HATO MAYOR DEL REY, SABANA DE LA MAR Y EL VALLE: TESOROS
ECOLÓGICOS
POR TEÓFILO LAPPOT
ROBLES
Provincia Hato Mayor
La
provincia de Hato Mayor es de reciente
creación. Surgió en virtud de la Ley 245 del 3 de diciembre del 1984, cuyo
artículo 7 establece que entraría en vigencia “a partir del día primero de enero de 1985…”1
El
primer párrafo de dicha ley indica “que
el municipio de Hato Mayor manifiesta una pujanza extraordinaria que lo coloca
al lado de otros municipios cabecera de provincia de la Región Oriental del
país”.
Hato
Mayor fue declarada la primera provincia ecoturística del país, al amparo de la
Ley 77-02, del 19 de junio del 2002, cuya literatura dice que esa provincia
“encierra ecosistemas de gran valor para preservar la biodiversidad de la
República Dominicana…” y que además “esos ecosistemas deben contribuir, por su
riqueza biológica y por los paisajes naturales que se desprenden de ellos, a
mejorar las condiciones de vida y de trabajo de las poblaciones que habitan la provincia de Hato Mayor…”2
La
provincia Hato Mayor tiene dos áreas protegidas: El Parque Nacional de los
Haitises, el cual casi en su totalidad
está dentro de su territorio, y el
Refugio de Vida Silvestre de la Jina, en el entorno de Sabana de la Mar, con
una significativa población de manglares.
Es
una provincia costera, pues su municipio Sabana de la Mar está frente a la
bahía de San Lorenzo (antes llamada Bahía de las Perlas).
Sus
principales ríos y arroyos son Yanigua,
Yabón, Sano, Mojica, Lajas, Martín,
Cuarón, Bibiana, Higuamo, Maguá, Magarín
y Cibao ( estos dos últimos son tributarios del río Soco).
La
provincia de Hato Mayor es una de las zonas donde mayor cantidad de cacao se
produce en el país. Hay decenas de centros de acopio, secaderos, distribución y
comercialización de dicho producto. Sus productores se han organizado y son
grandes exportadores.
También
es famosa por sus cítricos, especialmente naranjas, limones, mandarinas y
toronjas.
Su
agropecuaria es de alta importancia en la economía nacional, por tener una
selecta ganadería de carne y leche y por la gran producción agrícola que
abastece de alimentos de la tierra a
cientos de miles de dominicanos y extranjeros.
Los
municipios que forman la provincia de Hato Mayor son Hato Mayor del Rey, Sabana
de la Mar y El Valle, los cuales están cortejados por los distritos municipales
Yerba Buena, Mata Palacio, Guayabo Dulce y Elupina Cordero de Las Cañitas, así
como por decenas de secciones, parajes, barrios y sectores.
El
territorio correspondiente a esos lugares está coronado por una extraordinaria
riqueza natural compuesta por valles, montañas, ríos, saltos, arroyos, litoral
marino, cuevas, minerales, una variada flora, que abarca una población de mangles
botón, prieto y blanco y un catálogo
diversificado de una fauna tan diversa que incluye cotorras y pericos endémicos
de la zona.
Origen y
controversias sobre el nombre del municipio
Hato Mayor del Rey
La
ciudad de Hato Mayor del Rey es la capital de la provincia homónima.
Donde
hoy está esa ciudad, así como las comarcas aledañas, eran hatos propiedad de la
cúpula imperial española, con el rey Carlos V a la cabeza. En los tiempos precolombinos
formaba parte del Cacicazgo de Higüey.
Hay
diferentes opiniones y controversias
sobre el surgimiento de esa ciudad y especialmente sobre su nombre.
Varios
historiadores y comentaristas así lo han dejado establecido en sus escritos.
Uno
de ellos arranca su versión así:“…En una hacienda llamada Hato Mayor del Rey,
en la jurisdicción de El Seybo se halla otra ermita dedicada a nuestra Señora
de las Mercedes, y en ella hay una cofradía, extremadamente indecente (la
ermita, se entiende), su techo, según parece fue cubierto de hojas de palma …”3
Otro lo plantea de esta manera: “El Alférez
Real Don Antonio Coca y Landeche, heredero del mayorazgo de los Dávila fundado
en 1520, erigió una ermita en el lugar en donde está actualmente la Villa de
Hato Mayor, que dio origen a una aldea que fue conocida desde el principio con
el nombre de Hato Mayor del Rey.”4
Un
educador, periodista, notario e historiador nativo de Higüey, pero radicado en
Hato Mayor del Rey, donde falleció ya centenario, sostuvo siempre que ese
nombre era “por ser el Mayor Hato donado en la isla por los Reyes Españoles a
su oficial”.5
Un
educador e historiador hatomayorense de gran credibilidad escribió al respecto:
“Tanto las tierras de Hato Mayor del Rey como las de Hato Nuevo, etc. formaba
parte del Mayorazgo de Dávila, instituido en la ciudad de Santo Domingo el 23
de agosto de 1554 por el Regidor Don Francisco Dávila, en la persona de su
sobrino Gaspar, hijo de su hermana Ana Dávila, mujer de Hernando de Birlonga”.6
Un
conocido historiador, educador y Obispo nativo de Salcedo, quien tuvo una gran
incidencia en la vida pública nacional, escribió unas interesantes notas sobre
ese tema, teniendo como núcleo central su duda sobre el apelativo “del Rey”,
concluyendo así: “…creo que se puede deducir claramente que lo de Hato Mayor
del Rey es bastante moderno, y que se usa mucho lenguaje poético”.7
Uno
de los mayores atractivos urbanos del municipio de Hato Mayor del Rey es su
parque municipal, que lleva el nombre de Mercedes de la Rocha, quien fue la
donante, en el 1888, de los terrenos donde hoy está el actual pueblo, que al principio se conocía como El Jato. Una
tarja en dicho parque público confirma lo anterior.
