sábado, 13 de febrero de 2021

CONSTANZA: VALLES Y MONTAÑAS CARGADOS DE FRUTAS, HORTALIZAS, ÁRBOLES Y FLORES

 

CONSTANZA: VALLES Y MONTAÑAS CARGADOS DE FRUTAS, HORTALIZAS, ÁRBOLES Y FLORES

              POR TEÓFILO LAPPOT ROBLES

Constanza es un hermoso municipio ubicado en el lomo de la Cordillera Central, con una altitud superior a los mil metros sobre el nivel del mar. En sus 842 kilómetros cuadrados posee lugares paradisíacos que dejan ensimismados a los que lo visitan por primera vez.

De ese territorio montañoso, dotado de hermosos y fértiles valles, montañas y collados, se podría decir (sólo en la apariencia visual, haciendo abstracción de dramas humanos de muchos nativos y extranjeros que allí han vivido) que es el símil dominicano de aquella frase dicha en el antiguo Egipto, cuando a unos entonces esclavos se les prometió entregarles "una tierra buena y espaciosa, una tierra que mana leche y miel."1

                    Constanza es tierra de gran producción agrícola

Al margen de análisis de econometría y de visiones academicistas, la ruralía dominicana está bien expresada en los campos cultivados de Constanza.

Es innegable que Constanza es un municipio de una elevada producción de ajo (que es una especie de eje transversal para que se mantenga la realización de cosechas de varios productos hortícolas), papa, cebolla, ají, repollo, lechuga, rábanos, zanahorias, pepinos, tayotas, tomates y una inmensa cantidad de diferentes hortalizas; así como fresas, manzanas, café, ganado vacuno, caballar y grandes masas de árboles de diferentes especies, desde las coníferas y otros de madera preciosa hasta los frutales.

En los últimos 40 años se ha desarrollado de manera exponencial en los surcos de Constanza la siembra y cosecha de vegetales de origen asiático, como la tindola o calabaza hidra, la bangaña y otros que poco a poco han sido incorporados a la dieta dominicana, pero también forman parte de los renglones de exportación del país, especialmente hacia Estados Unidos de Norteamérica, Canadá y varios lugares de Europa, que tienen una fuerte presencia de población procedente de Asia.

Constanza es el municipio más rico del país, partiendo del balance entre la cantidad de sus habitantes y el resultado en términos económicos de su producción. Vale decir que allí es donde más elevado está el ingreso per cápita de los municipios criollos. Esa situación es desde el plano teórico de las frías estadísticas, pues en la realidad la miseria arropa a grandes núcleos de sus moradores. La inequidad está presente allí, como muestra de la iniquidad social dominicana.

                                          Agricultores-Economía

En Constanza se ha dado históricamente, y la situación del presente no es excepción, una vinculación directa entre la economía y el accionar de los agricultores, en sus diferentes escalas. Esa realidad encuadra perfectamente con el lema escogido por los constanceros para identificar a su municipio: El Progreso es Fruto del Trabajo.

Un académico e historiador puertorriqueño, que se dedicó durante largos meses a escudriñar en los archivos y otras fuentes de la región donde está ubicada Constanza, publicó un libro titulado Campesinos del Cibao, en el cual arroja mucha luz sobre lo que indico en el párrafo anterior.

Pedro L. San Miguel plantea en dicha obra, fundamentada en economía de mercado y transformación agraria dominicana en el período 1880-1960, algo que en perspectiva puede aplicarse al pasado y al presente de Constanza:

"A pesar de los cambios económicos y políticos que ocurrieron en la República Dominicana desde finales del siglo XIX en adelante, la economía regional del Cibao mantuvo su articulación entorno al campesinado...El capital comercial ha producido cambios significativos en las sociedades rurales...Los comerciantes no siempre se han convertido en agricultores y, en muchas ocasiones, han dependido de los campesinos para satisfacer la demanda de productos..."2

                                                Oro en abundancia

Ha quedado muy bien documentada la abundancia de oro que en los tiempos precolombinos, durante la colonización española, y después, había en diferentes lugares del país. Constanza fue uno de esos sitios donde estaba presente el bien cotizado metal amarillo y brilloso, de gran demanda mundial.

