miércoles, 7 de septiembre de 2011

LA UASD Y EL PUEBLO


El pueblo dominicano posee una sola universidad pública, donde los jóvenes sin recursos económicos pueden recibir los beneficios de una educación superior.

En estos momentos la Universidad Autónoma de Santo Domingo se encuentra ocupada por efectivos militares y policiales que se encuentran allí cumpliendo las llamadas órdenes superiores.

Todos sabemos quiénes son esos superiores. Y también sabemos cuáles fueron los motivos que los impulsaron a militarizar la universidad pública . En medio de todo esto hay una situación política en modo superior a la que la gente común y corriente piensa.

Esa situación política consiste en que los que poseen el poder económico y político saben muy bien que el pueblo está tomando una concientización ascendente con relación a los problemas que agobian a las masas humildes de nuestro país.

Los que tienen el control de los órganos estatales saben muy bien que la UASD es un centro democrático abierto a todas las manifestaciones ideológicas que hoy por hoy se esparcen en el abanico político nacional.

Este gobierno comprende a la perfección que ya se acerca la hora en que las campanas de la liberación del pueblo tronarán y que es la juventud que se prepara la que llevará la tea de la victoria en la marcha del triunfo del pueblo.

Este gobierno sabe muy bien que en la juventud consciente de su deber es que se encuentra depositado el mayor caudal de sacrificio para la causa de la liberación nacional. Entiende este régimen que hay que cortarle el camino que sirve de canal nutricional a la educación de los jóvenes pobres. Cree que es menester cercenar el corazón umbilical a las falanges juveniles que claman educación con libertad e igualdad.

Por esa razón invade la Universidad Autónoma de Santo Domingo, con una saña propia de los trogloditas de la Edad Media, que sentían fobia por la educación.
El gobierno de turno es una especie de retranca para la educación nacional, pues lo único que le interesa es crear una élite de intelectuales para que sirvan de marionetas al servicio del status vigente. La colectividad debe comprender esta situación y unir voces de protestas; exigiendo la devolución de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, a sus legítimas autoridades.

Es necesario que el pueblo de Higüey se una hombro con hombro y corazón con corazón y exija la devolución pura y simple de la UASD. Tejemos nuestras redes en medio de un campo bastante peligroso. Como pueblo vinculado profundamente con las mejores causas del país tenemos que poner nuestra cuota en esta lucha.

Decía el escritor francés Víctor Hugo que el oprimido que acepta la opresión termina siendo cómplice. Esa es una gran verdad que todos debemos asimilar, por tal razón sería muy lamentable que con nuestra indiferencia contribuyamos al derrumbe de los anhelos de una gran parte de la juventud dominicana que quiere educarse.

No se puede permitir que nuestra casa de estudios superiores siga ocupada por efectivos policiaco-militares, pues ello conlleva a la frustración de miles y miles de jóvenes dominicanos que no poseen recursos económicos para costearse los estudios en una universidad privada.

Todos tenemos un compromiso moral en este momento crucial para la educación nacional. El pueblo de Higüey debe unirse más de 30 mil estudiantes que luchan en toda la geografía nacional, exigiendo el libre derecho a la educación que tiene el pueblo dominicano. No debemos olvidar que en la educación de la juventud es que está depositada la esperanza de la Patria.

Teófilo Lappot Robles
Publicado en el periódico El Planeta, Higüey,Rep.Dom., marzo año 1977.

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