedad Dominicana de Bibliófilos. Editora de Santo Domingo, 1983.p37.Tomás
Wayland Vaughan.
11-Sobre la Topografía y Geología de Santo Domingo. Editora Amigo del
Hogar. Reedición 2005.pp34 y 35. William M. Gabb.
12-Código de Trabajo. Ley 16-92, artículo 135. Promulgada el 29 de mayo
de 1992.
13-Comunicado de prensa. Conferencia Episcopal de Obispos de Haití.
Mensaje de navidad 2018.
14-La Alianza de dos Generalísimos. Editora Amigo del Hogar,2005.pp484 y
485. Francisco Javier Alonso Vásquez.
15-La Inmigración Española en República Dominicana. Editora Corripio,
2016.p165. Juan Manuel Romero Valiente.
16-Colonización y Política. Los japoneses y otros inmigrantes en la
República Dominicana. Editora Amigo del Hogar,2017.pp154,155,156,157 y 159.
Valentina Peguero.
17-Yukata Konagaya, embajador del Japón en República Dominicana. Oficio
del 17 de diciembre de 1959 al Secretario de Agricultura, Manuel Ramos. AGN.
Legajo 707, expediente 09.
18-La Naturaleza Dominicana, tomo I. Editora Corripio 2006,p199.Félix
Servio Ducoudray.
19-Ley No.5579 del 19 de julio de 1961.
20-Decreto 1315 del 11 de agosto de 1983.Gaceta Oficial No.9619, del 16
de agosto de 1983.
21-Decreto No. 233(30-7-1996) y Ley 64-00, promulgada el 18 de agosto
del 2000.
22-Ley No.64-00, artículo 16 numeral 45, promulgada el 18 de agosto del
2000.
23-La Montaña de los Siete Círculos. Editora Hispano Americana,2008.
Thomas Merton.
24-Decreto No.417-89, del 26 de octubre de 1989.
25-Ley No.49-93, promulgada el 31 de diciembre de 1993.
26-Ley No.151-02, promulgada el 13 de agosto del 2002.
Publicado en Diario Dominicano 12-Enero-2019
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