Hato
Mayor del Rey fue declarado común de El Seybo el 24 de julio de 1844, mediante
decreto No.14 de la Junta Central Gubernativa.
Pero
fue degradado a Sección mediante la Ley No.40 del 9 de junio de 1845, según se
lee en el tomo 1 de la Colección de Leyes de dicho año. Los motivos no fueron
explícitos ni hubo justificación fáctica para tal decisión.8
Después
de los escarceos de rigor de sus habitantes y entendiendo el error anterior, el
Congreso Nacional decidió devolverle a Hato Mayor del Rey su condición de
común, lo cual hizo mediante el decreto número 174 de fecha 11 de octubre de
1848.
Durante
el régimen anexionista Hato Mayor del Rey fue convertido en Comandancia de
Armas de El Seibo. Así consta en una decisión dictada por la Capitanía General el
24 de agosto de 1861.9
Al
desaparecer la Anexión, Hato Mayor del Rey volvió a su condición de común de la
provincia de El Seybo, mediante el
decreto 860 del 12 de agosto de 1865.
La Restauración en Hato Mayor del Rey
El
4 de mayo de 1863 Antonio Sosa, el
principal funcionario anexionista de Hato Mayor del Rey, recibió la
orden de encabezar 700 hombres del Ejército y de las reservas, con dos piezas
de artillería. El mandato expreso era de dirigirse al lugar conocido como Los
Barros “donde se hallaba el enemigo….”
En
la madrugada del 7 de abril de 1863 hubo en Hato Mayor del Rey un
enfrentamiento entre los patriotas restauradores y las autoridades y jenízaros
anexionistas. La acción fue sangrienta,
con decenas de muertos.
El
25 de mayo de 1863 el comandante de Hato Mayor del Rey recibió órdenes directas,
y de ejecución inmediata, del General Pedro Santana, en su condición de jefe anexionista,
para que “a la cabeza de 600 hombres del Ejército y las Reservas y una pieza de
artillería y dirigirse a Yerba Buena y Sabana Burro en busca del enemigo con
objeto de abatirlo….”10
Sabana de la Mar
Sobre
la fundación de Sabana de la Mar consta en el Archivo General de la Nación la
siguiente nota histórica: “Entregar al Sr. Benito Díaz Carneyro, seis mil
reales como administrador de la nueva población de Nuestra Señora del Pilar de
Sabana de la Mar para la continuación de ella…” “Pagar noventa y seis reales a
Juan Baptista, Maestro Carpintero, por su trabajo y la madera que puso en el
marco para la lámina de Ntra. Sra. Del Pilar que se hizo en Sabana de la Mar.”11
Aunque
es oportuno decir que en el Archivo General de Indias hay informaciones
ligeramente diferentes, que hacen referencia a la decisión del jefe colonial Manuel
Azlor instruyendo a familias canarias para ir al lugar a fundar el pueblo con
esta precisión que aparece en un libro clásico que versa sobre lo que hoy es la
República Dominicana: “En siete de mayo (1790) damos en data doscientos diez y
seis reales pagados a don Benito Díaz Carneiro por su asistencia y trabajo personal a reconocer, medir y tasar las tierras en que se ha de
fundar el Pueblo de Sabana de la
Mar, en la ocupación de diez y ocho días a diez y ocho reales cada uno.”12
Al comentar la fundación de Sabana de la Mar con
familias canarias el anotador de la
obra aludida, Idea del valor la isla Española, dice: “….pero con tan infeliz
suceso, que no han podido pasar de pobres Rancherías, así por la humedad de
aquellas tierras montuosas, que no han podido ventilarse con el corte de las
arboledas por los pocos pobladores y por falta de Negros, como por defecto de
un comercio capaz de suplir estos inconvenientes….”
En dicho libro su autor conecta la situación
de Sabana de la Mar con lo indicado por
el escritor y diplomático francés Weuves, en su libro Reflexiones históricas y políticas sobre el
comercio de Francia con sus colonias de América. (traducción libre, pues el
libro fue publicado en francés en 1780).13
Sabana
de la Mar es la única ciudad con costa
marina de la provincia Hato Mayor.