En una obra publicada originalmente en los EE.UU. en el 1873, y reproducida por la Sociedad Dominicana de Bibliófilos en el 2012, el escritor Samuel Hazard narró que: "...fueron las famosas minas del Cibao las primeras que proporcionaron ejemplares de la riqueza del país y produjeron los mayores tesoros...en las montañas que rodean el valle de Constanza había grandes vetas de mineral, del que las arroyadas arrastraban grandes partículas."3

Otra prueba de que Constanza fue tierra de oro en el pasado la expuso un importante cronista del siglo XVIII, considerado el primer escritor nacido en la isla de Santo Domingo, al describirla así: "Las Sierras que dividen el sitio de Constanza...se han reconocido ser todas mineras de oro: tan abundante que, expeliéndolo la tierra de sus senos, corre en arenas y granos por quantas quebradas, arroyos y riachuelos descienden de ellas..."4

Constanza, como un lugar codiciado para las exploraciones y prospecciones auríferas, con el paso del tiempo siguió teniendo importancia en materia de recolección de oro, con prescindencia de que ese preciado mineral dejara de ser "una actividad campesina privada", pasando a tener "relevancia pública" y que se transformara en "un producto político."5

Toros, vacas y caballos del tamaño de cabras

En los frescos valles emplazados en el Municipio de Constanza, arropados por varios ríos y arroyos, con bolsones de pinares vírgenes, con una temperatura diferente a la que en promedio hay en gran parte del país, y donde cada palmo de tierra puede hacer brotar una planta, hubo en el pasado una pecuaria atípica, según el relato de algunos cronistas.

Temístocles A. Arvelo, quien vivió fuera del país desde niño (pero apoyándose, según una nota que figura en su Diccionario Geográfico-Histórico Dominicano) en las descripciones que hizo en el año 1915 el abogado, geógrafo, historiador, periodista y militar Cayetano Armando Rodríguez Aybar, en su obra Geografía física, política e histórica de la isla de Santo Domingo, puntualiza que: "En el valle de Constanza se cría una raza enana de ganado vacuno y caballar, casi del tamaño de una cabra."6

                                 Las flores de Constanza

El municipio de Constanza es como un gigantesco laboratorio para la reproducción de flores. Se cultivan a más de mil metros sobre el nivel del mar.

Las rosas de Constanza son las más afamadas del país. Su contextura, así como la amplia gama de colores en que pueden reproducirse, hacen que esas hermosas flores estén presentes en diferentes actividades, festivas o no, en cualquier lugar de la República Dominicana.

Además, con las técnicas modernas de reproducción genética esas reinas del vergel de Constanza son capaces de completar el círculo de la rosa cromática, con el conjunto de los colores primarios y sus derivados. En ese proceso juegan un papel clave el clima de la zona, la selección de los bulbos y la eficacia en las labores propias de la siembra, el crecimiento y la cosecha.

Varias empresas se dedican al negocio de las flores de Constanza. Los cultivos son tanto a cielo abierto como bajo techo. Utilizan reguío y fertilización con tecnología de punta.

Constanza y el 14 de Junio de 1959

En la pequeña ciudad de Constanza ocurrió, el 14 de junio de 1959, uno de los acontecimientos más significativos de la larga cadena de hitos de la historia dominicana.

Sobre ese hecho trascendental el autor de esta especie de crónica escribió, siendo veinteañero, lo siguiente: "...el 14 de junio de 1959 una pléyade de valientes patriotas decidió enfrentar con las armas en ristre a uno de los gobernantes más perversos que ha producido la humanidad...Los integrantes de "la raza inmortal "fracasaron en el plano militar, pero en el plano político el éxito fue rotundo para los aguerridos patriotas dominicanos y latinoamericanos...la epopeya libertadora de 1959 fue una clarinada que despertó del sueño morboso a los dominicanos...."7

La gesta histórica del 14 de junio de 1959 que se produjo en Constanza se inició en la tarde de un domingo cálido, cuando un avión militar procedente de Cuba, que había sido comprado en el mercado internacional por los exiliados dominicanos desparramados por diferentes lugares del continente americano, aterrizó en el aeródromo de aquella ciudad, sin levantar sospechas del personal militar allí destacado, porque fue pintado apropiadamente y se le pusieron los símbolos distintivos de los aparatos aéreos de la entonces llamada Aviación Militar Dominicana.

