martes, 13 de septiembre de 2011

OBISPOS HIGUEYANOS

Livio Mariano Cedeño De la Cruz, con su accionar polifacético, nos vuelve a sorprender gratamente, esta vez con un importante ensayo histórico que describe con finos perfiles históricos el grandilocuente itinerario sacerdotal de tres ilustres higüeyanos.

Obispos Higüeyanos, cual niño precoz, adquirirá el vigor de la adultez desde el mismo momento en que esté en manos de los lectores. Será, por la proyección de su sustancioso contenido, una especie de venero histórico en el cual podrán saciar la sed de aprendizaje todos aquellos que quieran conocer un jirón importante de nuestra región oriental.

Este ensayo es de fácil lectura, primero por la importancia de los temas que lo conforman y segundo por la claridad estilística de su autor y de la potencia dialéctica de sus párrafos.

Este libro tiene la virtud de avivar el acendrado espíritu cristiano de la mayoría de los pobladores del Este, y del país, al contemplar, prueba al canto, el hecho casi milagroso de que un pequeño pueblo, como lo es Salvaleón de Higüey, tenga el inmenso privilegio de contar con una trilogía de distinguidos Obispos de la Iglesia Católica.

Monseñor Juan Félix Pepén Solimán, muchas veces sabio, espíritu singular, humilde, valiente, compromisario de las más justas causas nacionales; Ramón Benito De la Rosa y Carpio, sereno, ecuánime, políglota, erudito, y Pablo Cedano Cedano, brillante, paciente, dedicado.

El recuento sucinto contenido en este libro nos enseña que monseñor Pepén Solimán, timbre de orgullo de todos los dominicanos, abrió la trocha en la espesura, y sus aventajados alumnos han seguido sus pasos como homenaje a su vocación de sacrificio.

Esta obra es una meritoria manifestación de cariño hacia ellos. Los lectores podrán conocer aquí aspectos importantes de esas tres vidas dedicadas al bien común. Esta obra es, además, por propia definición, un compendio prístino de la historia del Obispado de Higüey, con sus múltiples parroquias diseminadas por toda la geografía de la región oriental, sembrando la simiente del amor.

Contiene, también, otros elementos definitorios del despegue económico de la provincia La Altagracia, especialmente en el fascinante mundo del turismo.
Con su Historia de la Provincia la Altagracia y este nuevo libro, el periodista e historiador Livio Mariano Cedeño De la Cruz se convierte, como fruto de su afán de investigador y su amor por su patria chica, en el nuevo cronista histórico de Higüey, lo cual debemos todos aprovechar y estimularlo a que continúe trillando el camino siempre fértil del mundo de las letras.

Teófilo Lappot Robles

Publicado el 3 de agosto de 1996

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