La
opinión más socorrida es que esa población en realidad fue fundada en el 1756. Desde 1795 hasta 1801 perteneció a
La Vega. Fue el general haitiano Toussaint Louverture que la convirtió en una
sección del Seybo, que a su vez formaba
parte del llamado Departamento Ozama.
En
el 1821 a Sabana de la Mar la convirtieron en un puesto militar adscrito a la
común de El Seybo.
El
5 de septiembre de 1854, mediante la Ley No.355, la cual trataba sobre
administración provincial, se le transfirió a puesto militar de Samaná ( tal y
como se comprueba en la página 608 del tomo 2 de la Colección de Leyes de dicho
año).
En
los primeros meses del gobierno anexionista, el 24 de agosto de 1861 se dictó
una Resolución convirtiendo a Sabana de la Mar en “comandancia de armas del
Gobierno Político y Militar de Samaná”.
Volvió
a ser Puesto Militar de Samaná mediante Decreto No.824 dictado por la
Convención Nacional el 11 de marzo de 1865.
Cuando
fue abolido de nuestro ordenamiento territorial lo de Puestos Militares, Sabana
de la Mar pasó a ser Puesto Cantonal, al tenor de lo dispuesto por la Constitución
votada el 24 de mayo de 1874.
En
el tomo 7 de la Colección de Leyes de 1876 (página 59), figura el decreto
No.1525, del 23 de mayo de dicho año, mediante el cual Sabana de la Mar fue
transformada en común de Samaná. Así estuvo hasta el 27 de junio de 1938.
Como
común pasó a formar parte de la provincia de El Seybo, a través de la Ley No.1525
del 27 de junio de 1938, inserta en la Gaceta Oficial No.5183.
Desde
el primero de enero de 1984 es uno de los municipios que integran la provincia
Hato Mayor, al tenor de la Ley 245, de
dicho año.
Muchas
cosas caracterizan a Sabana de la Mar y a los sabanalamarinos, pero una que no
puede pasarse por alto son las famosas y sabrosas minutas.
Dicen
que el filete de ese pez, frito envuelto en una
masa hecha con huevos, leche y galletas molidas, es la delicia de
nativos y visitantes.
Hay
un gran intercambio de mercancía y
movimiento de personas entre Sabana de la Mar y Samaná. El viaje en
barco dura aproximadamente una hora.
El
paisaje marino de Sabana de la Mar es de mangles y cocoteros, con arenales
esparcidos por gran parte de su costa. Sus ríos Yabón, Caño Hondo y Caño
Chiquito desembocan en el mar.
El Valle
El
Valle fue fundado en el 1800, a poca distancia de donde está el actual poblado. Sus principales fuentes de
ingresos económicos a través del tiempo han sido la ganadería, el cacao, los
cítricos, el ámbar, la palma africana y el turismo ocasional.
Originalmente
pertenecía a Sabana de la Mar. Mediante la Ley 1111, del 26 de mayo de 1939, se
le designó con infamia como Villa Trujillo.
Mediante
la Ley 5457, promulgada el 23 de diciembre de 1960, fue elevado a Distrito
Municipal.
Mediante
la histórica y rectificadora Ley 5678, del 25 de noviembre de 1961, se le
devolvió su antiguo nombre de El Valle, borrando para siempre la imposición
dictatorial de que fue víctima.
A
la categoría de municipio fue llevado el primero de enero de 1982. Al crearse
la provincia de Hato Mayor, en el 1984, pasó a formar parte de la misma. Se
ubica a poco más de 30 kilómetros de la
capital provincial. Sus habitantes son conocidos como valleros.
Ámbar en El Valle
El
municipio de El Valle alberga varias minas de la hermosa resina vegetal llamada
ámbar, que los arqueólogos dicen que se forma principalmente por emanaciones de
ramas y troncos quebrados del árbol conocido como algarrobo.
El
color de ámbar más cotizado es el azul, por el impacto visual que el mismo
provoca, pero también los hay de colores blanco, rojo y amarillo. En muchas
piezas de ámbar se han encontrado fósiles de insectos y otros animales, así
como sustancias orgánicas que han permitido hacer estudios avanzados sobre cómo
era el universo hace millones de años.
Los
yacimientos principales están situados por los alrededores del kilómetro 20 de
la carretera que une los municipios de Hato Mayor del Rey y El Valle, girando
luego unos 10 kilómetros “tierra adentro”, ya en territorio de este último
municipio, en el lugar conocido como Siete Cabezas.
El
ámbar no está en la superficie. Hay que penetrar a las profundidades de la
tierra para obtener ese preciado mineral de origen vegetal.
No
hace muchos años el municipio de El Valle tenía como buque insignia de su
pequeña economía la extracción y venta de ámbar, pero por múltiples razones ya
no es así, aunque todavía hay algunos recolectores del mismo que lo buscan
afanosamente en algunos de los más de 100 pozos abiertos en la zona.