Camilo Cienfuegos, héroe cubano cuya temprana muerte todavía se mantiene en nebulosa, participó en los preparativos para el enfrentamiento contra el régimen despótico de Trujillo. El objetivo era llegar de sorpresa por aire a Constanza, lo cual se logró; y por mar a Maimón y Estero Hondo, en la provincia Puerto Plata, a fin de provocar una especie de aturdimiento en el aparato militar trujillista. En los dos últimos casos hubo una debacle por motivos conocidos.

Las crónicas periodísticas de la época, luego recogidas por múltiples publicistas de la historia contemporánea dominicana, revelan que en el referido avión llegaron "56 combatientes, comandados por el Comandante Enrique Jimenes Moya, asistido por el Comandante cubano Delio Gómez Ochoa, héroe de la Sierra Maestra quien luchó junto a Fidel Castro. El avión fue piloteado por el Capitán venezolano Julio César Rodríguez y el Capitán dominicano Juan de Dios Ventura Simó..."8

El historiador Franklin J. Franco puntualizó en su obra Historia del Pueblo Dominicano que la mayor parte de los guerrilleros que llegaron a Constanza el 14 de junio de 1959 eran dominicanos, "pero también cubanos (18), venezolanos (13),puertorriqueños (7), norteamericanos (2) y españoles (2)...De las tres, sólo la de Constanza resultó exitosa, pudiendo sus integrantes, luego de sorprender a los soldados del ejército de servicio en ese aeropuerto, internarse en los bosques cercanos."9

Constanza vista por dos científicos del pasado

Tomás Wyland Vaughan, un famoso científico, fallecido hace ahora 67 años, en clave de investigación geológica del país y admirado por la belleza inconmensurable de los valles que tiene Constanza, escribió con no poca justicia que esa demarcación podría llamarse "Los Alpes del Caribe", y de inmediato se explayó en elogios a la tierra en la cual probó que "las noches son frescas durante todo el año, y en el invierno, algunas veces cae escarcha..."10

En una obra publicada en el año 1873 en los Estados Unidos de Norteamérica, y reproducida aquí en el 2005 por la Sociedad Dominicana de Bibliófilos, el científico estadounidense William More Gabb, fallecido en el 1878, cuando apenas tenía 39 años de edad, se refirió a Constanza de esta manera:

"...Nos dirigimos de nuevo a Constanza...El pueblecito, si se le puede llamar así, consta de alrededor de una docena de chozas, y está casi en la extremidad de la planicie, en el límite del bosque, y a orillas de Arroyo Limón."Sobre Sobre las montañas de Constanza dijo: "Realmente son grandiosas, inigualables y difícilmente superadas por nada que haya visto en la Sierra Nevada..."11

Haitianos controlan los aperos de labranza en Constanza

En cualquier punto del Municipio Constanza se observan grandes cantidades de cuadrillas de obreros haitianos, dando la sensación de que sin ellos la producción de la zona pudiera verse afectada de manera dramática.

En ese territorio de la Cordillera Central (y lo siguiente no es la excepción, sino el común denominador en el país) es letra muerta el texto mandatorio del artículo 135 del Código de Trabajo Dominicano: "El ochenta por ciento, por lo menos, del número de trabajadores de una empresa debe estar integrado por dominicanos."12

Ese éxodo masivo de haitianos, concentrados en este caso en las tierras labrantías de Constanza, tiene su principal origen en lo que la Conferencia Episcopal de Obispos de Haití definió recién en diciembre del 2018, hace apenas unos días, con estas dramáticas palabras:

"Nuestro país vive los males de la corrupción y la impunidad conocidos por todos...golpeado por el alto índice de corrupción...la crisis judicial...el fracaso de las instituciones estatales, la escalada de violencia...la debacle económica cada vez mayor que resulta en el empobrecimiento intolerable, etc."13

                                        Colonia Española

El barco llamado España ancló en la rada del puerto de Santo Domingo el 8 de enero de 1955, a bordo trajo a los primeros centenares de emigrantes españoles que se dedicarían a labores agrícolas en diferentes lugares del país. Con esa llegada masiva de valencianos, asturianos y gallegos se comenzaba a cumplir el acuerdo que para tales fines habían firmado en Madrid, el año anterior, los dictadores Francisco Franco y Rafael Trujillo.