Oportuno
es recordar que en el 1993 fue famosa en todo el mundo una película llamada
Jurassic Park, uno de cuyos tramos fue rodado en el país, teniendo como
elemento principal una pieza de ámbar con un fósil de diminuto dinosaurio,
extraída de las entrañas de la Cordillera Septentrional, en la zona de Puerto
Plata.
Visión de un extranjero sobre
lugares de Sabana de la Mar y El Valle
Un
curioso turista estadounidense, de nombre A. Hyatt Verril, quien estuvo en el
país en el año 1919, hizo un relato de su experiencia en esta zona del país,
describiendo las bellezas del paisajes desde la bahía de San Lorenzo hasta el
poblado de El Valle y comentando la hospitalidad de la gente, las plantaciones
de cacao de una empresa extranjera, con un pequeño tren que transportaba los
granos de cacao para el secadero y luego hasta su lugar de embarque en Sabana
de la Mar, la abundancia de palomas y
cotorras y los arroyos copados de patos.
“…la
tierra es fértil y el valle es llano y libre de densos bosques maderables…Las
atracciones para cazadores y pescadores son estupendas…Desde Caña Honda uno
puede hacer una excursión hacia el interior, hasta El Valle, un pequeño poblado
situado en medio de una vasta pradera, con floresta aquí y allá, en pequeñas
cañadas…La pradera en algunos lugares es algo pantanosa…aquí el deportista
puede encontrar el mejor lugar para la caza de gallinas de agua…”14
Cueva Fun Fun
En
realidad Fun Fun no es una cueva, sino un sistema de numerosas cuevas que
cubren una amplia área de cerca de 30 kilómetros de longitud, dentro de la
provincia Hato Mayor (17 km hacia su lado oeste), de los cuales hasta ahora se
han explorado unos 8 kilómetros y 2 kilómetros disponibles para el deleite y la
subida de adrenalina de los visitantes.
En
el interior de Fun Fun nace y discurre
el río El Almirante, creando meandros, túneles y pasadisos acuáticos de
singular belleza.
Dicen
los expertos en la materia que esas enormes cavidades tuvieron un proceso de
formación de más de 20 millones de años, combinando la estructura del terreno
con el agua y conchas de corales marinos.
En
el primer tramo, desde la entrada de la cueva, y luego de descender decenas de
metros, bajo la superficie, reinan las estalactitas y las estalagmitas.
Allí
se observa vida normal y activa de diversas especies de insectos, aves
(especialmente golondrinas en permanente movimientos), peces y crustáceos.
Los Haitises
La
casi totalidad del Parque Nacional de los Haitises pertenece a la provincia
Hato Mayor, como indiqué más arriba.
En
un relato antiguo, tal vez del siglo XIX, los Haitises son descritos en parte
así: “Cuevas que son importantísimas. Se encuentran en la común de Sabana de la
Mar, en varios islotes de la costa Sur de la bahía de Samaná, entre las
desembocaduras de los ríos San Lorenzo y Naranjo. Las cuevas de los Haitís son
muchas, pero las principales son las siguientes: Las Cuevas Blancas, son dos y
no ofrecen mucho interés; en ellas se han encontrado algunas osamentas de
indígenas. La Cueva de San Gabriel es pequeña pero interesante. Tiene
amontonada una cantidad inmensa de caracoles, como de ocho metros de espesor…La
Cueva del Infierno, que no tiene ningún interés….La Cueva de la Cal, que no
presenta más que dos figuras talladas en la roca…La Cueva del Templo, la más
importante de todas, por sus pinturas de líneas negras, y preciosas
inscripciones talladas en la roca…”15
Hato Mayor: territorio de los llamados gavilleros
Ha
quedado demostrado que la generalización del término gavilleros, para referirse
a los diferentes grupos de hombres y mujeres armados que se movían por los
campos del Este dominicano, fue una manipulación grosera para confundir a la
población dominicana, presentándolos a todos como bandas de fascineros.
Aunque
algunos grupos se dedicaban a cometer fechorías, lo cierto es que otros
actuaban por razones políticas, y luego de la invasión estadounidense de 1916
la mayoría actuaba impulsada por motivos patrióticos.
La
contrainteligencia de los invasores norteamericanos fue la que más enfatizó en
resaltar el dicho mote, buscando con ello desprestigiar a esos combatientes.
Es
el secuestro de la historia de que habló muchas veces el historiador cubano
Manuel Moreno Fraginals.
El
14 de marzo de 1916 el Jefe Comunal de Hato Mayor dirigió un informe a la
Secretaría de Interior y Policía en el cual decía de manera tajante que esa
comunidad “… era la verdadera madriguera del gavillaje de la República.”
Una
académica e historiadora dominicana publicó una obra de gran trascendencia para
conocer el fenómeno de grupos de alzados en armas que operaron en varios puntos
del país, pero especialmente en los campos del Este, en el período comprendido
entre 1904 y 1916.
Uno
de los puntos donde actuaban esos grupos era el área rural del hoy municipio
de Hato Mayor del Rey.
La
referida autora divide esos grupos en dos bloques: los que se dedicaban per se
a cometer fechorías, como cuatrerismo y otras figuras castigadas por el Código
Penal Dominicano, y los que se alzaban por seguimiento a caudillos regionales
que en determinados momentos quedaban fuera del poder.
Menciona
los nombres de algunos de los que
encabezaban esos grupos irregulares, entre ellos a Salustiano Goicoechea, alias
Chachá y Fidel Ferrer, quienes unieron sus fuerzas en la sección Yerba Buena de
Hato Mayor.
También
se refiere a Pedro Celestino del
Rosario, mejor conocido como Tolete, alzado en armas en el 1915 “…quien tenía
un grupo que en mayo merodeaba entre
Guayabo Dulce y Yerba Buena”.
La
aludida autora transcribió varios informes de diversas autoridades regionales;
como uno enviado el primero de agosto de 1908 por el Gobernador de El Seybo a
la Secretaría de Interior y Policía en el cual señalaba que:
“…En
las comunes de Higüey y Hato Mayor vagan impunemente los criminales y son
protegidos por las autoridades de esos lugares…”; pero con propiedad aclara la
historiadora referida que “algunos de los cabecillas alzados no se les daba el
tratamiento de gavillero, como por ejemplo Apolinar Rey; quien estaba alzado
junto con Dalmau en los alrededores de Hato Mayor a fines de diciembre de
1905.”16
Se
han publicado varios libros sobre los llamados gavilleros de Hato Mayor y otras
comunidades del Este del país, pero uno de los más esclarecedores, a mi
juicio, lo escribió Félix Servio
Ducoudray hijo.
Ese
autor advierte que es “un libro de refutaciones contra la leyenda negra que
llevó a ponerle, al guerrillero patriota de entonces, el sambenito de
gavilleros…”
Dicho
esto porque una cosa eran algunos de los
grupos armados que se movían en las zonas rurales antes de 1916 y otra muy
diferente eran los campesinos en armas que con Vicente Evangelista, Ramón
Batía, Martín Peguero y otros al frente se enfrentaron a los invasores
estadounidenses.
Pero
aún Ducoudray deja entrever excepciones. Es decir que algunos elementos bajo el
paraguas de guerrilleros rurales actuaban en plan de rufianes.
Cita,
en la página 18 de su obra sobre estos grupos armados, encajando en la
excepcionalidad referida precedentemente, el oficio No.78, despachado por el
Síndico de Higüey Andrés Pumarol al gobernador de El Seibo, el 30 de agosto de
1920:
“En
los Palitos, sección de Santana, quemaron los alzados las casas de Cástulo y
Andrés Guerrero. En la sección de Matachalupe los mismos quemaron las casas de
Rufino Sánchez y Félix Lappot. En las Limas los mismos quemaron la casa de
Rufina Jiménez.”
Uno
de esos jefes de grupos armados desplegados en las zonas rurales del Este del
país, que luego devino en patriota
cuando la nefasta ocupación del territorio nacional por la soldadesca
estadounidense, fue un hatomayorense de
espíritu aguerrido, descrito en una entrevista del pasado así: “…Ramón Batía
tiene 24 años y 24 balazos en el cuerpo; nació en Hato Mayor…sus propiedades
están en “san Francisco”, sección de la común de Hato Mayor.”
“Una
cosa, pues, resulta cierta: mientras hubo gobierno directo de interventores
foráneos, la tenacidad patriótica de los dominicanos se mantuvo alzada en armas
en el monte.”17
Dos Presidentes de la República nacidos en Hato Mayor del Rey
En
el municipio de Hato Mayor del Rey nacieron dos figuras, padre e hijo, que
luego alcanzarían la Presidente de la República.
Pedro
Guillermo: Nació en Hato Mayor del Rey el 29 de junio de 1814. Fue militar,
político, ganadero y maderero. Su muerte violenta se produjo cuando tenía 52
años de edad, el 18 de febrero de 1867, en la ciudad de El Seybo.
Fue
Presidente provisional de la República por unos cuantos días, desde el 15 de
noviembre de 1865 hasta el 8 de diciembre de ese mismo año. Fue el año en que
el país tuvo seis presidentes (Gaspar Polanco, Benigno Filomeno Rojas, Pedro
Antonio Pimentel, José María Cabral, Pedro Guillermo y Buenaventura Báez).18
Pedro
Guillermo fue un heroico combatiente independentista y también lo fue en las
luchas de la Restauración. Es decir que enfrentó a los invasores haitianos,
quienes expulsados del territorio nacional pretendían volver a sojuzgar al
pueblo dominicano; y también se enfrentó a los anexionistas, españoles y
criollos, que habían aniquilado la soberanía nacional.
Como
independentista tuvo activa presencia en las
batallas de El Número, 19 de Marzo, La Estrelleta y Las Carreras.