Un historiador español, especializado en historia de América, escribió una voluminosa obra en la que anotó lo siguiente: "...Una porción de los emigrantes llegados en el primer contingente de enero, valencianos y burgaleses, fueron trasladados a la fértil y montañosa región de Constanza. Allí se dedicarían al cultivo de flores, árboles frutales y a la ganadería. Para ese grupo, el severo proceso de aclimatación sería menos penoso ya que el clima en esa zona era más benigno y similar al de nuestro país."14

Esos campesinos españoles tuvieron múltiples dificultades, tanto en Constanza como en otros puntos de la geografía nacional. En su contra se cometieron muchos abusos. Sus vicisitudes fueron numerosas y con matices variopinto. Las mentiras, los engaños, los incumplimientos, las estafas contra esos agricultores que cruzaron el Atlántico bajo unas promesas que resultaron falsas han quedado bien documentados, incluso en informes diplomáticos ya desclasificados, como los del embajador español entonces acreditado en el país, Alfredo Sánchez Bella.

En una obra más específica sobre la inmigración española hacia la República Dominicana, el geógrafo e historiador español Juan Manuel Romero Valiente sintetiza el caso de los aludidos agricultores en las frustradas expectativas de bienestar que se les ofrecieron, lo cual provocó que la mayoría retornara a su país o emigrara a otras naciones en estado de desilusión total.

Refiere el mencionado historiador que en el año 1957, en conexión directa con la crisis de dichos agricultores, salieron más españoles del país que los que entraron. Y remata el asunto de este modo: "A principios de los años 60 menos de una cuarta parte de los inmigrantes llegados a la República Dominicana permanecía aún en este país."15

                                    Colonia Japonesa

En Constanza también se estableció una colonia de japoneses. El 2 de octubre de 1956 arribaron al puerto de Santo Domingo 23 familias niponas, integradas por 157 personas de las cuales 120 fueron ubicadas en el municipio de Constanza, con la promesa de que estarían en una especie de paraíso.

En diciembre del referido año llegaron a Constanza otros 68 agricultores japoneses y en junio del 1959 la matrícula fue completada con otros 20 orientales.

Una gran académica nacida en Dajabón, y que brilló con sus cátedras en la Universidad de Wisconsin, escribió una excelente obra sobre la colonización de japoneses en el país, describiendo de manera magistral el caso de Constanza.

Valentina Peguero, entre otras muchas cosas, ilustra la situación de los japoneses en Constanza señalando que desarrollaron la horticultura, merced a la fertilidad y al clima favorable, la dedicación de esos inmigrantes y la receptividad que tuvieron entre los moradores de esa comunidad.

"...el señor Yonemura, trajo de Japón semillas de ajo de diferente o mejor calidad que las que habitualmente sembraban en Constanza."

Esos factores positivos arrojaron que en Constanza las primeras cosechas de los agricultores japoneses fueran un aparente éxito.

Sin, embargo, como narra la referida autora, las reseñas de la prensa de la época "...no hacían mención de las dificultades enfrentadas por los inmigrantes. Un problema críticos era la falta de mercado...las cosechas se perdían por falta de mercado...Al fracaso económico se sumaron problemas estructurales."16

                     Un sueño transformado en pesadilla

Lo que los inmigrantes japoneses que llegaron a Constanza en octubre y diciembre de 1956 y en junio de 1959 pensaron que era un sueño, preñado de bonanza y éxitos, pronto se convirtió para ellos en una verdadera pesadilla, pues el gobierno incumplió gran parte de las promesas que los llevaron hasta allí.

Frente a la miríada de dificultades que encontraron, la mayoría de esos agricultores japoneses tuvieron que abandonar sus labores agrícolas iniciales convirtiéndose en pequeños ganaderos y comerciantes, los menos desafortunados. Otros, en peores condiciones, sencillamente tuvieron que ofrecer a terceros sus fuerzas de trabajo en servicios variados. Muchos emigraron a otros pueblos del territorio nacional y no pocos se vieron obligados a abandonar el país.