Al
producirse la Anexión a España protagonizó, el 2 de octubre de 1863, el primer
levantamiento que contra esa fatal decisión se hizo en Hato Mayor del Rey. Las
secciones Mata Palacio, La Plaza, Capote, Pulgarín, Antón Sánchez, Guajaba y
Yerba Buena fueron los escenarios de sus enfrentamientos con los anexionistas.
De este último lugar fue nombrado Jefe de Operaciones de los restauradores el 22 de octubre de 1864.
Pero
su fervor por el caudillo Buenaventura Báez lo llevó a la errada creencia de
que sólo este podía gobernar el país. Por eso cuando Báez no estaba en el poder
Guillermo se convertía en una zozobra, especialmente para el General José María
Cabral y sus partidarios. Protagonizó varios levantamientos armados que
afectaron la paz general del país.
Apenas
se obtuvo la Restauración de la República formó una Junta Gubernativa con asiento
en El Seybo, con más viso de opereta que cualquier otra cosa.
El
15 de octubre de 1865 salió desde Higüey con cientos de hombres armados y no
cesó de avanzar hasta llegar a Santo Domingo el 8 de noviembre de dicho año.
Exigía entonces que se le nombrara Generalísimo de la Campaña del Este.
Su
belicosidad hacia todo el que no se alineaba a su pensamiento baecista lo llevó
al extremo de intentar herir con una espada, el 8 de diciembre de 1865, a
Monseñor Fernando Arturo de Meriño.
En
enero de 1866 volvió a levantarse en armas en Hato Mayor del Rey contra el
gobierno del General José María Cabral.
La
primera espada de la Restauración escribió en su autobiografía lo siguiente:
“…apareció en la provincia del Seibo un levantamiento capitaneado por el
coronel Pedro Guillermo, persona de malísimos precedentes, proclamando al
General Buenaventura Báez, como caudillo del alzamiento.”19
Al
fracasar el alzamiento del citado enero de 1866, Pedro Guillermo se axiló en el
Consulado de Francia en el país, lugar desde donde se fugó el 11 de junio de
1866 y se refugió en un campo llamado El Salado, de Higüey.
El
20 de enero de 1867, al frente de una cuadrilla de hombres armados, pretendió
tomar el control de la ciudad de Hato Mayor del Rey. Al quedar derrotado en esa intentona golpista se
retiró a la zona rural, donde su guardaespaldas Francisco Suero, aprovechando
que el león estaba dormido, lo golpeó de muy mala manera y luego delató el
escondite.
Así
las cosas fue llevado a la ciudad de El Seybo, donde el 18 de febrero de 1867
fue sometido un Consejo de Guerra Especial (designado por el entonces
Presidente de la República General José María Cabral).
Dicho
tribunal fue presidido por el General Manuel Rodríguez Objío y como
vicepresidentes actuaron los tenientes coroneles Julián Miranda y Juan Pilié.
El fiscal acusador fue el General
Felimón Lappot. Se ordenó el fusilamiento del ex Presidente Guillermo.20
La
sentencia se materializó en el camposanto de aquella comunidad oriental el 18
de febrero de 1867, cuando fusileros encabezados por el General José
Caminero hicieron fuego contra Pedro
Guillermo y algunos de sus partidarios.
El
fue el segundo mandatario dominicano fusilado. Como se observa en el itinerario
vital de ese personaje, tuvo méritos patrióticos, pero en las luchas políticas
internas su proceder atentaba contra las esencias mismas de la República.
Cesáreo
Guillermo Bastardo: Nació en el paraje la Rodada del hoy municipio de Hato
Mayor del Rey, el 8 de marzo del 1847. Hijo del indicado Pedro Guillermo. Fue
diputado, Ministro de Interior, Comandante de Armas en Higüey y dos veces
presidente de la República.
Aunque
lo reclutaron para ser parte de la reserva anexionista, ante el primer acto
armado contra los españoles se comprobó que él favorecía la Restauración y fue
apresado el 2 de octubre de 1863, en un enfrentamiento librado en Hato Mayor
del Rey.
Al
terminar la Guerra de Restauración Cesáreo Guillermo fue de los prisioneros
canjeados en Puerto Plata, el 22 de julio de 1865, entre restauradores y anexionistas.21
Cesáreo
Guillermo, contrario a su padre no era baecista extremo. En eso fue más bien
intermitente, dependiendo de las coyunturas políticas. Fue primero Presidente Provisional
de la República, el 24 de febrero de 1878, al salir triunfante en la batalla
efectuada en el lugar conocido entonces como Pomarrosa, que culminó con la
huida de Buenaventura Báez del gobierno. Algunos dicen que fue 9 días después
que tomó el poder.
Luego
ganó las elecciones del 27 de febrero de 1879, presidiendo entonces un gobierno
constitucional.
Las
dos veces que ejerció la Presidencia de la República tuvo administraciones controversiales, por hechos ocurridos en el
transcurso de las mismas.
Siendo
delegado en el Este de una Junta de Gobierno integrada por Pedro Garrido, Pablo
Villanueva y José Castro, envió desde El Seybo al Ministerio de Interior y
Policía, en fecha 19 de octubre de 1876, una misiva que permite conocer el
ambiente de convulsión política que se vivía para entonces en el país:
“El
General Cesáreo Guillermo, en carta enviada a este Ministerio, informa sobre
sus actividades para combatir las propagandas en favor de Báez en la región
Este del país. Manifiesta haber dispersado a los facciosos enviándolos bajo
vigilancia a distintos puntos de la Nación…menciona como cabecillas a los
ciudadanos Wenceslao Cestero, Ramón Castillo y Juan Gil…Menciona que quienes
manejan desde la Capital el movimiento son José Ruiz y el General León Glas.”22
Se
refugió en la sección Sombrero de Baní, desde donde preparó una asonada para
derrocar al gobierno del General Alejandro Woss y Gil. Desde allí se dirigió a
Estebanía Azua. Sus planes se frustraron. Murió en el entonces paraje El
Orégano, campo de Azua, el 8 de noviembre de 1885.
Al
verse acorralado por sus contrarios, partidarios del temido Lilís, de tres
balas que le quedaban les disparó dos a
sus persecutores y con la última se suicidó. Antes se había escapado bajo una
lluvia de tiros de una trampa que le tendieron en el puente de un lugar llamado
Boca del Vía.
Lilís y Cesáreo Guillermo habían tenido varios
enfrentamientos, venciendo el primero al segundo en los combates del paraje El Porquero en 1879, en Monte Plata, y
también en la loma seybana de El Cabao, a finales de 1881, luego del célebre desembarco
que hizo por Punta Cana, Higüey.
Tan significativos eran para Lilís sus
triunfos sobre Guillermo que hasta se piensa que el primero escogía para
momentos importantes de su vida pública la fecha en que derrotó al segundo en
un hecho bélico escenificado en una protuberancia geográfica del Este del país.
Con
motivo de las controversiales elecciones en que Lilís se proclamó ganador
frente al General Casimiro Nemesio de Moya Pimentel, se esperó el 6 de
diciembre para hacer oficial el triunfo.
“No
sabemos si se eligió esa fecha por pura coincidencia, o para recordar la
victoria sobre Cesáreo Guillermo el 6 de diciembre de 1879 en El Porquero, y
tratar de que la población comparara a este caído caudillo con Moya…”23
Sobre
este personaje escribió un capítulo de un libro clásico de nuestra literatura un gran novelista dominicano, señalando que: “
Meses atrás, la Capital estupefacta vio cercada la casa del ex presidente
Guillermo, herida su señora, muerto un yanqui, y él, perseguido, después de
apagar a tiros las lámparas, escapar por los patios, huyendo hasta ganar la
provincia de Azua, en donde se alzó en armas, y, vencido por su rival Heureaux,
acosado, solo, a la postre murió por su propia mano”.24
Según
un formidable escritor dominicano el legendario general de manigua Pablo Mamá,
en su feudo de Cambronal, en el valle de
Neyba, solía decir que su caída en desgracia con Lilís era principalmente por
haberle dado cobijo en una ocasión aciaga al ex presidente Cesáreo Guillermo.25
Distritos Municipales de la Provincia Hato Mayor:
Yerba Buena
La sección Yerba Buena, territorio del
Municipio de Hato Mayor del Rey, fue elevada a Distrito Municipal mediante la
Ley 134-97, la cual está inserta en la Gaceta Oficial No.9957, del 25 de junio
de 1997.
El
Congreso Nacional adujo que era una comunidad con “una marcada pujanza
económica” para elevar su condición anterior.
Mata Palacio
Era
sección hasta el 13 de octubre del año 2000, cuando fue promulgada la Ley
93-00, mediante la cual se elevó a Distrito Municipal, del Municipio de Hato
Mayor del Rey, con su sede principal en el poblado conocido como Morquecho.
Esa
decisión del Congreso Nacional favorable a Mata Palacio fue tomada en el marco
de una exposición sobre su potencialidad ganadera y su producción de cítricos, tabaco y casi 90 mil
tareas cultivadas de caña de azúcar, en un territorio por donde cruzan “dos
ríos, cuatro arroyos y 13 cañadas”; además de tener 31 parajes de los cuales
dos fueron subidos a la categoría de secciones: Maguá e Higuamo.
Guayabo Dulce
Ese
distrito municipal perteneciente al municipio de Hato Mayor del Rey, Provincia
Hato Mayor, fue creado mediante la Ley número 100-01, promulgada el 8 de junio
del 2001.