Una comunicación fechada el 17 de diciembre de 1959, enviada por el a la sazón embajador del Japón en el país al entonces Secretario de Estado de Agricultura, contiene un memorial sobre los agravios sufridos por los japoneses ubicados en Constanza, a quienes se les había ofrecido, entre otras cosas, 50 tareas de tierra por familia. A esa fecha sólo habían recibido "25 tareas los establecidos en Constanza."17

                             Festival del cerezo

El esplendoroso árbol del cerezo es uno de los símbolos nacionales de Japón. En el 1990 un descendiente de los japoneses radicados en Constanza tuvo la iniciativa de llevar allí un ejemplar de esa planta asiática que adquirió en Brasil.

De ese prototipo vegetal en tierra constanceña se han reproducido por esquejes cerca de 200 ejemplares, que se enseñorean en diferentes lugares de ese municipio, especialmente en la comunidad de La Secadora y en la avenida Antonio Duvergé.

A pesar de que según un censo particular hecho en el 1999 en Constanza sólo quedaban hace 20 años 7 familias japonesas, desde el año 2010 se celebra allí, en el mes de enero, el festival de la flor del Cerezo, o el Sakura Matsuri, como dicen los pocos descendientes de japoneses que residen en esa comunidad encajonada entre montañas.

En ese encuentro anual, cuya mayor atracción son las hermosas flores de los casi 200 árboles de cerezo aludidos, que dicho sea "a la chita callando", en Constanza son más bellos que los que escoltan al río Potomac a su paso por la ciudad de Washington, en los Estados Unidos de Norteamérica. Se exponen también para el deleite del público expresiones artísticas, musicales y gastronómicas del Japón. Para los japoneses que llegaron al país hace 60 años, y para sus descendientes, es un escenario para conectarse con sus ancestros y para los demás es una manera de conocer algo del país "del Sol Naciente."

                                Valle Nuevo

Gran parte del Parque Nacional Valle Nuevo está dentro del municipio de Constanza. Su nombre oficial es Juan B. Pérez Rancier.

Ante tanta confusión sobre el tema es oportuno asirse de la opinión de un sabio dominicano, enamorado de la naturaleza, que el 26 de marzo de 1983 escribió lo siguiente: "A qué se le llama realmente Valle Nuevo? Lo primero es que no se trata de uno, sino de una serie de vallecitos de montaña, situados en el macizo de la gran cordillera Central, por encima de los 2,200 metros de altura..."18

Dicho lo anterior, se impone indicar que el 19 de julio de 1961, en virtud de la Ley 5579, el área donde está Valle Nuevo, y otras adyacentes, fueron declaradas zonas vedadas, a fin de preservar las grandes riquezas ambientales de esa importante zona del país.19

Veintidós años después, a través del literal d del artículo 2 del Decreto 1315, emitido el 11 de agosto de 1983, a Valle Nuevo se le declaró Reserva Científica.20

Su Declaratoria de Parque Nacional se hizo mediante el Decreto 233, emitido el 30 de julio de 1996, el cual posteriormente fue asimilado en el numeral 19 del artículo 34 de la Ley 64-00, que es el texto legal que cubre todo lo relacionado con el medio ambiente y los recursos naturales del país.21

Entre los ríos que nacen en el área de influencia del Parque Nacional Valle Nuevo están Yuna, Tireito, Blanco, Las Cuevas, Grande, El Canal, Banilejo, Nizao, así como decenas de arroyos y cañadas.

En Valle Nuevo hay cientos de especies del reino animal, como la famosa salamanqueja o el jilguero, por mencionar solo dos nombres; una flora endémica estudiada por diferentes científicos nacionales y extranjeros que en el curso de los años han dejado valiosas anotaciones sobre sus hallazgos.

Pero además hay allí millones de árboles, muchos de ellos teniendo en sus troncos y ramas huéspedes tales como algas, hongos y líquenes, así como también hay picos, como el imponente Alto Bandera, que antes del 1916 era llamado Sabana Alta; valles, como el llamado Encantado, del cual escribió ampliamente el doctor Juan B. Pérez Rancier, en un artículo publicado en abril de 1930, detallando, en su calidad de alpinista, la importancia del mismo.

En el vallecito de Los Frailes, en el corazón del Parque Nacional Valle Nuevo, está la famosa pirámide dominicana, edificada a más de dos mil metros sobre el nivel del mar y con temperaturas que en muchas ocasiones ha bajado de cero grado centígrado. Es una reminiscencia de las pirámides egipcias y mexicanas, pero aquella es de construcción moderna, ideada por una franja reducida del lambonismo criollo para loar al tirano ajusticiado el 30 de mayo de 1961.