En
dicho texto legal se indica que esa
categoría le correspondía a este territorio del oriente dominicano porque “la sección Guayabo Dulce muestra una vertiginosa movilidad social y
económica, con un total de 10 centros escolares….y un comercio dinámico y
expansivo que incluye colmados, farmacia, ferretería y casas de expendio de
alimentos, así como clínicas rurales, boticas populares, centros comunales,
instalaciones deportivas, clubes, asociaciones, juntas de vecinos…”
Elupina Cordero de Las Cañitas
La
sección Las Cañitas, dentro del Municipio de Sabana de la Mar, fue elevada a
Distrito Municipal con ese nombre, mediante la referida Ley 134-97, la cual
está inserta en la Gaceta Oficial No.9957, del 25 de junio de 1997.Forman parte
de esa demarcación territorial la sección Maguá y sus parajes Capitán,
Manaclitas, Río Arriba, La Lisa, Cabezú y La Loma.
Ese
nombre es en honor a la famosa señorita Elupina Cordero, una devota cristiana
católica cuya personalidad ha marcado la vida de Sabana de la Mar desde las
primeras décadas del siglo pasado, por su filantropía y los dones especiales de
que estaba dotada. Según la tradición oral ella fue la fuente de alivio y
sanación, con oraciones y remedios de la
farmacopea popular, para muchos enfermos que acudían en su auxilio curativo.
En
plena adolescencia quedó ciega, pero la pérdida de su visión no le impidió que
llevara una vida consagrada a los demás. Su casa-ermita fue transformada en un
museo que contiene sus pertenencias más íntimas, como cama, ropa, utensilios de
cocina, objetos religiosos. Ese museo es uno de los principales puntos de
visita en Sabana de la Mar.
Se
han tejido una y mil versiones que le atribuyen haber hecho milagros, vistos
estos en su clásica definición de “suceso extraordinario y maravilloso que no
puede explicarse por las leyes regulares de la naturaleza y que se atribuye a
la intervención de Dios o de un ser sobrenatural”.
Incluso
se dice que la señorita Elupina Cordero detuvo un terremoto marino “con ceniza
y tierra” que fueron colocadas donde desde hace décadas hay una gran cruz
blanca en un recodo del pueblo.
Bibliografía:
1- Gaceta Oficial No.9651,16 diciembre de
1984.
2- Ley 72-02, 19 de julio del 2002.
3- Idea del valor la isla Española. Antonio Sánchez Valverde. Edición anotada. Talleres Gráficos
Manuel Pareja, 1971. Nota de Fray Cipriano de Utrera.
4- Historia de la División Territorial (1494-1943). Editorial El Diario
1944. página387. Vicente Tolentino Rojas.
5- Papeles con anotaciones. Pedro
Mortimer Dalmau Rijo.
6- El Hato Mayor del Rey: Reseña histórico-geográfica, tradicional y
religiosa. Editora Taller, 1991, obra póstuma. Melchor Contín Alfau.
7- Listín Diario, 19 de julio de 1977. Hugo Eduardo Polanco Brito.
8- Ley No. 40, del 9 de junio de 1845.Tomo I, Colección de Leyes del 1845.p199.
9- Tomo 4 de la Colección de Leyes del 1861, p158.
10-Hojas de
servicios del Ejército Dominicano. vI (1844-
1865).Editora
del Caribe, 1968.p347 Emilio Rodríguez Demorizi.
11- Época
colonial, legajo 7, exp. I, año 1761.
12- Idea
del valor la isla Española nota No.178 (FCU). Edición anotada.
Talleres
Gráficos Manuel Pareja, 1971 Antonio Sánchez Valverde.
13- Reflexiones historiques et politiques sur le
commerce de la
France
avec ses colonies de le Amérique.
14- Relato titulado Puerto Rico, pasado y presente, y
el Santo
Domingo de
hoy, 1919. A. Hyatt Verril. Inserto en el libro
Los
primeros turistas en Santo Domingo. Editora Amigo del Hogar,
sept.2011.
pp162, 163.
15- Diccionario
Geográfico-Histórico Dominicano.p131.Temístocles A.
Ravelo.
16- Los Gavilleros 1904-1916.agn.volumen LXIV. Editora
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pp50,52,88,138,147.
María Filomena González Canalda.
17-Los “Gavilleros” del Este. Una Epopeya Calumniada.
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Dominicana, 1976. pp7, 18, 83,103.Félix Servio Ducoudray.
18-Buenaventura Báez, el caudillo del Sur (1844-1878).
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1991.p72. Mu-kien
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19- Notas Autobiográficas, tomo I.p358.Editora Santo
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Gregorio
Luperón.
20-Sentencia de muerte. Vetilio Alfau Durán en Clío,
escritos I. Editora
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21-Miscelánea Histórica. Clío No.92, enero-abril
1952.p13.
22-Movimientos
de Oposición (1856-1874), Legajo de Interior y Policía
No.31.
A.G.N., citado por Mu-Kien A. Sang, en su biografía sobre
Báez.
23-La dictadura de Ulises Heureaux. Editora
Universitaria, 1986.p19.
Jaime de
Jesús Domínguez.
24-La Sangre. Capítulo IV.1914.Tulio Manuel Cestero
Leyba.
25-Pablo Mamá. Editora Taller, abril 1986. Freddy
Prestol Castillo.
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