En Valle Nuevo no todo es normalidad ni protección. Durante largas décadas ese tesoro ha sido víctima de poderosos depredadores que utilizan a "echa días" como mamparas para destruir bosques, desviar el curso de ríos, malgastar el agua subterránea, erosionar la tierra y en fin para romper la armonía creada por la naturaleza.

En ese ecocidio siempre han tenido alguna complicidad entramados estatales a quienes poco les importa el destino que corran especialmente las futuras generaciones.

Antes, como ahora, han existido leyes destinadas a proteger los bienes prodigados por la naturaleza tanto en Constanza como en cualquier otro lugar del país, pero en la práctica son letras muertas; como lo es en el presente el tinglado legal de la Ley 64-00, la cual en su artículo 16 numeral 45 define, para fines de resguardo, los recursos hidrológicos así:

"Toda fuente de agua, corriente o confinada, superficial o subterránea, costera o interna, dulce, salobre o salada, así como los ecosistemas acuáticos y especies que los habitan, temporal o permanentemente, en áreas donde la República Dominicana ejerce jurisdicción."22

                               Salto de Agua Blanca

Es uno de los más hermosos y elevados saltos de agua que tiene el país. Sin un ápice de chovinismo se puede decir que es uno de los más encantadores de toda el área del Caribe Insular, por su majestuosidad visual. Está ubicado en la comunidad El Convento, hacia el sur del casco urbano de la ciudad de Constanza.

En realidad ese regalo que corona la riqueza natural de esa zona del país está conformado por dos grandes caídas de agua inusualmente fría, en medio de inmensos pinares.

Al contemplar absorto tal derroche de belleza, simbolizado en ese chorro de agua blanca y espumosa, uno piensa que tal vez en lugar de la Abadía de Getsemaní, en las praderas Kentucky, bien pudo ser en el entorno del salto de Agua Blanca de Constanza donde el gran místico católico y monje trapense Thomas Merton escribiera su fascinante obra La Montaña de los Siete Círculos, en medio de una "atmósfera pura y tranquila...con sol resplandeciente y fresca oscuridad en una explosión de verdor"...para evitar vivir "en una sociedad cuya política entera consiste en excitar todos los nervios del cuerpo humano y mantenerlos al más alto punto de tensión artificial..."23

                                  Reserva Científica Ébano Verde

La Reserva Científica de Ébano Verde tiene parte de su territorio en el municipio de Constanza. Su principal acceso está en la carretera que conduce hasta esa comunidad, en la zona de Cazabito.

El nombre de esa reserva científica proviene del árbol así llamado, ébano verde, perteneciente a la familia de las magnolias. Puede elevarse hasta 15 metros de altura y su madera es dura y con un pronunciado color verde. Su calidad y color inigualable prácticamente lo hizo desaparecer de la floresta nacional, pues los depredadores del medio ambiente le tomaron especial cariño a su tala para la fabricación de diferentes objetos de ebanistería.

En la actualidad casi 30 kilómetros cuadrados, entre los municipios de La Vega, Constanza, Bonao y Jarabacoa, forman parte de esa reserva creada mediante el Decreto 417-89, publicado el 26 de octubre de 1989.24

En la Reserva Ébano Verde se trabaja duramente para la conservación la flora, la fauna, los suelos, los recursos hídricos y en fin con todo lo referente a la agroforestería. En su territorio y área de influencia nacen los ríos Camú y Jatubey y arroyos tan importantes como Masipedro, La Sal, La Palma y el Arroyazo.

                                    Distritos Municipales

El municipio de Constanza tiene dos distritos municipales: Tireo Arriba y La Sabina. Ambos son expresiones fieles del conjunto de elementos que caracterizan al territorio montañoso donde están enclavados.

Tireo Arriba

El Distrito Municipal Tireo Arriba fue creado mediante la Ley 49-93, promulgada el 31 de diciembre de 1993, teniendo como fundamento principal que lo que hasta entonces era una Sección "constituye uno de los mayores centros de producción agrícola de nuestro país, y es el mayor productor de papas y otras hortícolas de República Dominicana."

Ese distrito municipal está integrado por más de 30 comunidades, entre ellas Tireo Arriba, Tireo Abajo, La Descubierta, El Río, La Canelita, Pinalito, Palerito, La Yegua, Las Nueces, Arroyo Frío, La Castilla, La Cotorra, Las Palmas, Arroyo Bonito, La Ciénaga, El Arroyazo y otras hermosas aldeas.25

                                        La Sabina

La antigua Sección La Sabina fue elevada con ese mismo nombre a Distrito Municipal en virtud de la Ley 151-02, promulgada el 13 de agosto del 2002.

El Congreso Nacional ponderó, para tomar la indicada decisión, que en el territorio de La Sabina había entonces varias industrias de vegetales, frutas y flores, así como empresas avícolas de gran importancia para el país.26

El Distrito Municipal La Sabina está formado, además, por las secciones Los Cerros, Palero, Villa Sabina y El Convento. Otras comunidades que hacen parte de ese territorio son La Cachaza, El Tapión, Los Guineos, Cerro del Monte, Los Higos, Cañada Seca, Gajo del Mulo, Río Grande, Monte Llano, La Silverio, Barrio Duarte y otros importantes caseríos y riscos.

Bibliografía:

1-La Biblia, Éxodo 3: 8

2-Campesinos del Cibao. Economía de mercado y transformación agraria en la República Dominicana. Editora Búho,2012.pp88 y 150. Pedro L. San Miguel.

3-Santo Domingo, su pasado y presente. Editora Serigraf, 2012.SDB.p327, Samuel Hazard.

4-Idea del Valor de la Isla Española. Editora Nacional, 1971.p76. Antonio Sánchez Valverde.

5- El Oro en la historia dominicana. Editora Amigo del Hogar.2016.pp286 y 287.Frank Moya Pons.

6-Diccionario Geográfico-Histórico Dominicano. Editora Búho, 2012. p94.Temístocles A. Ravelo.

7-Periódico El Sol, 15 de junio del 1983.Reproducido en el libro Así Pienso. Impresora Soto, 2012.pp17-19.Teófilo Lappot Robles.

8- Movimiento 14 de Junio. Historia y Documentos. Editora Búho, 2007.p22.Tony Raful.

9-Historia del Pueblo Dominicano. Editora Mediabyte, 2008.p577.Franklin J. Franco.

10-Un reconocimiento geológico de la República Dominicana. Reeditado por la Sociedad Dominicana de Bibliófilos. Editora de Santo Domingo, 1983.p37.Tomás Wayland Vaughan.

11-Sobre la Topografía y Geología de Santo Domingo. Editora Amigo del Hogar. Reedición 2005.pp34 y 35. William M. Gabb.

12-Código de Trabajo. Ley 16-92, artículo 135. Promulgada el 29 de mayo de 1992.

13-Comunicado de prensa. Conferencia Episcopal de Obispos de Haití. Mensaje de navidad 2018.

14-La Alianza de dos Generalísimos. Editora Amigo del Hogar,2005.pp484 y 485. Francisco Javier Alonso Vásquez.

15-La Inmigración Española en República Dominicana. Editora Corripio, 2016.p165. Juan Manuel Romero Valiente.

16-Colonización y Política. Los japoneses y otros inmigrantes en la República Dominicana. Editora Amigo del Hogar,2017.pp154,155,156,157 y 159. Valentina Peguero.

17-Yukata Konagaya, embajador del Japón en República Dominicana. Oficio del 17 de diciembre de 1959 al Secretario de Agricultura, Manuel Ramos. AGN. Legajo 707, expediente 09.

18-La Naturaleza Dominicana, tomo I. Editora Corripio 2006,p199.Félix Servio Ducoudray.

19-Ley No.5579 del 19 de julio de 1961.

20-Decreto 1315 del 11 de agosto de 1983.Gaceta Oficial No.9619, del 16 de agosto de 1983.

21-Decreto No. 233(30-7-1996) y Ley 64-00, promulgada el 18 de agosto del 2000.

22-Ley No.64-00, artículo 16 numeral 45, promulgada el 18 de agosto del 2000.

23-La Montaña de los Siete Círculos. Editora Hispano Americana,2008. Thomas Merton.

24-Decreto No.417-89, del 26 de octubre de 1989.

25-Ley No.49-93, promulgada el 31 de diciembre de 1993.

26-Ley No.151-02, promulgada el 13 de agosto del 2002.

Publicado en Diario Dominicano 12-Enero-2019

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